Hemos empezado el tercer mes del 2,010 y seguimos, por dónde miremos, envueltos en una paradoja que parece de nunca acabar: Hoy en el Perú – ese hoy ya tiene casi 20 años - hemos aprendido a respetar, las reglas de juego, el “necesario” equilibrio de lo que se conoce como la macroeconomía. Reconocemos la existencia, indiscutible, de una autoridad sobre el sistema monetario, con lo que se controla la inflación y se privilegian políticas que tienen como fin, no aumentar el déficit fiscal. Vemos así, posibilidades de un crecimiento económico expectante. Aunque, esté cada día más claro que, lo “expectante” de ése crecimiento, no llegue a todas y todos, los que intervienen en generarlo.
Lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio los aciertos y desaciertos, transcurren al tiempo que nuestra clase política está preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de cómo es su responsabilidad estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo que el país, con todo derecho, reclama.
Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Esta situación se complica aún más si hacemos un alto y analizamos las cifras del empleo – que está, todavía, muy lejos de ser decente. A pesar de muchos años de crecimiento económico - y de los ingresos de la población y, además, si hacemos un juicio crítico de los indicadores de salud, nutrición, vivienda y servicios básicos, que se encuentran muy lejos, tanto en cobertura como en calidad comparados con otros países del Mundo y de América Latina con los mismos niveles de ingreso per cápita. Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Veamos por qué:
La Agenda Económica del 2,010:
Cuál es el Panorama:
Se pronostica que la economía mundial puede crecer 3% en el 2,010. Pero hay todavía mucha incertidumbre. La situación de Grecia, Portugal y España. Así como, la marcha y contramarcha de la Economía de los Estados Unidos, así nos lo dicen. En el mejor de los casos, el panorama se aclarará en el segundo semestre del año.
Para el caso de Perú, se vaticina un crecimiento cercano al 5%, como señaló, a finales del mes de febrero del presente año, el viceministro de Economía y Finanzas, Carlos Casas. La Pregunta es ¿cuán reales son éstos pronósticos? Sí, como sabemos, en ámbitos internacionales se manifiesta que: los precios de las materias primas, están sobrevaluados como resultado de una “burbuja especulativa”. Con lo que, si los precios de las materias primas, toman su nivel, esta expectativa de crecimiento se verá disminuida.
¿Qué se Hará?:
1) Pareciera que no hay riesgo inflacionario en el horizonte cercano, en todo caso la subida de precios más menos se anclará en 2%. Al no haber riesgo por inflación (según lo ha establecido el Banco Central de Reserva), el peligro mayor es, el de un despilfarro fiscal.
2) Déficit público mayor, excesivo ó no, va a existir, tanto por razones electorales, como por la baja de inversión privada, que suele ocurrir en tiempos de elecciones, por la “inestabilidad” que producen éstos procesos a quienes invierten .
3) Promover, inversiones mineras, a como dé lugar. Quiere decir, sin tomar debida cuenta para que las empresas respeten: el medioambiente, los derechos de los trabajadores ni promuevan el desarrollo territorial, en los ámbitos en los que desarrollan su actividad. En suma, ingentes ganancias para el que invierte y migajas para quienes trabajan y lo que es peor, mendrugos, para las comunidades y pueblos, donde se ubican los yacimientos mineros.
4) Insistir en los Tratados de Libre Comercio (T.L.C.): Como hemos sido testigos, en las últimas semanas ha cobrado vigencia el TLC con China y ha ocurrido el cierre de negociaciones del TLC con la Unión Europea. Los mencionados tratados, han sido aprobados sin un adecuado debate por parte de la ciudadanía, ni de los productores agrícolas e industriales y menos por nuestros representantes. Esto, por decir lo menos, es deplorable. Baste decir, que la experiencia, propia y ajena, nos ha demostrado que éstos T.L.C. tienen medidas que afectan, negativamente, a amplios sectores económicos y a la sociedad, ya que insisten en dar facilidades para la extracción de minerales y materias primas ó en la liberalización del comercio de ida (del país desarrollado al país en vías en desarrollo), por las ingentes ganancias que hoy representan, y, si bien apoyan el crecimiento, contribuyen poco en el camino y derecho al desarrollo de nuestras naciones.
5) Continuar apoyando el auge de la construcción: Este sector se ha convertido en uno de los generadores de crecimiento económico y empleo, aunque no de calidad, el déficit de viviendas y el crecimiento sostenido de centros comerciales, será lo que, principalmente le siga dando empuje al sector.
¿Qué no se Hará?:
1) Siguen en el tintero, durmiendo el sueño de los justos, aún cuando, son los responsables del mantenimiento de la profunda desigualdad e inequidad en la distribución del ingreso lo siguiente:
a. Políticas Claras y definidas, en relación a redistribuir el ingreso. Quiere decir a propiciar y hacer verdad una más adecuada distribución de los ingresos, beneficios, y los costos del crecimiento. Este aspecto, no se ha tocado, hasta hoy. Pareciera que los costos los seguiremos pagando todas y todos los ciudadanos y los beneficios tanto hoy como ayer, seguirán del lado de unos pocos, los que pueden invertir.
b. Reforma Tributaria: Es y debe constituirse en un aspecto crucial para la redistribución. Sin embargo, no se ha hecho nada hasta hoy, en el Perú seguirán pagando más impuestos, proporcionalmente, los que menos ingresos tienen y no al contrario. Baste decir, que, por ejemplo el financiamiento del Presupuesto de la República del Perú para el 2,010, sigue manteniendo una brecha al alza, en relación de que la fuente más importante de Ingresos siguen siendo los impuestos indirectos (I.G.V.; Impuesto selectivo al consumo, etc.). Quiere decir lo que pagamos todos y lo que aporta el impuesto a la renta. Quiere decir, aquellos empresarios que se benefician de los éxitos del crecimiento económico es marginal.
c. Fin a las exoneraciones tributarias: Queda sin discusión siquiera.
2) No hay medidas, ni se vislumbran en el horizonte cercano medidas para fortalecer el mercado interno (Doméstico). A pesar de que la crisis internacional no se ha superado y que es necesario, mejorar los ingresos y capacidad de consumo de todas y todos. Reactivar el ingreso vía el mejoramiento de sueldos y salarios podría ser una medida interesante, es más sería muy necesario para subir de mejor manera la cuesta. Ojalá, pronto se entienda.
3) El déficit fiscal se aumentará. Sin embargo, este mayor gasto, a cualquier costo, busca beneficiar a la maquinaria partidaria del gobernante de turno, vía la ejecución de obras, que sabe dios quien priorizará o decidirá. Es, más de lo mismo, poner recursos fiscales, que, en esencia, son de todas y todos los ciudadanos, en manos de quienes quieren reelegirse. Allí en los Municipios y Regiones.
4) Fortalecer nuestra capacidad exportadora y nuestra productividad: Queremos ser claros nos parece fundamental, muy importante promover nuestras exportaciones, tradicionales y no tradicionales, agrícolas e industriales. Pero queremos decirlo en voz alta. Los Tratados, así llamados, de Libre Comercio. NO son la mejor manera de hacerlo. Si queremos exportar más productos con valor agregado, nos debemos preocupar por: Hacer más rentables las exportaciones, incrementar el Tipo de cambio, es un camino; Preparar a nuestra misiones comerciales en el exterior para que sean eficientes y eficaces; Promover la constitución de asociaciones conglomerados, donde participen la pequeña y micro empresa y agricultores; Apoyar la innovación y el desarrollo de nuevos productos basados tanto en nuestra biodiversidad como en las posibilidades que nos da el tener una importante porción de la población del País como jóvenes. Sin embargo, eso no se hará sostenible si se deja de invertir en educación, salud y nutrición, elementos fundamentales para mejorar el capital humano. Lo que a su vez es un requisito indispensable para el aumento de la productividad.
Es necesario iniciar un debate, que permita fortalecer, las capacidades propositivas de la ciudadanía, la comunidad académica y los partidos políticos de la oposición deben debatir el sentido y el acento que le ponemos a los temas económicos.
Esto, hoy por hoy, es fundamental e impostergable, en la medida que nos afecta y concierne a todos no sólo por lo inaceptable que resulta la pobreza y exclusión sino por que todos, sin distinción alguna, tenemos derecho a: forjar y tener vida y vida en abundancia. Digamos, de manera clara que: “otra manera de mirar, entender y organizar la economía es posible”
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