lunes, 22 de marzo de 2010

Perú Hoy: Situación Social. ¿Qué hicimos, Qué estamos Haciendo y Qué Hemos dejado de Hacer?

Hacer un balance de la situación social ó, para ponerlo en términos contemporáneos, de lo que hemos avanzado en inclusión social. Quiere decir, cuál es el estado-situación del empleo y los ingresos de la población y cuánto hemos avanzado en mitigar la desigualdad y la pobreza, es fundamental. Más aún, si queremos saber cómo y con qué nivel de equidad se han distribuido los costos y los beneficios del importante crecimiento económico, tenido entre Agosto de 1,990 – 2,008 en el Perú. Que, si bien, se interrumpió, desaceleró, en el 2,009. Ha presentado muestras de franca recuperación desde Enero del 2,010.
¿Qué Hicimos?En todos estos años (Agosto de 1,990 – 2,009), en relación a lo que conocemos como política social, nos hemos debatido entre: la necesidad de establecer y operar, programas sociales eficientes y eficaces ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo, a los que accede la población, en particular, aquellos que se ubican en los, denominados, sectores socioeconómicos, C, D y E.
No es que hubiera existido un debate en el congreso de la república, ni mucho menos que los ciudadanos hayan sido consultados, para definir qué hacíamos. En la práctica, se dejó a la acción, y muchas veces, a la total inacción ó inoperancia de los gobiernos de turno, la decisión entre llevar adelante programas sociales ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad del empleo. El resultado, - es por todos conocido - se optó por llevar adelante “programas sociales” y sólo eso. A pesar que desde 1,992 se empezaron a sentir las “bondades” del crecimiento económico.
Tengo la impresión que las razones que motivaron esta decisión tuvieron que ver con lo siguiente:
a) El llevar adelante, programas sociales, daba muchas posibilidades tanto para construir y mantener una clientela política, base social de apoyo - que era necesaria para poder profundizar medidas económicas y políticas, dictadas por Organismos Multilaterales como: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) Y EL Banco Interamericano de Desarrollo (BID) - cuanto para gastar menos. Habida cuenta de que lo que se entregaba, otorgaba, era sólo una parte, y muchas veces la menor, del costo real para la operación de los llamados Programas Sociales. Baste mencionar el Subsidio a la ración alimentaria que se distribuía en Comedores Populares en la que el aporte del Estado, en el mejor de los casos, cubría el 22% del Costo total de la ración. Lo demás era aportado, en dinero y/o en trabajo – que no era remunerado por el Estado - por las mujeres socias y sus familias.
b) El Gasto Público y las Empresas se verían así afectados, mínimamente, ya que tener alimentación, cuidar la salud, asistir a la escuela y tener vivienda seguía siendo, en principio, problema y posibilidad de cada quien. A ajustarse el pantalón se ha dicho.
c) Los Programas Sociales, permitieron inventar aquello de la focalización del gasto público. En un país en el que, al comienzo de la aplicación de las medidas de estabilización y ajuste estructural de la economía y por un largo período el 60% ó más de la población se encontraba en situación de Pobreza y de él no menos del 24 % en situación de extrema pobreza. Así, de que focalización podríamos hablar.
La realidad vivida nos dice que el camino tomado no fue el mejor los indicadores de pobreza, si bien bajaron, se mantienen a niveles éticamente inaceptables. Según el Anuario Estadístico de la CEPAL en el año 2,001, la pobreza total, en el Perú, involucraba al 54.8 % de la población, mientras que el 22.1 % se encontraba en situación de pobreza extrema (Indigencia). Para el 2,008 el 36.2 % de la población peruana vive en condiciones de pobreza y el 12,6 % en pobreza extrema. Quiere decir, que no obstante el crecimiento económico habido en el período señalado (Agosto de 1,990 – 2,009). Todavía más de un tercio de la población se encuentra en situación de pobreza y una octava parte de ella se mantiene en situación de extrema pobreza. Lo que, a mi entender, pone de manifiesto que no hay mejor política social que aquella que mejore e incremente los ingresos y la calidad del empleo de la población.

Sin embargo, se sigue apostando tercamente sólo por el camino de la eficiencia y eficacia que deben tener los programas sociales, aspecto que, sin duda, no es desdeñable y se hace muy poco para incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo.
¿Cómo estamos?; ¿Qué estamos haciendo?
El Ingreso de los trabajadores:
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Panorama Laboral 2009” volvió a poner sobre la mesa, la realidad del sueldo mínimo en el Perú. De acuerso con los resultados del mencionado informe: “Panamá y Perú no han efectuado ajustes desde diciembre de 2007 y enero del 2008, respectivamente (…). En los casos de Panamá y de Perú, como la inflación acumulada desde el último reajuste ha estado en un nivel de 8% y 6% respectivamente, existe un deterioro en términos reales” (p.77-78); encontrándose a la zaga de la región, en cuanto a la actualización de la remuneración mínima vital (RMV) se refiere.
Las cifras nos muestran que para el caso de Perú, la Remuneración Mínima Vital se encuentra estancada, desde enero del 2008 (más de dos años), en S/. 550.00 debido a que el gobierno y los empresarios se niegan a reajustarla con el argumento de que perjudicaría a la micro y pequeña empresa. Olvidándose que en momentos de crisis económica, como el que acabamos de pasar en el año próximo pasado. Es necesario, incentivar el consumo y para ello la medida por excelencia es: “aumentar el poder adquisitivo familiar”.

No se puede olvidar ni obviar que en economía el aumento de la demanda mejora la situación de las empresas en general, más allá de que éstas sean: micro, pequeñas, medianas ó grandes. Un mayor Ingreso, va a afectar, positivamente, la demanda (el consumo) de las familias. Se puede decir que el incremento debe ser el adecuado pero no negarlo.

Además, es en el corto plazo que se deben definir medidas para fortalecer el mercado doméstico toda vez que: a partir de la propensión a la baja de los precios de los bienes primarios en el mercado internacional y de la apreciación del Nuevo Sol con respecto al Dólar, vamos a tener un saldo cada vez menor en la balanza de Pagos (Exportación – Importación), situación que se salvará con un Mercado Doméstico más robusto, una de las vías, qué duda cabe, es el incremento de Sueldos y Salarios.

Otra manera de presentar la situación es: Si El Producto Bruto Interno ha crecido, los negocios y las ganancias de los empresarios se han multiplicado, no podemos mantener los ingresos de los trabajadores, en términos reales, estancados a niveles similares de hace 10 ó 15 años atrás. El economista Humberto Campodónico compara esta situación con la de los ejecutivos y nos hace ver que “Para los asalariados, entonces, a pesar de tantos años de boom económico, el anunciado “chorreo” nunca llegó. Pero donde el aumento sí llegó fue a los Ejecutivos, que, a abril del 2009 estaban ganando 51.6% más que en el 2004”; y a continuación hace ver la diferencia con la mayoría de países de la región (entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y México) donde periódicamente y en forma obligatoria se aumenta el salario mínimo.
El Empleo:
A partir de las cifras de INEI, (VER CUADRO en esta página). Podemos ver que la mayor parte del Empleo Urbano en el Perú, 39,6%, al año 2,008, se está dando en la categoría otros servicios quiere decir, auto empleo. Siguiéndole en orden de importancia el comercio con él 22,2%; La Manufactura, mientras tanto emplea al 13.9% de la PEA, las actividades primarias (Agricultura, Pesca y Minería) al 9,2% y un 5,2% de la PEA, se ocupa en el sector construcción.

Los Programas Sociales:En relación a los Programas Sociales se viene presentando una situación interesante y pocas veces vista, en los últimos 20 años. De un lado, el gobierno de turno empieza a dar muestras de que va entendiendo tanto la necesidad de incrementar el gasto social cuanto de que, empieza a vislumbrar, éste incremento, como uno de los factores que podría abonar positivamente el crecimiento de la demanda agregada, con lo que es necesario hacerlo.
Lo peligroso es que, al encontrarnos en un período de elecciones, lo que termine autorizándose - luego de sacar, por un ratito, de la ortodoxia a la Ministra de Economía - sirva más para que, el probable, descalabro electoral del partido de gobierno no sea tan fuerte que para, efectivamente, aliviar un poco de los efectos de la crisis internacional e interna ocurrida el año pasado y que, como siempre, afectó a los más pobres.
Ojalá que la sensatez se imponga al cálculo político y que se propicie un alivio real, más que paliativos, para el 36 % de pobres y 12,6% de pobres extremos, con los que tenemos, por la cerrazón ortodoxa, que seguir conviviendo.
Un aspecto que es importante es avanzar en la eficiencia y eficacia con la que se deben gestionar los programas. Sin embargo, creo que ha llegado la hora de que establezcamos claramente cuánto aporta la caja fiscal y cuánto aportan las organizaciones y ciudadanas y ciudadanos que, por encontrarse en situación de pobreza, - situación que es un subproducto de cómo nuestros dirigentes políticos han organizado la Economía y la Política, más que un designio - deben echar mano a sus magros recursos ó a la enorme solidaridad con la que viven para llevar adelante programas como el de los Comesores Populares y los Programas de Salud Comunitaria, que funcionan más en base a lo que aportan quienes participan en ellos que de lo que asigna el Estado.
¿Qué Hemos dejado de Hacer? A esta altura, de mi particular reflexión, creo que es necesario que empecemos a hacer política y conciencia social en relación a mirar la Política Social como el escenario en el que se debe trabajar por Inclusión Social y no sólo por asistencia, aunque esta última es necesaria. En la medida que problemas como: cantidad y calidad de Empleo, desigualdad y pobreza no son coyunturales sino más bien son estructurales.
Resolverlos necesita de un nuevo acuerdo social y, probablemente, de que empecemos a deponer, de alguna manera, las banderas de “la lucha contra la pobreza” por otras “Pro Inclusión”. Medir el buen desempeño de la economía y la política, en éste tiempo debe significar, sobre todo, ver como hemos contribuido a generar sociedades cada vez más inclusivas que promuevan el desarrollo de capacidades y oportunidades para todas y todos.
La Economía, si no mejora la vida de las personas y la política, si no sirve para construir el bien común, hay que revisarlas y si es necesario deponer las estructuras ó personas que las mantienen de esa manera. Finalmente, los ciudadanos, en nuestra calidad de mandantes, somos quienes detentamos el poder y somos quienes debemos tomar las decisiones.

miércoles, 17 de marzo de 2010

PERU HOY: Nos va bien en el manejo de la Economía y Muy mal en la manera de entender y hacer Política

Sumilla: Estamos a la mitad del tercer mes del 2,010 y seguimos, por dónde miremos, envueltos en una paradoja que parece de nunca acabar: Hoy en el Perú – ese hoy ya tiene casi 20 años - Nos esforzamos mucho por qué le vaya bien a la economía, aunque la distribución de los beneficios y costos, de ése esfuerzo, es profundamente desigual. El manejo económico, de los últimos 20 años ha beneficiado más a los que más tienen y ha disminuido, cada vez más, las oportunidades para los que menos tienen. Baste decir, por ejemplo, que es más el empleo e ingreso autogenerado por mujeres y hombres que vienen, con mucho esfuerzo, sacando adelante, un emprendimiento económico ó una micro empresa que el empleo de calidad que han generado las empresas que sí se beneficiaron de los años de bonanza de la economía, que, por lo demás, no fueron pocos, y les dieron ingentes ganancias. Así,lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio, los aciertos y desaciertos, transcurre al tiempo que nuestra clase política está más preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de, cómo es su responsabilidad, estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo, que el país, con todo derecho, reclama. Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Es hoy un imperativo, el que hagamos arreglos políticos e institucionales que permitan a ciudadanas y ciudadanos, participar, informada y libremente en el proceso político al tiempo que tomar decisiones en aspectos que , al final de cuentas afectan su calidad de vida, la vida de sus comunidades, la de las regiones y las del País. Hacer Política, y Construir Programas que tengan como denominador común mejorar las capacidades y brindar oportunidades de vida buena para todos y todas es posible. Veamos por qué:

El punto de partida, a mi manera de ver, es que hoy en el Perú - y, lamentablemente, para el caso de la política ese hoy lleva casi 30 años - enfrentamos una crisis de representación política de connotaciones graves:
En primer lugar, es casi desde 1,980 -año en el que volvimos a tener gobiernos democráticos, producto de una elección - que ciudadanas y ciudadanas sentimos que votamos ó elegimos a quien, cuyas propuestas, más allá que las cumpla ó no, significan el mal menor.
En segundo lugar, es, también, hace casi 30 años que ciudadanas y ciudadanos somos requeridos, “importamos a la clase política” sólo en tiempos previos a elecciones, municipales, regionales ó nacionales. Luego de lo cual, a quienes les toca gobernar, en nuestra representación, se olvidan no sólo de los legítimos intereses y aspiraciones de quienes les permitieron ostentar éste poder sino que, además, hacen poco ó casi nada de lo que fue su propuesta de gobierno.
Tomando decisiones pragmáticas ó elaborando obras y realizando negociaciones, de aquello que los beneficia, a ellos, de manera individual y a su grupo. Independientemente de las necesidades de sus electores y de lo que es necesario para promover el desarrollo en las circunscripciones territoriales ó en el País que les ha tocado gobernar.
La situación descrita ha convertido, entonces, en sentido común aquello de “Haz Obras, Genera Trabajo y no importa que lleves agua para tu molino ó dinero para tu bolsillo, a partir de la función pública, que se ejerce.
Todo esto, ha llevado a que, a Febrero del 2,010, según el Barómetro de la Universidad de Lima, sólo el 36% de la población, apruebe la gestión del gobierno de turno; Mientras que sólo el 14% apruebe la gestión del Parlamento. Como podemos ver, entonces, el nivel de aprobación es tan bajo que, no hay duda, que atravesamos por una crisis de representación. Pero, ¿Qué está a la bases de esta crisis?; ¿Qué la genera?. Y ¿Cómo podemos y debemos salir de ella?
Qué está a la base de la crisis de representación:
A mi modo de ver hay, entre otros, tres factores, que explica no sólo el magro nivel de aprobación a la gestión política sino la total desconexión entre la clase política y la ciudadanía:
¿Están los partidos y movimientos políticos, actuales, a la altura de los tiempos?
Quiere decir, promueven e implementan, hoy, un rol de: información, formación política, elección interna de representantes, y de elaboración de programas y propuestas desde abajo ó, por el contrario, éstas tareas, qué duda cabe, importantes para la construcción de instituciones políticas fuertes y representativas; se implementan y fortalecen sólo a una minoría de sus militantes, mientras el conjunto de decisiones, cargos y postulaciones, las toman grupos de poder, al interior que funcionan casi como castas, incluso, “heredando” lugares.
¿Los Representantes (Congresistas) ó los Partidos Políticos, representados en el congreso, establecen procesos de: información, recojo de opinión y discusión de sus propuestas, de manera democrática, con los ciudadanos ó, por lo menos, con sus electores?.
No lo hacen y nunca lo han hecho, los partidos y movimientos políticos en vez de fomentar la participación, contribuyen a que ciudadanas y ciudadanos tengan una actitud pasiva, en relación al proceso y a las decisiones políticas. A pesar que, existen, desde hace mucho tiempo, movimientos sociales - de obreros, microempresarios, campesinos, organizaciones vecinales, organizaciones de mujeres y jóvenes - que reclaman su derecho a la participación y elaboración de propuestas.
Estas acciones, se generalizaron, desde hace 8 años, a partir de la puesta en vigencia de la Elaboración de Planes de Desarrollo Concertado y de los Presupuestos Participativos. Han venido ocurriendo en el País procesos de concertación en los que ciudadanas y ciudadanos han expresado sus necesidades, intereses y elaborado propuestas de desarrollo en los municipios distritales y provinciales. Sin embargo, en los últimos tiempos, estos procesos en vez de ser alentados, promovidos y apoyados por los Gobiernos Locales, han sido, en muchos casos, paralizados ó manipulados.
A mi modo de ver la clase política estaría - si sigue a espaldas de este proceso - perdiendo una oportunidad valiosa para poder conocer y actuar desde las necesidades y oportunidades que existen en los territorios. La Ciudadanía, tiene saberes y experiencia acumulada, a partir de que por cuenta propia han tenido que resolver el aprovisionamiento de: Alimentos: Los Comedores Populares y los Comités del Vaso de Leche, son un ejemplo de ello; Infraestructura Social Básica; Comités Vecinales en Pro de: Agua Potable, Alcantarillado, Pistas y Veredas, son parte de la historia viviente de muchas comunidades y hasta la Generación de Ingresos y Empleo, donde las Mujeres y Hombres que conducen Emprendimientos Económicos, Micro y Pequeñas Empresas, son los mayores generadores de puestos de trabajo, a pesar del magro apoyo que reciben de los distintos gobiernos de turno.
Dar un cambio de timón, a la manera de concebir, construir y ejecutar la gestión local, es necesario e impostergable. Quienes nos representan en los Municipios y Gobiernos Regionales, tienen la necesidad y obligación de concertar con las Organizaciones y Líderes Sociales. Recobrar la importancia de elaborar Planes de Desarrollo Local, con la participación del Pueblo es el camino correcto y nos llevará a poner en valor las capacidades y experiencia de la gente. Así como, a vigilar la ejecución del gasto público, actividad que, por lo demás, es un derecho.
¿El Gobierno de Turno y los representantes en el Parlamento promueven leyes y Programas que tienen como centro y fin la construcción del bien común ó por el contrario siguen manteniendo como denominador común niveles de pobreza y exclusión injustificables?. No Obstante, la “bonanza” económica que se vive en el Perú.
La Clase Política pareciera haber olvidado, su principal función, construir el bien común. El fin propio de la política es el buen gobierno. Por eso, el político debe estar bien preparado, tener buenos programas de gobierno, saber administrar los recursos públicos - que pertenecen a todos - saber dialogar, buscar consensos y dar cuenta de su gestión a la población.
Esto último, es ó debe ser una suerte de barómetro, que nos permita medir la eficiencia y eficacia con la que se desempeña, hoy, la clase política, en el Perú, y, de seguro, nos permitiría tener proyectos e indicadores de medición más concretos, no sólo para ver cómo manejamos la economía ó más concretamente las variables macroeconómicas, sino, además, como el buen desempeño económico se traduce, también, en una mejora de las condiciones en las que vive la población. Lo que significa poner metas concretas para mitigar la pobreza, la exclusión y la concentración de la riqueza. A cuya generación - vale la pena recordarlo - todos contribuimos. Aunque, no todos nos beneficiamos, ya que los costos y los beneficios están repartidos de manera desigual.
Mantener terca y obstinadamente esta manera de construir instituciones políticas y de gobernar no sólo va a contribuir al total descrédito del gobierno de turno sino que puede poner en jaque el sistema democrático y abrir la puerta, por lo tanto, a la instauración de propuestas autocráticas ó totalitarias que nadie quiere hoy en el País.
¿Qué debe cambiar?
En el corto Plazo,
Como podemos ver es urgente, un cambio de orientación. Es necesario que todos los ciudadanos en el Perú podamos participar en la toma decisiones del Estado y gozar de la bonanza de la economía.
La naturaleza y el sentido de los cambios caen por su propio peso. En primer lugar, es necesario, que el Estado promueva la existencia de Instituciones Políticas: Partidos ó Movimientos Políticos fuertes que desarrollen procesos de formación, elecciones internas y elaboren propuestas y programas que partan de las necesidades y recojan los legítimos intereses y aspiraciones de ciudadanas y ciudadanos.
Complementariamente, es necesario que se modifique el reglamento del congreso para establecer que el Parlamentario no es dueño de su puesto sino que está allí en representación de sus electores, quienes deben poder comunicarse con él, pedirle cuentas de su desempeño y cambiarlo por el siguiente - en la lista del Partido al que pertenece - si obra mal.
Es necesario, también, eliminar el voto preferencial y establecer circunscripciones territoriales más acotadas, para poder conocer por quién hemos votado ó quién nos representa.
Estos cambios pueden, en mi opinión, iniciar el largo camino por recorrer para cambiar la imagen y acción tan distorsionada de nuestros representantes.
Para el Mediano Plazo:
Todo lo señalado hasta aquí nos pone de manifiesto la necesidad de: “Fortalecer el Estado y Hacer más democrática y participativa la toma de decisiones”
Los “éxitos” logrados, hasta hoy están, a mi modo de ver, impregnados por un crecimiento económico de corte individualista, utilitario y economicista. Esto no se puede seguir sosteniendo, en la medida que lo que está en juego es la estabilidad y el futuro de la Nación. Ha quedado demostrado, que el mercado no es “el mejor distribuidor de recursos”, como lo propugnan sus agoreros, los llamados neo liberales.
Hay que decir, en voz alta, que en el desarrollo de la humanidad, ha quedado demostrado que: No hay realización de un “yo” sin un “nosotros” y de que no puede haber sociedades locales, nacionales o internacionales sin un sentido de bien común, compartido y defendido por sus integrantes; sin un sentido y apego por el fortalecimiento de la dignidad de todos los humanos, sin ninguna distinción y que Sociedad y Estado son los guardianes legítimos del bien tanto de uno como de los otros. Recuperar el valor, proteger y generar oportunidades para el otro, nuestro prójimo, es el espíritu que debe marcar una suerte de refundación del Papel de Estado. Lo que necesita de un marco institucional distinto que surja de leyes vinculantes u obligantes, en relación a la resolución de temas en la agenda pública, que no pueden, seguirse postergando. Pobreza y Exclusión; Mejora de Ingresos y Empleo decente para todas y todos; Educación, Salud y Vivienda de calidad, Oportunidades de realización personal para todos para todas y todos; son aspectos de la agenda pendiente. Con la que debemos enfrentar el Mediano Plazo.
Cumplir esta Agenda, para el corto y mediano plazo permitirá, entre otras cosas, acercar a los ciudadanos a la política y, lo que es más importante, a la participación y a la toma de decisiones, asuntos que, sin duda, nos pueden llevar a descubrir una nueva manera de hacer política, gobernar y construir Estado y Nación en el Perú de Hoy.

viernes, 5 de marzo de 2010

PERU HOY: TOMANDO EL PULSO A LA ECONOMIA

Hemos empezado el tercer mes del 2,010 y seguimos, por dónde miremos, envueltos en una paradoja que parece de nunca acabar: Hoy en el Perú – ese hoy ya tiene casi 20 años - hemos aprendido a respetar, las reglas de juego, el “necesario” equilibrio de lo que se conoce como la macroeconomía. Reconocemos la existencia, indiscutible, de una autoridad sobre el sistema monetario, con lo que se controla la inflación y se privilegian políticas que tienen como fin, no aumentar el déficit fiscal. Vemos así, posibilidades de un crecimiento económico expectante. Aunque, esté cada día más claro que, lo “expectante” de ése crecimiento, no llegue a todas y todos, los que intervienen en generarlo.
Lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio los aciertos y desaciertos, transcurren al tiempo que nuestra clase política está preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de cómo es su responsabilidad estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo que el país, con todo derecho, reclama.
Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Esta situación se complica aún más si hacemos un alto y analizamos las cifras del empleo – que está, todavía, muy lejos de ser decente. A pesar de muchos años de crecimiento económico - y de los ingresos de la población y, además, si hacemos un juicio crítico de los indicadores de salud, nutrición, vivienda y servicios básicos, que se encuentran muy lejos, tanto en cobertura como en calidad comparados con otros países del Mundo y de América Latina con los mismos niveles de ingreso per cápita. Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Veamos por qué:
La Agenda Económica del 2,010:
Cuál es el Panorama:
Se pronostica que la economía mundial puede crecer 3% en el 2,010. Pero hay todavía mucha incertidumbre. La situación de Grecia, Portugal y España. Así como, la marcha y contramarcha de la Economía de los Estados Unidos, así nos lo dicen. En el mejor de los casos, el panorama se aclarará en el segundo semestre del año.
Para el caso de Perú, se vaticina un crecimiento cercano al 5%, como señaló, a finales del mes de febrero del presente año, el viceministro de Economía y Finanzas, Carlos Casas. La Pregunta es ¿cuán reales son éstos pronósticos? Sí, como sabemos, en ámbitos internacionales se manifiesta que: los precios de las materias primas, están sobrevaluados como resultado de una “burbuja especulativa”. Con lo que, si los precios de las materias primas, toman su nivel, esta expectativa de crecimiento se verá disminuida.
¿Qué se Hará?:
1) Pareciera que no hay riesgo inflacionario en el horizonte cercano, en todo caso la subida de precios más menos se anclará en 2%. Al no haber riesgo por inflación (según lo ha establecido el Banco Central de Reserva), el peligro mayor es, el de un despilfarro fiscal.
2) Déficit público mayor, excesivo ó no, va a existir, tanto por razones electorales, como por la baja de inversión privada, que suele ocurrir en tiempos de elecciones, por la “inestabilidad” que producen éstos procesos a quienes invierten .
3) Promover, inversiones mineras, a como dé lugar. Quiere decir, sin tomar debida cuenta para que las empresas respeten: el medioambiente, los derechos de los trabajadores ni promuevan el desarrollo territorial, en los ámbitos en los que desarrollan su actividad. En suma, ingentes ganancias para el que invierte y migajas para quienes trabajan y lo que es peor, mendrugos, para las comunidades y pueblos, donde se ubican los yacimientos mineros.
4) Insistir en los Tratados de Libre Comercio (T.L.C.): Como hemos sido testigos, en las últimas semanas ha cobrado vigencia el TLC con China y ha ocurrido el cierre de negociaciones del TLC con la Unión Europea. Los mencionados tratados, han sido aprobados sin un adecuado debate por parte de la ciudadanía, ni de los productores agrícolas e industriales y menos por nuestros representantes. Esto, por decir lo menos, es deplorable. Baste decir, que la experiencia, propia y ajena, nos ha demostrado que éstos T.L.C. tienen medidas que afectan, negativamente, a amplios sectores económicos y a la sociedad, ya que insisten en dar facilidades para la extracción de minerales y materias primas ó en la liberalización del comercio de ida (del país desarrollado al país en vías en desarrollo), por las ingentes ganancias que hoy representan, y, si bien apoyan el crecimiento, contribuyen poco en el camino y derecho al desarrollo de nuestras naciones.
5) Continuar apoyando el auge de la construcción: Este sector se ha convertido en uno de los generadores de crecimiento económico y empleo, aunque no de calidad, el déficit de viviendas y el crecimiento sostenido de centros comerciales, será lo que, principalmente le siga dando empuje al sector.

¿Qué no se Hará?:
1) Siguen en el tintero, durmiendo el sueño de los justos, aún cuando, son los responsables del mantenimiento de la profunda desigualdad e inequidad en la distribución del ingreso lo siguiente:
a. Políticas Claras y definidas, en relación a redistribuir el ingreso. Quiere decir a propiciar y hacer verdad una más adecuada distribución de los ingresos, beneficios, y los costos del crecimiento. Este aspecto, no se ha tocado, hasta hoy. Pareciera que los costos los seguiremos pagando todas y todos los ciudadanos y los beneficios tanto hoy como ayer, seguirán del lado de unos pocos, los que pueden invertir.
b. Reforma Tributaria: Es y debe constituirse en un aspecto crucial para la redistribución. Sin embargo, no se ha hecho nada hasta hoy, en el Perú seguirán pagando más impuestos, proporcionalmente, los que menos ingresos tienen y no al contrario. Baste decir, que, por ejemplo el financiamiento del Presupuesto de la República del Perú para el 2,010, sigue manteniendo una brecha al alza, en relación de que la fuente más importante de Ingresos siguen siendo los impuestos indirectos (I.G.V.; Impuesto selectivo al consumo, etc.). Quiere decir lo que pagamos todos y lo que aporta el impuesto a la renta. Quiere decir, aquellos empresarios que se benefician de los éxitos del crecimiento económico es marginal.
c. Fin a las exoneraciones tributarias: Queda sin discusión siquiera.
2) No hay medidas, ni se vislumbran en el horizonte cercano medidas para fortalecer el mercado interno (Doméstico). A pesar de que la crisis internacional no se ha superado y que es necesario, mejorar los ingresos y capacidad de consumo de todas y todos. Reactivar el ingreso vía el mejoramiento de sueldos y salarios podría ser una medida interesante, es más sería muy necesario para subir de mejor manera la cuesta. Ojalá, pronto se entienda.
3) El déficit fiscal se aumentará. Sin embargo, este mayor gasto, a cualquier costo, busca beneficiar a la maquinaria partidaria del gobernante de turno, vía la ejecución de obras, que sabe dios quien priorizará o decidirá. Es, más de lo mismo, poner recursos fiscales, que, en esencia, son de todas y todos los ciudadanos, en manos de quienes quieren reelegirse. Allí en los Municipios y Regiones.
4) Fortalecer nuestra capacidad exportadora y nuestra productividad: Queremos ser claros nos parece fundamental, muy importante promover nuestras exportaciones, tradicionales y no tradicionales, agrícolas e industriales. Pero queremos decirlo en voz alta. Los Tratados, así llamados, de Libre Comercio. NO son la mejor manera de hacerlo. Si queremos exportar más productos con valor agregado, nos debemos preocupar por: Hacer más rentables las exportaciones, incrementar el Tipo de cambio, es un camino; Preparar a nuestra misiones comerciales en el exterior para que sean eficientes y eficaces; Promover la constitución de asociaciones conglomerados, donde participen la pequeña y micro empresa y agricultores; Apoyar la innovación y el desarrollo de nuevos productos basados tanto en nuestra biodiversidad como en las posibilidades que nos da el tener una importante porción de la población del País como jóvenes. Sin embargo, eso no se hará sostenible si se deja de invertir en educación, salud y nutrición, elementos fundamentales para mejorar el capital humano. Lo que a su vez es un requisito indispensable para el aumento de la productividad.
Es necesario iniciar un debate, que permita fortalecer, las capacidades propositivas de la ciudadanía, la comunidad académica y los partidos políticos de la oposición deben debatir el sentido y el acento que le ponemos a los temas económicos.
Esto, hoy por hoy, es fundamental e impostergable, en la medida que nos afecta y concierne a todos no sólo por lo inaceptable que resulta la pobreza y exclusión sino por que todos, sin distinción alguna, tenemos derecho a: forjar y tener vida y vida en abundancia. Digamos, de manera clara que: “otra manera de mirar, entender y organizar la economía es posible”