Hoy en el Perú nos encontramos en un momento de tránsito entre quienes hasta el 31 de diciembre del 2,010 continuarán llevando las riendas de los Gobiernos Regionales, Municipios Provinciales y Municipios Distritales y quiénes han sido elegidos, recientemente, para desempeñar esta labor, en representación de los ciudadanos a partir del 01 de Enero del 2011.
En los próximos días asistiremos a la conformación e inicio de trabajos de las comisiones de transferencia, que, ciertamente, no se conforman en todas las circunscripciones territoriales – situación que debiera corregirse – que servirán para que quienes vayan a recibir la responsabilidad tomen el pulso al Estado-Situación de los Proyectos y Finanzas de las instituciones que gobernarán.
Esperamos que las comisiones de transferencia, allí donde se conformen, puedan realizar un trabajo adecuado que supone hacer un análisis certero de los Programas y Proyectos más importantes en cada Gobierno Regional y cada Municipio, con la finalidad de poder establecer cuáles deben tener continuidad y mantenerse por la eficacia y eficiencia logrados y, prepararse, para superar el desempeño heredado y cuáles deben reorientarse. Así como, que no debe continuar.
Creemos que un análisis y toma de pulso de ésta naturaleza es lo único que garantizaría dar continuidad a lo bien logrado, reorientar lo necesario y quitar, dejar de hacer aquello que no tiene sentido o no ha alcanzado niveles razonables de éxito. Esto, es necesario en la medida que no podemos seguir poniendo la gestión de las regiones y ciudades del país en un vaivén que dependa sólo de la voluntad y decisión política de quiénes ingresen, se inauguren en el poder. Esta manera de entender las cosas ha generado situaciones de “borrón y cuenta nueva” que impiden continuidad y estabilidad en Políticas, Programas y Proyectos que, a la larga, más restan que suman y que, además, nos pone a merced de caudillos que creen estar iluminados.
Un aspecto que es clave es entender que aspectos como: Promover el Desarrollo Económico Local, La Mejora de las condiciones y la efectividad necesaria de los Programas Sociales; La Seguridad Ciudadana, El Ordenamiento del Transporte ó Urbano. Son temas que estarán a la base de la agenda regional y municipal y que por lo tanto no pueden ser resueltos, por alguien, aún tenga una “varita mágica”, que, por lo demás, no existe sino que requiere de la más amplia concertación, y del concurso de tirios y troyanos para su resolución. Hasta aquí queremos plantear que preguntas cómo ¿Qué Políticas y Programas son eficientes y eficaces?; ¿Qué Procesos promueven la participación ciudadana y hacen más viable y real la gestión local? ¿Qué recursos están siendo asignados y administrados de manera correcta? Deben ser, entre otras cosas, lo que guíe la acción de comisiones de transferencia y equipos de gobierno de quienes tomen las riendas en Enero del 2,011. Ser conscientes de que el andamiaje institucional de Gobiernos Regionales y Locales es débil y que deben haber continuidades y, donde sea necesario, algunas rupturas, para fortalecerlos es clave.
Un segundo elemento en esta reflexión tiene relación con la necesidad de saber con qué vallas partimos ó parten quiénes van a gobernar. Nos referimos al nivel de aprobación a la gestión, con el que sus antecesores dejarán el puesto. El caso más claro es el de Lima Metropolitana, allí, según el Sondeo de Opinión de la PUCP, el 61% de los encuestados aprueba la gestión de Luis Castañeda. Menuda tarea la que tiene, entre manos, Susana Villarán, quien lo reemplazará desde Enero del 2,011. Tarea que a nuestro modo de ver se complica toda vez que a todas luces, es necesario un cambio quizá el más importante, el que ella esté a la cabeza y tomando las decisiones fundamentales del Gobierno de Lima.
Muchos creen que aquello de “Calladito te vez más bonito” es lo que le sirvió a Luis Castañeda para mantenerse siempre arriba en las encuestas, el poco exponerse al mundo mediático y realizar cosas visibles, efectivas; encargadas o gestionadas por otros, pareciera que le dio réditos. Aunque algunos dolores de cabeza, también.
Creemos que Susana Villarán tiene capacidad, conocimiento de los problemas de la ciudad, con lo que queremos decir que conoce los intereses, necesidades y carencias de las ciudadanas y ciudadanos que, son la mayoría de los vecinos que conforman Lima Metropolitana, le dieron la posibilidad de gobernar, los llamados “sectores C, D y E”, con cuyos votos triunfó.
Construir, entonces, un gobierno de Lima conducido por su lideresa máxima, es lo que necesitamos, para que la gente vea reflejadas sus aspiraciones. En esta dirección, La Gestión Villarán no debe convertir, la Auditoría o la Fiscalización en un primer y principal objetivo. Se debe hacer, qué duda cabe, pero allí sí encargarlo a una Empresa Reconocida y con Trayectoria, que deje establecido claramente y sin ambages de ningún tipo como estuvo el manejo de los Fondos y Proyectos Municipales en la Administración anterior. Pero ella se debe concentrar en las tareas de Gobierno, de Concertación.
Trabajar una Ordenanza Municipal Metropolitana, por ejemplo, para que los Planes de Desarrollo Concertado y Los Presupuestos Participativos sean mecanismos de participación y toma de decisiones ciudadanas que se cumplan en todos los Distritos, más allá de las voluntades de quiénes los conducen es un aspecto crucial.
Hacer que en Lima todas y todos tengamos servicios de agua potable y luz es impostergable. Trabajar para que los Centros Médicos Municipales amplíen su cobertura y den cabida a todas y todos, es crucial. Promover Empleo y la Mejora de Ingresos de los ciudadanos es clave, resolver el tema del Transporte Masivo y eficiente. Mejorar la seguridad ciudadana de manera concertada. En suma, gobernar la ciudad y estar al frente de los temas cruciales, es la tarea del momento. Devolver la capacidad a los ciudadanos de intervenir en la Gestión, Vigilancia y Toma de decisiones de la ciudad, el gran desafío.
Un tercer tema, no menos importante, es el que quienes conforman Fuerza Social, puedan entender que la diferencia de votos por la que alcanzaron el poder si bien fue decisiva para el triunfo, los obliga a practicar un gobierno de concertación, la misma que se debe expresar no sólo invitando a participar en la gestión de algunos temas para los que la segunda fuerza política tenga capacidad sino en instalar una suerte de Mesa de Concertación Política y Social para el Gobierno de la Ciudad, en la que los Partidos Políticos y las Organizaciones Sociales de Base, analicen, discutan y propongan la “Agenda de la Ciudad”.
Este es un gran desafío pero puede ser no sólo la escuela sino la manera de hacer política que necesitamos construir hoy, en el Perú. Convencernos que la concertación nos hará avanzar más que la polarización, es necesario, debemos recuperar la objetividad, también, en las decisiones y acción política.
Es verdad que la polarización ó, a lo mejor, la necesidad de un cambio que ciudadanas y ciudadanos reclaman, ha permitido, que por un mínimo margen Susana Villarán, a partir de Enero del año próximo gobierne Lima, esto es positivo pero respondió a lo que ha sido, es y lo que puede ser Susana. La concertación podría ser la oportunidad para que asentemos una corriente, una manera de gobernar, vivir y sentir la ciudad. Convertir a Lima en una urbe donde haya espacio y oportunidades para todas y todos, es el signo de estos tiempos.
No renunciemos, avancemos, tomemos y hagamos realidad esa gran oportunidad, que hoy, las Ciudadanas y ciudadanos de Lima metropolitana, Susana y Fuerza Social nos han brindado, Hagamos gestiones de gobierno participativas; transparentes y eficientes; construyamos las bases de la concertación, esa fuerza política y social, necesaria para los grandes cambios, a los que peruanas y peruanos tenemos derecho; escribamos la historia de otro modo, construyamos instituciones políticas fuertes y ciudadanos con capacidad para tomar decisiones. Este tiempo es inmejorable para eso.
Aquí encontrará artículos sobre la coyuntura Social, Política y económica del Perú. Así como un análisis mensual del Contexto Económico Social y Político del Perú y de algunos Países de América Latina
martes, 9 de noviembre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
Elecciones Municipales en Lima Metropolitana, Perú: Es Hora de Respetar la Decisión del Pueblo
El Domingo próximo pasado - 3 de Octubre del 2010 - va a ser, a lo mejor, uno de los días más recordados de nuestra, lamentablemente, aún, frágil, Democracia.
No sólo por qué, íbamos, nuevamente, a expresar nuestra voluntad y por medio de nuestro voto renovar en sus cargos a quienes dirigen, por la voluntad del pueblo, los destinos de gobiernos municipales distritales, provinciales y Gobiernos Regionales. Lo que es, qué duda cabe, una muestra de fortaleza. En la medida que se está cumpliendo con un principio fundamental de un régimen democrático. La alternancia en el Poder que desde 1,980, para el caso de los gobiernos municipales, se ha dado de manera ininterrumpida. Sino, también, por qué en el caso de Lima Metropolitana dos candidatas, dos mujeres, disputaban palmo a palmo, voto a voto la posibilidad de granjearse la mayor parte del apoyo popular y convertirse en la próxima alcaldesa provincial de Lima Metropolitana.
Que la contienda electoral iba a ser reñida, lo sabíamos; que las preferencias estaban divididas y que la tendencia al alza de Susana Villarán, con respecto a Lourdes Flores Nano, era clara y parece que imparable, también era claro. Las últimas encuestas hechas por Ipsos Apoyo, confirmaban esta situación y los resultados a “boca de urna” también. Sin embargo, luego del cierre de las ánforas y de concluido el tiempo para la entrega de las actas oficiales.
Estamos casi frente a una subasta, ciudadanas y ciudadanos tenemos que soportar y entender que, sin ninguna razón de peso aparente y razonable, hayan pasado casi 48 horas y no tengamos un resultado.
Nos hemos enterado que casi el 20 % de las actas están observadas y que se irán a un proceso de observación y levantamiento de observaciones y tachas, donde será lo que puedan negociar los representantes legales de las organizaciones en disputa y la opinión de funcionarios lo que se termine validando. Quiere decir, terceros, decidirán por encima del voto ciudadano. Esto no tiene precedentes, en ninguna elección popular, que se recuerde en el País.
Lo que se debe imponer es la verdad y la real decisión del Pueblo no podemos permitir que prebendas, arreglos o triquiñuelas de abogados y tinterillos terminen poniendo por delante y le quiten legitimidad a la próxima alcaldesa. Las opiniones de connotados especialistas y el sentimiento de la gente de a pie, en la calle es lo que nos dice que, es la candidata de Fuerza Social, seguramente por una muy poca diferencia la que el pueblo ha querido que sea su alcaldesa. Es lo que se debe imponer, si esta tendencia, fuera favorable a Lourdes Flores, el resultado a Boca de Urna, no hubiera sido usado como parece haber se hecho por sus personeros para intentar tachar todo lo que puedan por que hay que ganar la elección aunque sea en mesa. Señora Magdalena Chu, la historia y el pueblo peruano y limeño, las ciudadanas y ciudadanos del Perú le exigimos que respete nuestra decisión y por lo tanto que tenga usted y sus funcionarios una conducta imparcial.
Poner en tela de Juicio la Decisión Popular es algo que no debemos permitir, es mejor que quienes saben que no recibieron la mayoría de votos entiendan que son gajes del oficio Político “Vencer o Ser Vencidos”. El Pueblo lo quiso y lo dijo, el Pueblo sabe quién es su alcaldesa. Dejémonos de arreglos y acomodos, dejemos de justificar empates técnicos, respetemos la voluntad popular, respetemos la decisión del Pueblo eso es un mandato supremo.
No sólo por qué, íbamos, nuevamente, a expresar nuestra voluntad y por medio de nuestro voto renovar en sus cargos a quienes dirigen, por la voluntad del pueblo, los destinos de gobiernos municipales distritales, provinciales y Gobiernos Regionales. Lo que es, qué duda cabe, una muestra de fortaleza. En la medida que se está cumpliendo con un principio fundamental de un régimen democrático. La alternancia en el Poder que desde 1,980, para el caso de los gobiernos municipales, se ha dado de manera ininterrumpida. Sino, también, por qué en el caso de Lima Metropolitana dos candidatas, dos mujeres, disputaban palmo a palmo, voto a voto la posibilidad de granjearse la mayor parte del apoyo popular y convertirse en la próxima alcaldesa provincial de Lima Metropolitana.
Que la contienda electoral iba a ser reñida, lo sabíamos; que las preferencias estaban divididas y que la tendencia al alza de Susana Villarán, con respecto a Lourdes Flores Nano, era clara y parece que imparable, también era claro. Las últimas encuestas hechas por Ipsos Apoyo, confirmaban esta situación y los resultados a “boca de urna” también. Sin embargo, luego del cierre de las ánforas y de concluido el tiempo para la entrega de las actas oficiales.
Estamos casi frente a una subasta, ciudadanas y ciudadanos tenemos que soportar y entender que, sin ninguna razón de peso aparente y razonable, hayan pasado casi 48 horas y no tengamos un resultado.
Nos hemos enterado que casi el 20 % de las actas están observadas y que se irán a un proceso de observación y levantamiento de observaciones y tachas, donde será lo que puedan negociar los representantes legales de las organizaciones en disputa y la opinión de funcionarios lo que se termine validando. Quiere decir, terceros, decidirán por encima del voto ciudadano. Esto no tiene precedentes, en ninguna elección popular, que se recuerde en el País.
Lo que se debe imponer es la verdad y la real decisión del Pueblo no podemos permitir que prebendas, arreglos o triquiñuelas de abogados y tinterillos terminen poniendo por delante y le quiten legitimidad a la próxima alcaldesa. Las opiniones de connotados especialistas y el sentimiento de la gente de a pie, en la calle es lo que nos dice que, es la candidata de Fuerza Social, seguramente por una muy poca diferencia la que el pueblo ha querido que sea su alcaldesa. Es lo que se debe imponer, si esta tendencia, fuera favorable a Lourdes Flores, el resultado a Boca de Urna, no hubiera sido usado como parece haber se hecho por sus personeros para intentar tachar todo lo que puedan por que hay que ganar la elección aunque sea en mesa. Señora Magdalena Chu, la historia y el pueblo peruano y limeño, las ciudadanas y ciudadanos del Perú le exigimos que respete nuestra decisión y por lo tanto que tenga usted y sus funcionarios una conducta imparcial.
Poner en tela de Juicio la Decisión Popular es algo que no debemos permitir, es mejor que quienes saben que no recibieron la mayoría de votos entiendan que son gajes del oficio Político “Vencer o Ser Vencidos”. El Pueblo lo quiso y lo dijo, el Pueblo sabe quién es su alcaldesa. Dejémonos de arreglos y acomodos, dejemos de justificar empates técnicos, respetemos la voluntad popular, respetemos la decisión del Pueblo eso es un mandato supremo.
viernes, 24 de septiembre de 2010
Lima Hoy: Elecciones Municipales: Afirmemos nuestra Ciudadanía, construyamos el Bien Común.
La Campaña Político-Electoral, rumbo a obtener la gestión del Gobierno Municipal Provincial de Lima Metropolitana. Así como, la de las otras 195 provincias y 1828 distritos, está en su recta final, en éste artículo se analiza los aspectos más saltantes, sorprendentes de la contienda electoral en Lima, capital del País.
Los aspectos saltantes, sorprendentes, en esta oportunidad, para definir quién ocupe el sillón municipal - a partir de Enero del 2,0011- en Lima Metropolitana , en mi opinión, son: a) El cambio, drástico, en la intención de voto de ciudadanas y ciudadanos; b) El carácter plebiscitario que podría tener, en términos de una contienda entre los de arriba y los de abajo; C) El que dos mujeres sean las que sumen la mayor parte de las preferencias electorales y d) La Intolerancia, diatriba e insulto, en la que algunos, lamentablemente, no pocos, generadores de opinión, medios de comunicación, quieren poner, en primer lugar del debate, para influir o intencionar la decisión final.
Antes de analizar cada uno de los puntos señalados, líneas arriba, quiero expresar, recordar que ciudadanas y ciudadanos cuándo decidamos por quién optar. Quiere decir, a quién, le delegaremos y daremos la oportunidad de Gobernar Lima, debemos: En primer lugar analizar los programas de gobierno - de las diferentes fuerzas políticas en contienda - y sobre todo, hacernos un juicio sobre la viabilidad de lo que ofrecen y el realismo o las posibilidades de concretarlas y ponernos en el camino para solucionar los problemas de la ciudad. De otro lado, analizar si son propuestas integrales que involucren el ámbito económico, social, ético cultural, de seguridad ciudadana y de promoción del empleo y la construcción de la infraestructura económica y social que permita atraer inversión y oportunidades para todos y todas velando, de esta manera, por recobrar un nuevo sentido de gobernar la ciudad que se caracterice por construir el bien común.
Sin embargo la realidad, es distinta, las opciones electorales, se definen, muchas veces, por razones distintas a las señaladas y que más tienen que ver con aspectos subjetivos como: me gusta ó no este candidato ó ¿por quién vas a votar?, entonces por allí voy ó ¿qué dicen las encuestas?, etc. Las posibilidades y condiciones para contar con un voto informado y consciente, todavía no son muchas, en el País y, aunque parezca paradójico, es responsabilidad de muchas de las fuerzas políticas que hoy se disputan el sillón municipal.
No Obstante esta situación, analicemos lo que creemos es la trama en la que se está inscribiendo esta contienda electoral:
a) El cambio, drástico, en la intención de voto de ciudadanas y ciudadanos; A poco más de una semanas de las elecciones municipales, estamos asistiendo y presenciando un fenómeno pocas veces se visto. Es claro, a esta altura en la contienda electoral que hay cambios severos en las intenciones de voto de ciudadanas y ciudadanos. Hoy, Susana Villarán de la Puente, supera a Lourdes Flores Nano y eso se ha dado, recientemente, y es uno de los cambios. Pero la naturaleza y profundidad del cambio no tiene que ver con el declive en las preferencias del electorado que están afectando a Lourdes Flores Nano, ya que ella está sólo a 6 puntos menos, de Villarán. El cambio más importante, drástico, es el incremento, en las preferencias electorales que tiene Susana Villarán, quien está encabezando, actualmente, la preferencia electoral de limeñas y limeños .
Al analizar de dónde viene este crecimiento, este cambio en las preferencias respecto a Susana Villarán vemos que ha logrado ampliar su intención de voto en los sectores D y E, la mayoría del electorado. Mientras que, es segunda en, intención de voto en los sectores A y B.
Lo que quiere decir, en mi lectura, lo siguiente, su discurso e imagen pesa más entre los menos favorecidos con el modelo económico actual, que son los más importantes en número de votos y pesa, por lo tanto, un poco menos entre los sectores A y B, los más favorecidos con el modelo económico actual. Quiénes además sentían que Lourdes Flores, no tenía contendor, la realidad les demostró que sí tiene contendora y no cualquier contendora.
b) El carácter plebiscitario que podría tener, en términos de una contienda entre los de arriba y los de abajo:
A esta altura de la contienda electoral municipal, en lima metropolitana, podríamos pensar que el electorado, podría utilizar esta elección para expresar claramente que se necesitan cambios. Después de 20 años de esfuerzos, sacrificios, concentrados, mayormente, en los llamados sectores C, D y E. Los Costos y los Beneficios del modelo Económico actual se han repartido de manera tan desigual e inequitativa que los de abajo, cada vez se han sentido peor y los de arriba, se han llevado todos ó la mayor parte de los beneficios.
Esta contienda electoral, podría significar dos cosas:
- Que la mayoría de ciudadanos hoy comprendidos en las llamadas clases C, D y E, a propósito de la elección les digan a los poderosos que no los quieren gobernando su ciudad. Y
- Que las Mayorías conviertan su acción y participación electoral en una muestra de que quieren cambios.
Pareciera que en términos de los llamados sectores altos y bajos las cosas están definidas, Quiere decir que en los Sectores A y B Lourdes Flores, es la primera y Susana Villarán será la segunda y que en los sectores D y E Susana Villarán podría consolidar su liderazgo, ahora es la clase “C”, la que pondrá la cereza en el pastel, definirá, probablemente el resultado de las elecciones. Podríamos pensar que a eso se debería el que en este último tramo de la campaña, la intolerancia, el insulto y la diatriba, se hayan apoderado, de hecho, de la contienda y busquen influir en la decisión final, de muchos de los todavía indecisos del llamado sector “C”, a partir del morbo, la fobia, el insulto, la intolerancia la diatriba. O, a lo mejor, apelando a lo siguiente: “Económicamente eres del sector “C” y lo sabes pero subjetivamente, te sientes del sector “B”, vota con nosotros. Sin embargo, no hay que olvidar que una parte importante de ciudadanas y ciudadanos que se encuentran en el sector “C”, van a realizar el voto informado. Así que más que intolerancia serán propuestas y honestidad lo que va a pesar para decidir el voto.
C) El que dos mujeres sean las que sumen la mayor parte de las preferencias electorales:
Quizá el elemento más novedoso e importante en éste proceso electoral es que por primera vez, en nuestra historia republicana, dos mujeres se disputan voto a voto el sillón municipal más importante del país, el del Municipio Provincial de Lima y eso, la verdad, me parece y nos debe parecer a todos y todas muy importante. No sólo por qué da cuenta que las mujeres hoy en el Perú tienen un lugar, algo que decir y proponer en política. Sino además, por qué, a mi modo de ver, es el reconocimiento de honestidad, capacidad y buena gestión, la que está primando al momento de optar por preferencias, no es que los candidatos hombres no sean capaces. Se trata de que hay como una percepción, sentimiento, una intuición que a lo mejor, no se expresa suficiente, y tiene que ver con: “No será que las mujeres, gobernarán mejor”. En los sectores “D” y “E”. Casi no hay duda de eso, los Comedores Populares, los Clubes de Madres, Las Micro Empresas, Las Promotoras de Salud, entre muchas otras organizaciones que son integradas, en su mayor parte por mujeres así lo demuestran. Pero en el Sector A y B, la cantidad de mujeres empresarias y en altos cargos de la función púbica son muestra de eso también.
Lo más importante aquí es que hoy dos mujeres suman el 58 % de las preferencias electorales y eso dice que hay nuevos aires en la política y creo que es para bien.
d) La Intolerancia, diatriba e insulto:
Es lamentable, pero hoy, éste tipo de elementos subalternos se han instalado y pareciera que apoderado sino que son parte importante del escenario, de la contienda electoral en curso. Y eso, en mi opinión, se debe a lo siguiente:
El cambio drástico en las preferencias electorales, coloca a Susana Villarán, como un serio y creciente peligro para las aspiraciones de su (hoy) contendora más cercana y entonces se empieza a imponer la contra campaña y un elemento y forma de hacerlo como la intolerancia, que en principio no debemos permitir: como empezar a expresar en medios de comunicación un ¡No! A quién subía en las encuestas y dejaba atrás la aparente tranquilidad del proceso y lo convertía realmente en una contienda electoral a la cual, por lo demás, tenemos derecho. También, Lourdes es atacada, por quiénes han empezado a decir Sí a Susana u otros, que se escudan en eso. Esto es deplorable, venga de donde venga, si los ataques no se sustentan en un juicio crítico a las propuestas, que cada una enarbola. Creo que entre los que atacan, más que personas de la corriente de pensamiento de Susana, están otros. Otros que antes estaban en otras trincheras – con Kouri, a lo mejor – que tienen encono con Lourdes en la medida que colaboró a sacar de carrera a éste último ó quien sea. Creo que eso, no es lo más importante la contienda la podría ganar quien tenga mejores propuestas ó quién tenga menos rechazo del electorado general, aquí ver el resultado de ¿quién cree qué ganaría? Ó ¿Por quién, no votaría, usted? Nos podrían indicar las tendencias, de lo que podría pasar.
No se trata desde aquí de hacer un llamado para ocultar las tendencias ideológicas de quienes escriben o tienen la posibilidad de tener espacios o ser propietarios de los medios de comunicación sino que se trata de hacer un llamado para que se conserve la tolerancia, altura y seriedad que debe tener una contienda electoral.
Ciudadanas y Ciudadanos no necesitamos de periodistas que se erijan en la voz de nuestra conciencia y menos en quiénes nos lleven a decidir nuestro voto, esto último, por decir lo menos, es una falta de respeto a nosotros. Si queremos periodistas que informen de manera objetiva y nos eduquen, en el buen sentido del término, para optar por lo mejor para nuestra ciudad. Recuperemos la Honestidad y la Capacidad, para gobernar Lima como los elementos con los que enjuiciemos a las dos candidatas, con mayores preferencias, en contienda y enseñemos a que ciudadanas y ciudadanos queremos que los candidatos y sus organizaciones políticas sean transparentes, respetuosas del electorado y que conviertan este hito en la vida política y democrática de Lima en una escuela de civismo y de renovado compromiso con nuestra ciudad, sus vecinos siendo que el progreso de todas y todos y la construcción del bien común es lo que debe primar.
Finalmente el Pueblo de Manera soberana y autónoma, en su calidad de mandante, decidirá, debemos estar seguros por la mejor opción para gobernar Lima, haciendo que Honestidad, Capacidad y Experiencia de Gobierno sean los elementos que se tomen en cuenta a la hora de decidir. Creo que no es hora sólo de discursos inteligentes y buenas intenciones, es hora más bien de dar respuesta de una vez por todas a ciudadanas y ciudadanos, convirtiendo a Lima en el polo de desarrollo que debe ser, dotándolo de la infraestructura social y productiva y la seguridad que necesita para atraer inversión.
Lograr eso necesita, además de discursos y propuestas, personas que tengan experiencia de gobierno y con honestidad personal y soportada por un andamiaje político dónde las cosas se decidan por los mismos valores. Honestidad y Capacidad. Si eso es así para todos abrasemos esa opción y hagamos oídos sordos a los intolerantes e inconsecuentes. Afirmemos nuestros valores democráticos y nuestra condición de ciudadanas y ciudadanos capaces de tomar decisión por nosotros mismos orientados por el logro de un bien supremo “El Bien Común”.
Los aspectos saltantes, sorprendentes, en esta oportunidad, para definir quién ocupe el sillón municipal - a partir de Enero del 2,0011- en Lima Metropolitana , en mi opinión, son: a) El cambio, drástico, en la intención de voto de ciudadanas y ciudadanos; b) El carácter plebiscitario que podría tener, en términos de una contienda entre los de arriba y los de abajo; C) El que dos mujeres sean las que sumen la mayor parte de las preferencias electorales y d) La Intolerancia, diatriba e insulto, en la que algunos, lamentablemente, no pocos, generadores de opinión, medios de comunicación, quieren poner, en primer lugar del debate, para influir o intencionar la decisión final.
Antes de analizar cada uno de los puntos señalados, líneas arriba, quiero expresar, recordar que ciudadanas y ciudadanos cuándo decidamos por quién optar. Quiere decir, a quién, le delegaremos y daremos la oportunidad de Gobernar Lima, debemos: En primer lugar analizar los programas de gobierno - de las diferentes fuerzas políticas en contienda - y sobre todo, hacernos un juicio sobre la viabilidad de lo que ofrecen y el realismo o las posibilidades de concretarlas y ponernos en el camino para solucionar los problemas de la ciudad. De otro lado, analizar si son propuestas integrales que involucren el ámbito económico, social, ético cultural, de seguridad ciudadana y de promoción del empleo y la construcción de la infraestructura económica y social que permita atraer inversión y oportunidades para todos y todas velando, de esta manera, por recobrar un nuevo sentido de gobernar la ciudad que se caracterice por construir el bien común.
Sin embargo la realidad, es distinta, las opciones electorales, se definen, muchas veces, por razones distintas a las señaladas y que más tienen que ver con aspectos subjetivos como: me gusta ó no este candidato ó ¿por quién vas a votar?, entonces por allí voy ó ¿qué dicen las encuestas?, etc. Las posibilidades y condiciones para contar con un voto informado y consciente, todavía no son muchas, en el País y, aunque parezca paradójico, es responsabilidad de muchas de las fuerzas políticas que hoy se disputan el sillón municipal.
No Obstante esta situación, analicemos lo que creemos es la trama en la que se está inscribiendo esta contienda electoral:
a) El cambio, drástico, en la intención de voto de ciudadanas y ciudadanos; A poco más de una semanas de las elecciones municipales, estamos asistiendo y presenciando un fenómeno pocas veces se visto. Es claro, a esta altura en la contienda electoral que hay cambios severos en las intenciones de voto de ciudadanas y ciudadanos. Hoy, Susana Villarán de la Puente, supera a Lourdes Flores Nano y eso se ha dado, recientemente, y es uno de los cambios. Pero la naturaleza y profundidad del cambio no tiene que ver con el declive en las preferencias del electorado que están afectando a Lourdes Flores Nano, ya que ella está sólo a 6 puntos menos, de Villarán. El cambio más importante, drástico, es el incremento, en las preferencias electorales que tiene Susana Villarán, quien está encabezando, actualmente, la preferencia electoral de limeñas y limeños .
Al analizar de dónde viene este crecimiento, este cambio en las preferencias respecto a Susana Villarán vemos que ha logrado ampliar su intención de voto en los sectores D y E, la mayoría del electorado. Mientras que, es segunda en, intención de voto en los sectores A y B.
Lo que quiere decir, en mi lectura, lo siguiente, su discurso e imagen pesa más entre los menos favorecidos con el modelo económico actual, que son los más importantes en número de votos y pesa, por lo tanto, un poco menos entre los sectores A y B, los más favorecidos con el modelo económico actual. Quiénes además sentían que Lourdes Flores, no tenía contendor, la realidad les demostró que sí tiene contendora y no cualquier contendora.
b) El carácter plebiscitario que podría tener, en términos de una contienda entre los de arriba y los de abajo:
A esta altura de la contienda electoral municipal, en lima metropolitana, podríamos pensar que el electorado, podría utilizar esta elección para expresar claramente que se necesitan cambios. Después de 20 años de esfuerzos, sacrificios, concentrados, mayormente, en los llamados sectores C, D y E. Los Costos y los Beneficios del modelo Económico actual se han repartido de manera tan desigual e inequitativa que los de abajo, cada vez se han sentido peor y los de arriba, se han llevado todos ó la mayor parte de los beneficios.
Esta contienda electoral, podría significar dos cosas:
- Que la mayoría de ciudadanos hoy comprendidos en las llamadas clases C, D y E, a propósito de la elección les digan a los poderosos que no los quieren gobernando su ciudad. Y
- Que las Mayorías conviertan su acción y participación electoral en una muestra de que quieren cambios.
Pareciera que en términos de los llamados sectores altos y bajos las cosas están definidas, Quiere decir que en los Sectores A y B Lourdes Flores, es la primera y Susana Villarán será la segunda y que en los sectores D y E Susana Villarán podría consolidar su liderazgo, ahora es la clase “C”, la que pondrá la cereza en el pastel, definirá, probablemente el resultado de las elecciones. Podríamos pensar que a eso se debería el que en este último tramo de la campaña, la intolerancia, el insulto y la diatriba, se hayan apoderado, de hecho, de la contienda y busquen influir en la decisión final, de muchos de los todavía indecisos del llamado sector “C”, a partir del morbo, la fobia, el insulto, la intolerancia la diatriba. O, a lo mejor, apelando a lo siguiente: “Económicamente eres del sector “C” y lo sabes pero subjetivamente, te sientes del sector “B”, vota con nosotros. Sin embargo, no hay que olvidar que una parte importante de ciudadanas y ciudadanos que se encuentran en el sector “C”, van a realizar el voto informado. Así que más que intolerancia serán propuestas y honestidad lo que va a pesar para decidir el voto.
C) El que dos mujeres sean las que sumen la mayor parte de las preferencias electorales:
Quizá el elemento más novedoso e importante en éste proceso electoral es que por primera vez, en nuestra historia republicana, dos mujeres se disputan voto a voto el sillón municipal más importante del país, el del Municipio Provincial de Lima y eso, la verdad, me parece y nos debe parecer a todos y todas muy importante. No sólo por qué da cuenta que las mujeres hoy en el Perú tienen un lugar, algo que decir y proponer en política. Sino además, por qué, a mi modo de ver, es el reconocimiento de honestidad, capacidad y buena gestión, la que está primando al momento de optar por preferencias, no es que los candidatos hombres no sean capaces. Se trata de que hay como una percepción, sentimiento, una intuición que a lo mejor, no se expresa suficiente, y tiene que ver con: “No será que las mujeres, gobernarán mejor”. En los sectores “D” y “E”. Casi no hay duda de eso, los Comedores Populares, los Clubes de Madres, Las Micro Empresas, Las Promotoras de Salud, entre muchas otras organizaciones que son integradas, en su mayor parte por mujeres así lo demuestran. Pero en el Sector A y B, la cantidad de mujeres empresarias y en altos cargos de la función púbica son muestra de eso también.
Lo más importante aquí es que hoy dos mujeres suman el 58 % de las preferencias electorales y eso dice que hay nuevos aires en la política y creo que es para bien.
d) La Intolerancia, diatriba e insulto:
Es lamentable, pero hoy, éste tipo de elementos subalternos se han instalado y pareciera que apoderado sino que son parte importante del escenario, de la contienda electoral en curso. Y eso, en mi opinión, se debe a lo siguiente:
El cambio drástico en las preferencias electorales, coloca a Susana Villarán, como un serio y creciente peligro para las aspiraciones de su (hoy) contendora más cercana y entonces se empieza a imponer la contra campaña y un elemento y forma de hacerlo como la intolerancia, que en principio no debemos permitir: como empezar a expresar en medios de comunicación un ¡No! A quién subía en las encuestas y dejaba atrás la aparente tranquilidad del proceso y lo convertía realmente en una contienda electoral a la cual, por lo demás, tenemos derecho. También, Lourdes es atacada, por quiénes han empezado a decir Sí a Susana u otros, que se escudan en eso. Esto es deplorable, venga de donde venga, si los ataques no se sustentan en un juicio crítico a las propuestas, que cada una enarbola. Creo que entre los que atacan, más que personas de la corriente de pensamiento de Susana, están otros. Otros que antes estaban en otras trincheras – con Kouri, a lo mejor – que tienen encono con Lourdes en la medida que colaboró a sacar de carrera a éste último ó quien sea. Creo que eso, no es lo más importante la contienda la podría ganar quien tenga mejores propuestas ó quién tenga menos rechazo del electorado general, aquí ver el resultado de ¿quién cree qué ganaría? Ó ¿Por quién, no votaría, usted? Nos podrían indicar las tendencias, de lo que podría pasar.
No se trata desde aquí de hacer un llamado para ocultar las tendencias ideológicas de quienes escriben o tienen la posibilidad de tener espacios o ser propietarios de los medios de comunicación sino que se trata de hacer un llamado para que se conserve la tolerancia, altura y seriedad que debe tener una contienda electoral.
Ciudadanas y Ciudadanos no necesitamos de periodistas que se erijan en la voz de nuestra conciencia y menos en quiénes nos lleven a decidir nuestro voto, esto último, por decir lo menos, es una falta de respeto a nosotros. Si queremos periodistas que informen de manera objetiva y nos eduquen, en el buen sentido del término, para optar por lo mejor para nuestra ciudad. Recuperemos la Honestidad y la Capacidad, para gobernar Lima como los elementos con los que enjuiciemos a las dos candidatas, con mayores preferencias, en contienda y enseñemos a que ciudadanas y ciudadanos queremos que los candidatos y sus organizaciones políticas sean transparentes, respetuosas del electorado y que conviertan este hito en la vida política y democrática de Lima en una escuela de civismo y de renovado compromiso con nuestra ciudad, sus vecinos siendo que el progreso de todas y todos y la construcción del bien común es lo que debe primar.
Finalmente el Pueblo de Manera soberana y autónoma, en su calidad de mandante, decidirá, debemos estar seguros por la mejor opción para gobernar Lima, haciendo que Honestidad, Capacidad y Experiencia de Gobierno sean los elementos que se tomen en cuenta a la hora de decidir. Creo que no es hora sólo de discursos inteligentes y buenas intenciones, es hora más bien de dar respuesta de una vez por todas a ciudadanas y ciudadanos, convirtiendo a Lima en el polo de desarrollo que debe ser, dotándolo de la infraestructura social y productiva y la seguridad que necesita para atraer inversión.
Lograr eso necesita, además de discursos y propuestas, personas que tengan experiencia de gobierno y con honestidad personal y soportada por un andamiaje político dónde las cosas se decidan por los mismos valores. Honestidad y Capacidad. Si eso es así para todos abrasemos esa opción y hagamos oídos sordos a los intolerantes e inconsecuentes. Afirmemos nuestros valores democráticos y nuestra condición de ciudadanas y ciudadanos capaces de tomar decisión por nosotros mismos orientados por el logro de un bien supremo “El Bien Común”.
miércoles, 4 de agosto de 2010
PERU HOY: ¿CÓMO ESTAMOS, A UN AÑO DE FINALIZAR EL GOBIERNO DE ALAN GARCIA PEREZ?
Acabamos de empezar el último año del segundo gobierno del Partido Aprista Peruano, encabezado por el Ciudadano Alan García Pérez y creemos que hay que hacer un alto para poder realizar un balance de la situación de la economía, la política y la situación social en la medida que es importante no sólo mirar aciertos, y por lo tanto ser triunfalistas, ó, por el contrario, sólo mirar lo que no se hizo ó lo que se dejó de hacer, y, por lo tanto, ser sólo desconfiados ó escépticos.
Estamos convencidos que el momento actual, el hoy, en el Perú, necesita de un mesurado y profundo análisis tanto de los avances logrados cuanto de las limitaciones y, sobre todo, que partidos y movimientos políticos; técnicos y ciudadanas y ciudadanos podamos concertar y establecer las nuevas coordenadas por las que discurrirán la política económica, la toma de decisiones y la participación política. Así como la mitigación de la pobreza y la exclusión aspectos más que importantes para la vida y el futuro de nuestra nación.
Todas y todos los peruanos venimos asistiendo desde Agosto de 1,990 a presenciar una obra - que con aciertos y desaciertos; avances y retrocesos - nos proponía en su trama que otra manera de organizar el Estado, la economía y la sociedad era posible y no sólo eso sino que debíamos transitar por sacrificios, ajustes, para corregir los desaciertos del pasado y llegar así a poder tener un nuevo amanecer y un futuro promisorio para todas y todos.
Han pasado ya 20 años desde el inicio de ésta nueva manera de ver y hacer las cosas. Sin embargo, el nuevo amanecer y el futuro promisorio sólo ha llegado para algunos y, lo que es peor, se ha favorecido más, por llamarlo así, a los que menos sufrieron ó tuvieron que hacer ajustes en su forma y calidad de vida – quiere decir a los que más tienen - y menos a quiénes tuvieron que soportar - y todavía no se han recuperado - grandes ajustes y cambios drásticos en su calidad de vida. Lo que, aunque parezca paradójico, es real, tan real que los niveles de pobreza y exclusión aunque han cedido un poco – en todo este tiempo - siguen siendo importantes y la exclusión sigue siendo parte del panorama que ojalá algún día no tengamos que ver o veamos cada vez menos.
¿Cómo le va a la Economía?
Los avances en términos del manejo económico han sido importantes podemos mencionar el control de la inflación, el incremento de las reservas y el crecimiento del P.B.I, éste último sólo bajó su ritmo de crecimiento en el 2,009 como producto de la crisis internacional. Hoy, pareciera que se ha recuperado la senda del crecimiento. Estos indicadores, son suficientes para que la mayoría de los economistas y en particular para los que ven con buenos ojos el modelo neo-liberal, ya que dicen que estamos bien, todas y todos en el Perú por que crece el P.B.I. y mejora, por lo tanto, el ingreso per-cápita.
Nosotros creemos que: Si bien, es importante el crecimiento del P.B.I. para que a la economía del País le vaya mejor. Este crecimiento, no necesariamente es sinónimo que a todos les vaya bien, veamos por qué:
Humberto Campodónico en un artículo titulado “La boca del Cocodrilo sigue abierta” nos ilustra y hace una reflexión distinta en relación a mirar otros indicadores para saber a quiénes les va bien realmente ó a quienes no les ha ido nada bien en el Perú.
Un indicador de medición es el que separa, descompone el P.B.I por tipo de ingreso (tomando como base las cifras del INEI del 2009), los elementos que analiza son: los salarios, el excedente de explotación (las ganancias), el consumo de capital fijo (la depreciación) y los impuestos pagados (IGV, renta y aranceles, principalmente). En la “jerga” económica, esto equivale a decir que el PBI se cuantifica a partir de los ingresos recibidos por los agentes económicos como retribución por su participación en el proceso de producción. Entonces veamos:
¿Cómo se han comportado los salarios en el periodo 1991-2009?
Mal, porque su participación bajó del 30.1% del PBI en 1991 hasta 22% en el 2009. Quiere decir que la retribución de los trabajadores, por su participación en el proceso de producción decreció en 8 % aproximadamente. Las cifras de participación de los salarios en el PBI son bajas en relación a América Latina, donde en todos los países de medianos ingresos – donde ahora ubican los organismos internacionales al Perú - la participación salarial está entre el 30 a 35% del PBI. Para no hablar de Europa y EEUU, donde supera el 50%.
¿Cuál ha sido el desempeño de los excedentes de explotación (Ganancias de los empresarios)
Por el contrario, los excedentes de explotación (EE) han subido desde el 52.7% del PBI en 1991 hasta el 62.8% en el 2009. Puede decirse, entonces, que lo que han perdido los asalariados lo ha ganado el EE. Es importante ver también que, en los años de fuerte crecimiento (del 2002 al 2008), los salarios no aumentaron.
¿Qué pasó con el consumo de capital fijo y los impuestos?
El consumo de capital fijo se ha mantenido más o menos constante en 7% del PBI en la década del 2000. De su lado, los impuestos han sido el 9.2% del PBI en promedio en el mismo periodo.
Como el PBI corriente del 2009 fue S/. 392,000 millones, según el INEI, tenemos que cada 1% del PBI equivale a S/. 3,920 millones anuales. Si los asalariados bajaron su participación del 30 al 22% del PBI entre 1991 y el 2009, dejaron de percibir S/. 31,300 millones, cifra que pasaron a ganar los empleadores.
En conclusión, los asalariados son los perdedores en el periodo 1991-2009, mientras el EE ocupa –de lejos– el podio de los ganadores. Es por eso que no se puede decir tan alegremente que “la marea alta hace subir por igual a todos los botes”. En la economía peruana, la marea alta hace subir unos cuantos botes, mientras la mayor parte va para abajo.
Por lo tanto, queda claro que la distribución del ingreso, elemento que hay que mejorar de manera urgente en el Perú, no ha sufrido cambios, en éstos 20 años. Siendo uno de los más inequitativos de América latina y el mundo. Atrevernos como sociedad y Estado a sacarlo del tintero y poner metas realistas y crecientes para empezar a cambiarlo es un imperativo y lamentablemente la tarea que nadie quiere cumplir ó todos postergan. Peruanas y peruanos necesitamos recuperar el valor del trabajo que es, sin duda, el principal factor de la creación de riqueza y, por lo tanto, mejorar ostensiblemente la retribución que los asalariados reciben por su participación en el proceso de producción.
¿Qué pasa con la Política?
Ciudadanas y Ciudadanos en el Perú venimos eligiendo autoridades locales, regionales y nacionales por varios períodos lo que da cuenta, entre otras cosas, de que tenemos gobernantes legítimos y que hay recambio en la conducción del Estado. Sin embargo, a nuestro modo de ver, hay dos problemas fundamentales por resolver: Uno de ellos pasa por que desde hace mucho tiempo los ciudadanos sentimos que terminamos votando ó eligiendo al candidato ó candidata que representa “el mal menor” y el segundo es un problema de representatividad. Que se ha ido incubando, en los últimos veinte años, y hoy se hace cada vez más notorio. Las cifras de aprobación a la gestión presidencial y a la gestión de los congresistas son tan bajas que ponen en claro que la población no se siente representada por quienes gobiernan.
En ese sentido, sólo encontramos legitimadas, aprobadas, por la población, algunas gestiones de gobierno en espacios locales y regionales, creemos que se debe a procesos de participación impulsados desde ellos y que han sido mantenidos por sus autoridades ó a que ciudadanas y ciudadanos sienten que son escuchados o ven resueltos algunos de sus problemas.
En todos estos años. Si bien, hemos tenido gobiernos democráticos, los partidos y movimientos políticos han despreciado ó atendido poco la necesidad de construir instituciones y comunidad política, haciendo por el contrario uso y abuso del estilo y arrastre personal de sus líderes, más connotados, ó se han sumando a aquella vieja forma de actuar en política que tiene relación con creerse el dueño de la verdad ó que somos los que debemos liderar a otros que solo se suman, con lo que sólo se ha avivado la fragmentación.
Hoy, algunos, se sorprenden de ello y otros se pesan, pero nadie le pone el cascabel al gato estamos asistiendo a una nueva contienda electoral para gobiernos locales y el primer dato que debemos registrar es una mayor fragmentación, cada vez y, lo que es peor, esta situación no sólo debilita a los partidos sino que limita mucho las posibilidades de concertar temas importantes e impostergables como son: El poner una carga impositiva adecuada a la actividad minera, acorde con sus ganancias, por supuesto. Establecer metas coherentes, medibles y de cumplimiento obligado para la mitigación de la pobreza y la erradicación de la extrema pobreza ó un programa que mejore las capacidades y oportunidades para todas y todos en el Perú.
Es urgente que la democracia, pase a ser no sólo un régimen ó una manera de gobernar necesitamos que se erija en algo realmente sustantivo lo que supone demostrar que el bien común, la igualdad, la equidad y la justicia siguen siendo los valores que la rigen y por el que lucharemos movimientos, partidos políticos y ciudadanos.
Situación Social:
Estamos hoy en una encrucijada, de un lado vemos como los indicadores de pobreza disminuyen mientras que la exclusión se incrementa ó, en el mejor de los casos, se mantiene, no retrocede.
Los avances en éste período respecto de las condiciones sociales de los peruanos son pocos. En los últimos años, el crecimiento económico, se ha estimulado principalmente por los altos precios de nuestras materias primas, minería, principalmente, lo que no está mal. Sin embargo, éste crecimiento, que, con una adecuada carga impositiva, por las sobre ganancias obtenidas, podría haber permitido avanzar en cerrar brechas tanto en cobertura cuanto en calidad en sectores como: educación y salud, ha dado nuevamente beneficios sólo a unos pocos.
Seguimos postergando el tomar decisiones que nos permitan contar con mejores políticas sociales o generación de empleo y aumentos de salarios que repartan mejor la riqueza y por lo tanto reduzcan la pobreza.
Con este panorama, es poco lo que se ha avanzado en mitigar las profundas desigualdades existentes las mismas que afectan sobre todo a los pueblos originarios y afro descendientes, a las personas con habilidades diferentes, a las mujeres, y a los pobres en general.
La Vivienda, componente fundamental del gasto de las familias pobres siguen elaborándose bajo un esquema rentista y especulativo que pone el acento en los ingentes recursos económicos que ganan quiénes construyen y financian. Quienes, se benefician a costa de la necesidad de vivienda de los pobres, quienes por los magros salarios, no han podido acumular los ingresos necesarios para resolver la situación.
Es necesario, que discutamos como sociedad el tipo de programas de vivienda que el Estado debe apoyar, buscando que los ingresos sean adecuados y los costos también. De otro modo las familias de clases medias bajas y pobres en vez de heredar casas heredarán deudas a sus familiares.
Este sombrío panorama es el que nos dice que las tareas del último año del actual gobierno y sobre todo las del próximo gobierno seguirán siendo arduas. Es necesario, a partir de ahora, poner el acento en mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población los denominados sectores “C”, “D” y “E” que no son otros que clases medias bajas, pobres y pobres extremos. Basta de paliativos, de lo que se trata es de distribuir mejor la riqueza que, además, todos contribuimos para generarla y los trabajadores más; el que hagamos mejoras para los asalariados, incremento de sueldos y salarios es urgente; el establecer políticas de promoción a las micro y pequeñas empresas es impostergable, son ellos los que realmente están generando alternativas de ocupación para la mayoría de la población. Establecer condiciones para que la educación y la salud, en todos los niveles, mejore tanto en cobertura como en calidad es necesario e impostergable.
Estamos convencidos que el momento actual, el hoy, en el Perú, necesita de un mesurado y profundo análisis tanto de los avances logrados cuanto de las limitaciones y, sobre todo, que partidos y movimientos políticos; técnicos y ciudadanas y ciudadanos podamos concertar y establecer las nuevas coordenadas por las que discurrirán la política económica, la toma de decisiones y la participación política. Así como la mitigación de la pobreza y la exclusión aspectos más que importantes para la vida y el futuro de nuestra nación.
Todas y todos los peruanos venimos asistiendo desde Agosto de 1,990 a presenciar una obra - que con aciertos y desaciertos; avances y retrocesos - nos proponía en su trama que otra manera de organizar el Estado, la economía y la sociedad era posible y no sólo eso sino que debíamos transitar por sacrificios, ajustes, para corregir los desaciertos del pasado y llegar así a poder tener un nuevo amanecer y un futuro promisorio para todas y todos.
Han pasado ya 20 años desde el inicio de ésta nueva manera de ver y hacer las cosas. Sin embargo, el nuevo amanecer y el futuro promisorio sólo ha llegado para algunos y, lo que es peor, se ha favorecido más, por llamarlo así, a los que menos sufrieron ó tuvieron que hacer ajustes en su forma y calidad de vida – quiere decir a los que más tienen - y menos a quiénes tuvieron que soportar - y todavía no se han recuperado - grandes ajustes y cambios drásticos en su calidad de vida. Lo que, aunque parezca paradójico, es real, tan real que los niveles de pobreza y exclusión aunque han cedido un poco – en todo este tiempo - siguen siendo importantes y la exclusión sigue siendo parte del panorama que ojalá algún día no tengamos que ver o veamos cada vez menos.
¿Cómo le va a la Economía?
Los avances en términos del manejo económico han sido importantes podemos mencionar el control de la inflación, el incremento de las reservas y el crecimiento del P.B.I, éste último sólo bajó su ritmo de crecimiento en el 2,009 como producto de la crisis internacional. Hoy, pareciera que se ha recuperado la senda del crecimiento. Estos indicadores, son suficientes para que la mayoría de los economistas y en particular para los que ven con buenos ojos el modelo neo-liberal, ya que dicen que estamos bien, todas y todos en el Perú por que crece el P.B.I. y mejora, por lo tanto, el ingreso per-cápita.
Nosotros creemos que: Si bien, es importante el crecimiento del P.B.I. para que a la economía del País le vaya mejor. Este crecimiento, no necesariamente es sinónimo que a todos les vaya bien, veamos por qué:
Humberto Campodónico en un artículo titulado “La boca del Cocodrilo sigue abierta” nos ilustra y hace una reflexión distinta en relación a mirar otros indicadores para saber a quiénes les va bien realmente ó a quienes no les ha ido nada bien en el Perú.
Un indicador de medición es el que separa, descompone el P.B.I por tipo de ingreso (tomando como base las cifras del INEI del 2009), los elementos que analiza son: los salarios, el excedente de explotación (las ganancias), el consumo de capital fijo (la depreciación) y los impuestos pagados (IGV, renta y aranceles, principalmente). En la “jerga” económica, esto equivale a decir que el PBI se cuantifica a partir de los ingresos recibidos por los agentes económicos como retribución por su participación en el proceso de producción. Entonces veamos:
¿Cómo se han comportado los salarios en el periodo 1991-2009?
Mal, porque su participación bajó del 30.1% del PBI en 1991 hasta 22% en el 2009. Quiere decir que la retribución de los trabajadores, por su participación en el proceso de producción decreció en 8 % aproximadamente. Las cifras de participación de los salarios en el PBI son bajas en relación a América Latina, donde en todos los países de medianos ingresos – donde ahora ubican los organismos internacionales al Perú - la participación salarial está entre el 30 a 35% del PBI. Para no hablar de Europa y EEUU, donde supera el 50%.
¿Cuál ha sido el desempeño de los excedentes de explotación (Ganancias de los empresarios)
Por el contrario, los excedentes de explotación (EE) han subido desde el 52.7% del PBI en 1991 hasta el 62.8% en el 2009. Puede decirse, entonces, que lo que han perdido los asalariados lo ha ganado el EE. Es importante ver también que, en los años de fuerte crecimiento (del 2002 al 2008), los salarios no aumentaron.
¿Qué pasó con el consumo de capital fijo y los impuestos?
El consumo de capital fijo se ha mantenido más o menos constante en 7% del PBI en la década del 2000. De su lado, los impuestos han sido el 9.2% del PBI en promedio en el mismo periodo.
Como el PBI corriente del 2009 fue S/. 392,000 millones, según el INEI, tenemos que cada 1% del PBI equivale a S/. 3,920 millones anuales. Si los asalariados bajaron su participación del 30 al 22% del PBI entre 1991 y el 2009, dejaron de percibir S/. 31,300 millones, cifra que pasaron a ganar los empleadores.
En conclusión, los asalariados son los perdedores en el periodo 1991-2009, mientras el EE ocupa –de lejos– el podio de los ganadores. Es por eso que no se puede decir tan alegremente que “la marea alta hace subir por igual a todos los botes”. En la economía peruana, la marea alta hace subir unos cuantos botes, mientras la mayor parte va para abajo.
Por lo tanto, queda claro que la distribución del ingreso, elemento que hay que mejorar de manera urgente en el Perú, no ha sufrido cambios, en éstos 20 años. Siendo uno de los más inequitativos de América latina y el mundo. Atrevernos como sociedad y Estado a sacarlo del tintero y poner metas realistas y crecientes para empezar a cambiarlo es un imperativo y lamentablemente la tarea que nadie quiere cumplir ó todos postergan. Peruanas y peruanos necesitamos recuperar el valor del trabajo que es, sin duda, el principal factor de la creación de riqueza y, por lo tanto, mejorar ostensiblemente la retribución que los asalariados reciben por su participación en el proceso de producción.
¿Qué pasa con la Política?
Ciudadanas y Ciudadanos en el Perú venimos eligiendo autoridades locales, regionales y nacionales por varios períodos lo que da cuenta, entre otras cosas, de que tenemos gobernantes legítimos y que hay recambio en la conducción del Estado. Sin embargo, a nuestro modo de ver, hay dos problemas fundamentales por resolver: Uno de ellos pasa por que desde hace mucho tiempo los ciudadanos sentimos que terminamos votando ó eligiendo al candidato ó candidata que representa “el mal menor” y el segundo es un problema de representatividad. Que se ha ido incubando, en los últimos veinte años, y hoy se hace cada vez más notorio. Las cifras de aprobación a la gestión presidencial y a la gestión de los congresistas son tan bajas que ponen en claro que la población no se siente representada por quienes gobiernan.
En ese sentido, sólo encontramos legitimadas, aprobadas, por la población, algunas gestiones de gobierno en espacios locales y regionales, creemos que se debe a procesos de participación impulsados desde ellos y que han sido mantenidos por sus autoridades ó a que ciudadanas y ciudadanos sienten que son escuchados o ven resueltos algunos de sus problemas.
En todos estos años. Si bien, hemos tenido gobiernos democráticos, los partidos y movimientos políticos han despreciado ó atendido poco la necesidad de construir instituciones y comunidad política, haciendo por el contrario uso y abuso del estilo y arrastre personal de sus líderes, más connotados, ó se han sumando a aquella vieja forma de actuar en política que tiene relación con creerse el dueño de la verdad ó que somos los que debemos liderar a otros que solo se suman, con lo que sólo se ha avivado la fragmentación.
Hoy, algunos, se sorprenden de ello y otros se pesan, pero nadie le pone el cascabel al gato estamos asistiendo a una nueva contienda electoral para gobiernos locales y el primer dato que debemos registrar es una mayor fragmentación, cada vez y, lo que es peor, esta situación no sólo debilita a los partidos sino que limita mucho las posibilidades de concertar temas importantes e impostergables como son: El poner una carga impositiva adecuada a la actividad minera, acorde con sus ganancias, por supuesto. Establecer metas coherentes, medibles y de cumplimiento obligado para la mitigación de la pobreza y la erradicación de la extrema pobreza ó un programa que mejore las capacidades y oportunidades para todas y todos en el Perú.
Es urgente que la democracia, pase a ser no sólo un régimen ó una manera de gobernar necesitamos que se erija en algo realmente sustantivo lo que supone demostrar que el bien común, la igualdad, la equidad y la justicia siguen siendo los valores que la rigen y por el que lucharemos movimientos, partidos políticos y ciudadanos.
Situación Social:
Estamos hoy en una encrucijada, de un lado vemos como los indicadores de pobreza disminuyen mientras que la exclusión se incrementa ó, en el mejor de los casos, se mantiene, no retrocede.
Los avances en éste período respecto de las condiciones sociales de los peruanos son pocos. En los últimos años, el crecimiento económico, se ha estimulado principalmente por los altos precios de nuestras materias primas, minería, principalmente, lo que no está mal. Sin embargo, éste crecimiento, que, con una adecuada carga impositiva, por las sobre ganancias obtenidas, podría haber permitido avanzar en cerrar brechas tanto en cobertura cuanto en calidad en sectores como: educación y salud, ha dado nuevamente beneficios sólo a unos pocos.
Seguimos postergando el tomar decisiones que nos permitan contar con mejores políticas sociales o generación de empleo y aumentos de salarios que repartan mejor la riqueza y por lo tanto reduzcan la pobreza.
Con este panorama, es poco lo que se ha avanzado en mitigar las profundas desigualdades existentes las mismas que afectan sobre todo a los pueblos originarios y afro descendientes, a las personas con habilidades diferentes, a las mujeres, y a los pobres en general.
La Vivienda, componente fundamental del gasto de las familias pobres siguen elaborándose bajo un esquema rentista y especulativo que pone el acento en los ingentes recursos económicos que ganan quiénes construyen y financian. Quienes, se benefician a costa de la necesidad de vivienda de los pobres, quienes por los magros salarios, no han podido acumular los ingresos necesarios para resolver la situación.
Es necesario, que discutamos como sociedad el tipo de programas de vivienda que el Estado debe apoyar, buscando que los ingresos sean adecuados y los costos también. De otro modo las familias de clases medias bajas y pobres en vez de heredar casas heredarán deudas a sus familiares.
Este sombrío panorama es el que nos dice que las tareas del último año del actual gobierno y sobre todo las del próximo gobierno seguirán siendo arduas. Es necesario, a partir de ahora, poner el acento en mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población los denominados sectores “C”, “D” y “E” que no son otros que clases medias bajas, pobres y pobres extremos. Basta de paliativos, de lo que se trata es de distribuir mejor la riqueza que, además, todos contribuimos para generarla y los trabajadores más; el que hagamos mejoras para los asalariados, incremento de sueldos y salarios es urgente; el establecer políticas de promoción a las micro y pequeñas empresas es impostergable, son ellos los que realmente están generando alternativas de ocupación para la mayoría de la población. Establecer condiciones para que la educación y la salud, en todos los niveles, mejore tanto en cobertura como en calidad es necesario e impostergable.
lunes, 22 de marzo de 2010
Perú Hoy: Situación Social. ¿Qué hicimos, Qué estamos Haciendo y Qué Hemos dejado de Hacer?
Hacer un balance de la situación social ó, para ponerlo en términos contemporáneos, de lo que hemos avanzado en inclusión social. Quiere decir, cuál es el estado-situación del empleo y los ingresos de la población y cuánto hemos avanzado en mitigar la desigualdad y la pobreza, es fundamental. Más aún, si queremos saber cómo y con qué nivel de equidad se han distribuido los costos y los beneficios del importante crecimiento económico, tenido entre Agosto de 1,990 – 2,008 en el Perú. Que, si bien, se interrumpió, desaceleró, en el 2,009. Ha presentado muestras de franca recuperación desde Enero del 2,010.
¿Qué Hicimos?En todos estos años (Agosto de 1,990 – 2,009), en relación a lo que conocemos como política social, nos hemos debatido entre: la necesidad de establecer y operar, programas sociales eficientes y eficaces ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo, a los que accede la población, en particular, aquellos que se ubican en los, denominados, sectores socioeconómicos, C, D y E.
No es que hubiera existido un debate en el congreso de la república, ni mucho menos que los ciudadanos hayan sido consultados, para definir qué hacíamos. En la práctica, se dejó a la acción, y muchas veces, a la total inacción ó inoperancia de los gobiernos de turno, la decisión entre llevar adelante programas sociales ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad del empleo. El resultado, - es por todos conocido - se optó por llevar adelante “programas sociales” y sólo eso. A pesar que desde 1,992 se empezaron a sentir las “bondades” del crecimiento económico.
Tengo la impresión que las razones que motivaron esta decisión tuvieron que ver con lo siguiente:
a) El llevar adelante, programas sociales, daba muchas posibilidades tanto para construir y mantener una clientela política, base social de apoyo - que era necesaria para poder profundizar medidas económicas y políticas, dictadas por Organismos Multilaterales como: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) Y EL Banco Interamericano de Desarrollo (BID) - cuanto para gastar menos. Habida cuenta de que lo que se entregaba, otorgaba, era sólo una parte, y muchas veces la menor, del costo real para la operación de los llamados Programas Sociales. Baste mencionar el Subsidio a la ración alimentaria que se distribuía en Comedores Populares en la que el aporte del Estado, en el mejor de los casos, cubría el 22% del Costo total de la ración. Lo demás era aportado, en dinero y/o en trabajo – que no era remunerado por el Estado - por las mujeres socias y sus familias.
b) El Gasto Público y las Empresas se verían así afectados, mínimamente, ya que tener alimentación, cuidar la salud, asistir a la escuela y tener vivienda seguía siendo, en principio, problema y posibilidad de cada quien. A ajustarse el pantalón se ha dicho.
c) Los Programas Sociales, permitieron inventar aquello de la focalización del gasto público. En un país en el que, al comienzo de la aplicación de las medidas de estabilización y ajuste estructural de la economía y por un largo período el 60% ó más de la población se encontraba en situación de Pobreza y de él no menos del 24 % en situación de extrema pobreza. Así, de que focalización podríamos hablar.
La realidad vivida nos dice que el camino tomado no fue el mejor los indicadores de pobreza, si bien bajaron, se mantienen a niveles éticamente inaceptables. Según el Anuario Estadístico de la CEPAL en el año 2,001, la pobreza total, en el Perú, involucraba al 54.8 % de la población, mientras que el 22.1 % se encontraba en situación de pobreza extrema (Indigencia). Para el 2,008 el 36.2 % de la población peruana vive en condiciones de pobreza y el 12,6 % en pobreza extrema. Quiere decir, que no obstante el crecimiento económico habido en el período señalado (Agosto de 1,990 – 2,009). Todavía más de un tercio de la población se encuentra en situación de pobreza y una octava parte de ella se mantiene en situación de extrema pobreza. Lo que, a mi entender, pone de manifiesto que no hay mejor política social que aquella que mejore e incremente los ingresos y la calidad del empleo de la población.
Sin embargo, se sigue apostando tercamente sólo por el camino de la eficiencia y eficacia que deben tener los programas sociales, aspecto que, sin duda, no es desdeñable y se hace muy poco para incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo.
¿Cómo estamos?; ¿Qué estamos haciendo?
El Ingreso de los trabajadores:
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Panorama Laboral 2009” volvió a poner sobre la mesa, la realidad del sueldo mínimo en el Perú. De acuerso con los resultados del mencionado informe: “Panamá y Perú no han efectuado ajustes desde diciembre de 2007 y enero del 2008, respectivamente (…). En los casos de Panamá y de Perú, como la inflación acumulada desde el último reajuste ha estado en un nivel de 8% y 6% respectivamente, existe un deterioro en términos reales” (p.77-78); encontrándose a la zaga de la región, en cuanto a la actualización de la remuneración mínima vital (RMV) se refiere.
Las cifras nos muestran que para el caso de Perú, la Remuneración Mínima Vital se encuentra estancada, desde enero del 2008 (más de dos años), en S/. 550.00 debido a que el gobierno y los empresarios se niegan a reajustarla con el argumento de que perjudicaría a la micro y pequeña empresa. Olvidándose que en momentos de crisis económica, como el que acabamos de pasar en el año próximo pasado. Es necesario, incentivar el consumo y para ello la medida por excelencia es: “aumentar el poder adquisitivo familiar”.
No se puede olvidar ni obviar que en economía el aumento de la demanda mejora la situación de las empresas en general, más allá de que éstas sean: micro, pequeñas, medianas ó grandes. Un mayor Ingreso, va a afectar, positivamente, la demanda (el consumo) de las familias. Se puede decir que el incremento debe ser el adecuado pero no negarlo.
Además, es en el corto plazo que se deben definir medidas para fortalecer el mercado doméstico toda vez que: a partir de la propensión a la baja de los precios de los bienes primarios en el mercado internacional y de la apreciación del Nuevo Sol con respecto al Dólar, vamos a tener un saldo cada vez menor en la balanza de Pagos (Exportación – Importación), situación que se salvará con un Mercado Doméstico más robusto, una de las vías, qué duda cabe, es el incremento de Sueldos y Salarios.
Otra manera de presentar la situación es: Si El Producto Bruto Interno ha crecido, los negocios y las ganancias de los empresarios se han multiplicado, no podemos mantener los ingresos de los trabajadores, en términos reales, estancados a niveles similares de hace 10 ó 15 años atrás. El economista Humberto Campodónico compara esta situación con la de los ejecutivos y nos hace ver que “Para los asalariados, entonces, a pesar de tantos años de boom económico, el anunciado “chorreo” nunca llegó. Pero donde el aumento sí llegó fue a los Ejecutivos, que, a abril del 2009 estaban ganando 51.6% más que en el 2004”; y a continuación hace ver la diferencia con la mayoría de países de la región (entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y México) donde periódicamente y en forma obligatoria se aumenta el salario mínimo.
El Empleo:
A partir de las cifras de INEI, (VER CUADRO en esta página). Podemos ver que la mayor parte del Empleo Urbano en el Perú, 39,6%, al año 2,008, se está dando en la categoría otros servicios quiere decir, auto empleo. Siguiéndole en orden de importancia el comercio con él 22,2%; La Manufactura, mientras tanto emplea al 13.9% de la PEA, las actividades primarias (Agricultura, Pesca y Minería) al 9,2% y un 5,2% de la PEA, se ocupa en el sector construcción.
Los Programas Sociales:En relación a los Programas Sociales se viene presentando una situación interesante y pocas veces vista, en los últimos 20 años. De un lado, el gobierno de turno empieza a dar muestras de que va entendiendo tanto la necesidad de incrementar el gasto social cuanto de que, empieza a vislumbrar, éste incremento, como uno de los factores que podría abonar positivamente el crecimiento de la demanda agregada, con lo que es necesario hacerlo.
Lo peligroso es que, al encontrarnos en un período de elecciones, lo que termine autorizándose - luego de sacar, por un ratito, de la ortodoxia a la Ministra de Economía - sirva más para que, el probable, descalabro electoral del partido de gobierno no sea tan fuerte que para, efectivamente, aliviar un poco de los efectos de la crisis internacional e interna ocurrida el año pasado y que, como siempre, afectó a los más pobres.
Ojalá que la sensatez se imponga al cálculo político y que se propicie un alivio real, más que paliativos, para el 36 % de pobres y 12,6% de pobres extremos, con los que tenemos, por la cerrazón ortodoxa, que seguir conviviendo.
Un aspecto que es importante es avanzar en la eficiencia y eficacia con la que se deben gestionar los programas. Sin embargo, creo que ha llegado la hora de que establezcamos claramente cuánto aporta la caja fiscal y cuánto aportan las organizaciones y ciudadanas y ciudadanos que, por encontrarse en situación de pobreza, - situación que es un subproducto de cómo nuestros dirigentes políticos han organizado la Economía y la Política, más que un designio - deben echar mano a sus magros recursos ó a la enorme solidaridad con la que viven para llevar adelante programas como el de los Comesores Populares y los Programas de Salud Comunitaria, que funcionan más en base a lo que aportan quienes participan en ellos que de lo que asigna el Estado.
¿Qué Hemos dejado de Hacer? A esta altura, de mi particular reflexión, creo que es necesario que empecemos a hacer política y conciencia social en relación a mirar la Política Social como el escenario en el que se debe trabajar por Inclusión Social y no sólo por asistencia, aunque esta última es necesaria. En la medida que problemas como: cantidad y calidad de Empleo, desigualdad y pobreza no son coyunturales sino más bien son estructurales.
Resolverlos necesita de un nuevo acuerdo social y, probablemente, de que empecemos a deponer, de alguna manera, las banderas de “la lucha contra la pobreza” por otras “Pro Inclusión”. Medir el buen desempeño de la economía y la política, en éste tiempo debe significar, sobre todo, ver como hemos contribuido a generar sociedades cada vez más inclusivas que promuevan el desarrollo de capacidades y oportunidades para todas y todos.
La Economía, si no mejora la vida de las personas y la política, si no sirve para construir el bien común, hay que revisarlas y si es necesario deponer las estructuras ó personas que las mantienen de esa manera. Finalmente, los ciudadanos, en nuestra calidad de mandantes, somos quienes detentamos el poder y somos quienes debemos tomar las decisiones.
¿Qué Hicimos?En todos estos años (Agosto de 1,990 – 2,009), en relación a lo que conocemos como política social, nos hemos debatido entre: la necesidad de establecer y operar, programas sociales eficientes y eficaces ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo, a los que accede la población, en particular, aquellos que se ubican en los, denominados, sectores socioeconómicos, C, D y E.
No es que hubiera existido un debate en el congreso de la república, ni mucho menos que los ciudadanos hayan sido consultados, para definir qué hacíamos. En la práctica, se dejó a la acción, y muchas veces, a la total inacción ó inoperancia de los gobiernos de turno, la decisión entre llevar adelante programas sociales ó mejorar e incrementar la cantidad y calidad del empleo. El resultado, - es por todos conocido - se optó por llevar adelante “programas sociales” y sólo eso. A pesar que desde 1,992 se empezaron a sentir las “bondades” del crecimiento económico.
Tengo la impresión que las razones que motivaron esta decisión tuvieron que ver con lo siguiente:
a) El llevar adelante, programas sociales, daba muchas posibilidades tanto para construir y mantener una clientela política, base social de apoyo - que era necesaria para poder profundizar medidas económicas y políticas, dictadas por Organismos Multilaterales como: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) Y EL Banco Interamericano de Desarrollo (BID) - cuanto para gastar menos. Habida cuenta de que lo que se entregaba, otorgaba, era sólo una parte, y muchas veces la menor, del costo real para la operación de los llamados Programas Sociales. Baste mencionar el Subsidio a la ración alimentaria que se distribuía en Comedores Populares en la que el aporte del Estado, en el mejor de los casos, cubría el 22% del Costo total de la ración. Lo demás era aportado, en dinero y/o en trabajo – que no era remunerado por el Estado - por las mujeres socias y sus familias.
b) El Gasto Público y las Empresas se verían así afectados, mínimamente, ya que tener alimentación, cuidar la salud, asistir a la escuela y tener vivienda seguía siendo, en principio, problema y posibilidad de cada quien. A ajustarse el pantalón se ha dicho.
c) Los Programas Sociales, permitieron inventar aquello de la focalización del gasto público. En un país en el que, al comienzo de la aplicación de las medidas de estabilización y ajuste estructural de la economía y por un largo período el 60% ó más de la población se encontraba en situación de Pobreza y de él no menos del 24 % en situación de extrema pobreza. Así, de que focalización podríamos hablar.
La realidad vivida nos dice que el camino tomado no fue el mejor los indicadores de pobreza, si bien bajaron, se mantienen a niveles éticamente inaceptables. Según el Anuario Estadístico de la CEPAL en el año 2,001, la pobreza total, en el Perú, involucraba al 54.8 % de la población, mientras que el 22.1 % se encontraba en situación de pobreza extrema (Indigencia). Para el 2,008 el 36.2 % de la población peruana vive en condiciones de pobreza y el 12,6 % en pobreza extrema. Quiere decir, que no obstante el crecimiento económico habido en el período señalado (Agosto de 1,990 – 2,009). Todavía más de un tercio de la población se encuentra en situación de pobreza y una octava parte de ella se mantiene en situación de extrema pobreza. Lo que, a mi entender, pone de manifiesto que no hay mejor política social que aquella que mejore e incremente los ingresos y la calidad del empleo de la población.
Sin embargo, se sigue apostando tercamente sólo por el camino de la eficiencia y eficacia que deben tener los programas sociales, aspecto que, sin duda, no es desdeñable y se hace muy poco para incrementar la cantidad y calidad de los ingresos y empleo.
¿Cómo estamos?; ¿Qué estamos haciendo?
El Ingreso de los trabajadores:
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Panorama Laboral 2009” volvió a poner sobre la mesa, la realidad del sueldo mínimo en el Perú. De acuerso con los resultados del mencionado informe: “Panamá y Perú no han efectuado ajustes desde diciembre de 2007 y enero del 2008, respectivamente (…). En los casos de Panamá y de Perú, como la inflación acumulada desde el último reajuste ha estado en un nivel de 8% y 6% respectivamente, existe un deterioro en términos reales” (p.77-78); encontrándose a la zaga de la región, en cuanto a la actualización de la remuneración mínima vital (RMV) se refiere.
Las cifras nos muestran que para el caso de Perú, la Remuneración Mínima Vital se encuentra estancada, desde enero del 2008 (más de dos años), en S/. 550.00 debido a que el gobierno y los empresarios se niegan a reajustarla con el argumento de que perjudicaría a la micro y pequeña empresa. Olvidándose que en momentos de crisis económica, como el que acabamos de pasar en el año próximo pasado. Es necesario, incentivar el consumo y para ello la medida por excelencia es: “aumentar el poder adquisitivo familiar”.
No se puede olvidar ni obviar que en economía el aumento de la demanda mejora la situación de las empresas en general, más allá de que éstas sean: micro, pequeñas, medianas ó grandes. Un mayor Ingreso, va a afectar, positivamente, la demanda (el consumo) de las familias. Se puede decir que el incremento debe ser el adecuado pero no negarlo.
Además, es en el corto plazo que se deben definir medidas para fortalecer el mercado doméstico toda vez que: a partir de la propensión a la baja de los precios de los bienes primarios en el mercado internacional y de la apreciación del Nuevo Sol con respecto al Dólar, vamos a tener un saldo cada vez menor en la balanza de Pagos (Exportación – Importación), situación que se salvará con un Mercado Doméstico más robusto, una de las vías, qué duda cabe, es el incremento de Sueldos y Salarios.
Otra manera de presentar la situación es: Si El Producto Bruto Interno ha crecido, los negocios y las ganancias de los empresarios se han multiplicado, no podemos mantener los ingresos de los trabajadores, en términos reales, estancados a niveles similares de hace 10 ó 15 años atrás. El economista Humberto Campodónico compara esta situación con la de los ejecutivos y nos hace ver que “Para los asalariados, entonces, a pesar de tantos años de boom económico, el anunciado “chorreo” nunca llegó. Pero donde el aumento sí llegó fue a los Ejecutivos, que, a abril del 2009 estaban ganando 51.6% más que en el 2004”; y a continuación hace ver la diferencia con la mayoría de países de la región (entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y México) donde periódicamente y en forma obligatoria se aumenta el salario mínimo.
El Empleo:
A partir de las cifras de INEI, (VER CUADRO en esta página). Podemos ver que la mayor parte del Empleo Urbano en el Perú, 39,6%, al año 2,008, se está dando en la categoría otros servicios quiere decir, auto empleo. Siguiéndole en orden de importancia el comercio con él 22,2%; La Manufactura, mientras tanto emplea al 13.9% de la PEA, las actividades primarias (Agricultura, Pesca y Minería) al 9,2% y un 5,2% de la PEA, se ocupa en el sector construcción.
Los Programas Sociales:En relación a los Programas Sociales se viene presentando una situación interesante y pocas veces vista, en los últimos 20 años. De un lado, el gobierno de turno empieza a dar muestras de que va entendiendo tanto la necesidad de incrementar el gasto social cuanto de que, empieza a vislumbrar, éste incremento, como uno de los factores que podría abonar positivamente el crecimiento de la demanda agregada, con lo que es necesario hacerlo.
Lo peligroso es que, al encontrarnos en un período de elecciones, lo que termine autorizándose - luego de sacar, por un ratito, de la ortodoxia a la Ministra de Economía - sirva más para que, el probable, descalabro electoral del partido de gobierno no sea tan fuerte que para, efectivamente, aliviar un poco de los efectos de la crisis internacional e interna ocurrida el año pasado y que, como siempre, afectó a los más pobres.
Ojalá que la sensatez se imponga al cálculo político y que se propicie un alivio real, más que paliativos, para el 36 % de pobres y 12,6% de pobres extremos, con los que tenemos, por la cerrazón ortodoxa, que seguir conviviendo.
Un aspecto que es importante es avanzar en la eficiencia y eficacia con la que se deben gestionar los programas. Sin embargo, creo que ha llegado la hora de que establezcamos claramente cuánto aporta la caja fiscal y cuánto aportan las organizaciones y ciudadanas y ciudadanos que, por encontrarse en situación de pobreza, - situación que es un subproducto de cómo nuestros dirigentes políticos han organizado la Economía y la Política, más que un designio - deben echar mano a sus magros recursos ó a la enorme solidaridad con la que viven para llevar adelante programas como el de los Comesores Populares y los Programas de Salud Comunitaria, que funcionan más en base a lo que aportan quienes participan en ellos que de lo que asigna el Estado.
¿Qué Hemos dejado de Hacer? A esta altura, de mi particular reflexión, creo que es necesario que empecemos a hacer política y conciencia social en relación a mirar la Política Social como el escenario en el que se debe trabajar por Inclusión Social y no sólo por asistencia, aunque esta última es necesaria. En la medida que problemas como: cantidad y calidad de Empleo, desigualdad y pobreza no son coyunturales sino más bien son estructurales.
Resolverlos necesita de un nuevo acuerdo social y, probablemente, de que empecemos a deponer, de alguna manera, las banderas de “la lucha contra la pobreza” por otras “Pro Inclusión”. Medir el buen desempeño de la economía y la política, en éste tiempo debe significar, sobre todo, ver como hemos contribuido a generar sociedades cada vez más inclusivas que promuevan el desarrollo de capacidades y oportunidades para todas y todos.
La Economía, si no mejora la vida de las personas y la política, si no sirve para construir el bien común, hay que revisarlas y si es necesario deponer las estructuras ó personas que las mantienen de esa manera. Finalmente, los ciudadanos, en nuestra calidad de mandantes, somos quienes detentamos el poder y somos quienes debemos tomar las decisiones.
miércoles, 17 de marzo de 2010
PERU HOY: Nos va bien en el manejo de la Economía y Muy mal en la manera de entender y hacer Política
Sumilla: Estamos a la mitad del tercer mes del 2,010 y seguimos, por dónde miremos, envueltos en una paradoja que parece de nunca acabar: Hoy en el Perú – ese hoy ya tiene casi 20 años - Nos esforzamos mucho por qué le vaya bien a la economía, aunque la distribución de los beneficios y costos, de ése esfuerzo, es profundamente desigual. El manejo económico, de los últimos 20 años ha beneficiado más a los que más tienen y ha disminuido, cada vez más, las oportunidades para los que menos tienen. Baste decir, por ejemplo, que es más el empleo e ingreso autogenerado por mujeres y hombres que vienen, con mucho esfuerzo, sacando adelante, un emprendimiento económico ó una micro empresa que el empleo de calidad que han generado las empresas que sí se beneficiaron de los años de bonanza de la economía, que, por lo demás, no fueron pocos, y les dieron ingentes ganancias. Así,lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio, los aciertos y desaciertos, transcurre al tiempo que nuestra clase política está más preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de, cómo es su responsabilidad, estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo, que el país, con todo derecho, reclama. Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Es hoy un imperativo, el que hagamos arreglos políticos e institucionales que permitan a ciudadanas y ciudadanos, participar, informada y libremente en el proceso político al tiempo que tomar decisiones en aspectos que , al final de cuentas afectan su calidad de vida, la vida de sus comunidades, la de las regiones y las del País. Hacer Política, y Construir Programas que tengan como denominador común mejorar las capacidades y brindar oportunidades de vida buena para todos y todas es posible. Veamos por qué:
El punto de partida, a mi manera de ver, es que hoy en el Perú - y, lamentablemente, para el caso de la política ese hoy lleva casi 30 años - enfrentamos una crisis de representación política de connotaciones graves:
En primer lugar, es casi desde 1,980 -año en el que volvimos a tener gobiernos democráticos, producto de una elección - que ciudadanas y ciudadanas sentimos que votamos ó elegimos a quien, cuyas propuestas, más allá que las cumpla ó no, significan el mal menor.
En segundo lugar, es, también, hace casi 30 años que ciudadanas y ciudadanos somos requeridos, “importamos a la clase política” sólo en tiempos previos a elecciones, municipales, regionales ó nacionales. Luego de lo cual, a quienes les toca gobernar, en nuestra representación, se olvidan no sólo de los legítimos intereses y aspiraciones de quienes les permitieron ostentar éste poder sino que, además, hacen poco ó casi nada de lo que fue su propuesta de gobierno.
Tomando decisiones pragmáticas ó elaborando obras y realizando negociaciones, de aquello que los beneficia, a ellos, de manera individual y a su grupo. Independientemente de las necesidades de sus electores y de lo que es necesario para promover el desarrollo en las circunscripciones territoriales ó en el País que les ha tocado gobernar.
La situación descrita ha convertido, entonces, en sentido común aquello de “Haz Obras, Genera Trabajo y no importa que lleves agua para tu molino ó dinero para tu bolsillo, a partir de la función pública, que se ejerce.
Todo esto, ha llevado a que, a Febrero del 2,010, según el Barómetro de la Universidad de Lima, sólo el 36% de la población, apruebe la gestión del gobierno de turno; Mientras que sólo el 14% apruebe la gestión del Parlamento. Como podemos ver, entonces, el nivel de aprobación es tan bajo que, no hay duda, que atravesamos por una crisis de representación. Pero, ¿Qué está a la bases de esta crisis?; ¿Qué la genera?. Y ¿Cómo podemos y debemos salir de ella?
Qué está a la base de la crisis de representación:
A mi modo de ver hay, entre otros, tres factores, que explica no sólo el magro nivel de aprobación a la gestión política sino la total desconexión entre la clase política y la ciudadanía:
¿Están los partidos y movimientos políticos, actuales, a la altura de los tiempos?
Quiere decir, promueven e implementan, hoy, un rol de: información, formación política, elección interna de representantes, y de elaboración de programas y propuestas desde abajo ó, por el contrario, éstas tareas, qué duda cabe, importantes para la construcción de instituciones políticas fuertes y representativas; se implementan y fortalecen sólo a una minoría de sus militantes, mientras el conjunto de decisiones, cargos y postulaciones, las toman grupos de poder, al interior que funcionan casi como castas, incluso, “heredando” lugares.
¿Los Representantes (Congresistas) ó los Partidos Políticos, representados en el congreso, establecen procesos de: información, recojo de opinión y discusión de sus propuestas, de manera democrática, con los ciudadanos ó, por lo menos, con sus electores?.
No lo hacen y nunca lo han hecho, los partidos y movimientos políticos en vez de fomentar la participación, contribuyen a que ciudadanas y ciudadanos tengan una actitud pasiva, en relación al proceso y a las decisiones políticas. A pesar que, existen, desde hace mucho tiempo, movimientos sociales - de obreros, microempresarios, campesinos, organizaciones vecinales, organizaciones de mujeres y jóvenes - que reclaman su derecho a la participación y elaboración de propuestas.
Estas acciones, se generalizaron, desde hace 8 años, a partir de la puesta en vigencia de la Elaboración de Planes de Desarrollo Concertado y de los Presupuestos Participativos. Han venido ocurriendo en el País procesos de concertación en los que ciudadanas y ciudadanos han expresado sus necesidades, intereses y elaborado propuestas de desarrollo en los municipios distritales y provinciales. Sin embargo, en los últimos tiempos, estos procesos en vez de ser alentados, promovidos y apoyados por los Gobiernos Locales, han sido, en muchos casos, paralizados ó manipulados.
A mi modo de ver la clase política estaría - si sigue a espaldas de este proceso - perdiendo una oportunidad valiosa para poder conocer y actuar desde las necesidades y oportunidades que existen en los territorios. La Ciudadanía, tiene saberes y experiencia acumulada, a partir de que por cuenta propia han tenido que resolver el aprovisionamiento de: Alimentos: Los Comedores Populares y los Comités del Vaso de Leche, son un ejemplo de ello; Infraestructura Social Básica; Comités Vecinales en Pro de: Agua Potable, Alcantarillado, Pistas y Veredas, son parte de la historia viviente de muchas comunidades y hasta la Generación de Ingresos y Empleo, donde las Mujeres y Hombres que conducen Emprendimientos Económicos, Micro y Pequeñas Empresas, son los mayores generadores de puestos de trabajo, a pesar del magro apoyo que reciben de los distintos gobiernos de turno.
Dar un cambio de timón, a la manera de concebir, construir y ejecutar la gestión local, es necesario e impostergable. Quienes nos representan en los Municipios y Gobiernos Regionales, tienen la necesidad y obligación de concertar con las Organizaciones y Líderes Sociales. Recobrar la importancia de elaborar Planes de Desarrollo Local, con la participación del Pueblo es el camino correcto y nos llevará a poner en valor las capacidades y experiencia de la gente. Así como, a vigilar la ejecución del gasto público, actividad que, por lo demás, es un derecho.
¿El Gobierno de Turno y los representantes en el Parlamento promueven leyes y Programas que tienen como centro y fin la construcción del bien común ó por el contrario siguen manteniendo como denominador común niveles de pobreza y exclusión injustificables?. No Obstante, la “bonanza” económica que se vive en el Perú.
La Clase Política pareciera haber olvidado, su principal función, construir el bien común. El fin propio de la política es el buen gobierno. Por eso, el político debe estar bien preparado, tener buenos programas de gobierno, saber administrar los recursos públicos - que pertenecen a todos - saber dialogar, buscar consensos y dar cuenta de su gestión a la población.
Esto último, es ó debe ser una suerte de barómetro, que nos permita medir la eficiencia y eficacia con la que se desempeña, hoy, la clase política, en el Perú, y, de seguro, nos permitiría tener proyectos e indicadores de medición más concretos, no sólo para ver cómo manejamos la economía ó más concretamente las variables macroeconómicas, sino, además, como el buen desempeño económico se traduce, también, en una mejora de las condiciones en las que vive la población. Lo que significa poner metas concretas para mitigar la pobreza, la exclusión y la concentración de la riqueza. A cuya generación - vale la pena recordarlo - todos contribuimos. Aunque, no todos nos beneficiamos, ya que los costos y los beneficios están repartidos de manera desigual.
Mantener terca y obstinadamente esta manera de construir instituciones políticas y de gobernar no sólo va a contribuir al total descrédito del gobierno de turno sino que puede poner en jaque el sistema democrático y abrir la puerta, por lo tanto, a la instauración de propuestas autocráticas ó totalitarias que nadie quiere hoy en el País.
¿Qué debe cambiar?
En el corto Plazo,
Como podemos ver es urgente, un cambio de orientación. Es necesario que todos los ciudadanos en el Perú podamos participar en la toma decisiones del Estado y gozar de la bonanza de la economía.
La naturaleza y el sentido de los cambios caen por su propio peso. En primer lugar, es necesario, que el Estado promueva la existencia de Instituciones Políticas: Partidos ó Movimientos Políticos fuertes que desarrollen procesos de formación, elecciones internas y elaboren propuestas y programas que partan de las necesidades y recojan los legítimos intereses y aspiraciones de ciudadanas y ciudadanos.
Complementariamente, es necesario que se modifique el reglamento del congreso para establecer que el Parlamentario no es dueño de su puesto sino que está allí en representación de sus electores, quienes deben poder comunicarse con él, pedirle cuentas de su desempeño y cambiarlo por el siguiente - en la lista del Partido al que pertenece - si obra mal.
Es necesario, también, eliminar el voto preferencial y establecer circunscripciones territoriales más acotadas, para poder conocer por quién hemos votado ó quién nos representa.
Estos cambios pueden, en mi opinión, iniciar el largo camino por recorrer para cambiar la imagen y acción tan distorsionada de nuestros representantes.
Para el Mediano Plazo:
Todo lo señalado hasta aquí nos pone de manifiesto la necesidad de: “Fortalecer el Estado y Hacer más democrática y participativa la toma de decisiones”
Los “éxitos” logrados, hasta hoy están, a mi modo de ver, impregnados por un crecimiento económico de corte individualista, utilitario y economicista. Esto no se puede seguir sosteniendo, en la medida que lo que está en juego es la estabilidad y el futuro de la Nación. Ha quedado demostrado, que el mercado no es “el mejor distribuidor de recursos”, como lo propugnan sus agoreros, los llamados neo liberales.
Hay que decir, en voz alta, que en el desarrollo de la humanidad, ha quedado demostrado que: No hay realización de un “yo” sin un “nosotros” y de que no puede haber sociedades locales, nacionales o internacionales sin un sentido de bien común, compartido y defendido por sus integrantes; sin un sentido y apego por el fortalecimiento de la dignidad de todos los humanos, sin ninguna distinción y que Sociedad y Estado son los guardianes legítimos del bien tanto de uno como de los otros. Recuperar el valor, proteger y generar oportunidades para el otro, nuestro prójimo, es el espíritu que debe marcar una suerte de refundación del Papel de Estado. Lo que necesita de un marco institucional distinto que surja de leyes vinculantes u obligantes, en relación a la resolución de temas en la agenda pública, que no pueden, seguirse postergando. Pobreza y Exclusión; Mejora de Ingresos y Empleo decente para todas y todos; Educación, Salud y Vivienda de calidad, Oportunidades de realización personal para todos para todas y todos; son aspectos de la agenda pendiente. Con la que debemos enfrentar el Mediano Plazo.
Cumplir esta Agenda, para el corto y mediano plazo permitirá, entre otras cosas, acercar a los ciudadanos a la política y, lo que es más importante, a la participación y a la toma de decisiones, asuntos que, sin duda, nos pueden llevar a descubrir una nueva manera de hacer política, gobernar y construir Estado y Nación en el Perú de Hoy.
Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Es hoy un imperativo, el que hagamos arreglos políticos e institucionales que permitan a ciudadanas y ciudadanos, participar, informada y libremente en el proceso político al tiempo que tomar decisiones en aspectos que , al final de cuentas afectan su calidad de vida, la vida de sus comunidades, la de las regiones y las del País. Hacer Política, y Construir Programas que tengan como denominador común mejorar las capacidades y brindar oportunidades de vida buena para todos y todas es posible. Veamos por qué:
El punto de partida, a mi manera de ver, es que hoy en el Perú - y, lamentablemente, para el caso de la política ese hoy lleva casi 30 años - enfrentamos una crisis de representación política de connotaciones graves:
En primer lugar, es casi desde 1,980 -año en el que volvimos a tener gobiernos democráticos, producto de una elección - que ciudadanas y ciudadanas sentimos que votamos ó elegimos a quien, cuyas propuestas, más allá que las cumpla ó no, significan el mal menor.
En segundo lugar, es, también, hace casi 30 años que ciudadanas y ciudadanos somos requeridos, “importamos a la clase política” sólo en tiempos previos a elecciones, municipales, regionales ó nacionales. Luego de lo cual, a quienes les toca gobernar, en nuestra representación, se olvidan no sólo de los legítimos intereses y aspiraciones de quienes les permitieron ostentar éste poder sino que, además, hacen poco ó casi nada de lo que fue su propuesta de gobierno.
Tomando decisiones pragmáticas ó elaborando obras y realizando negociaciones, de aquello que los beneficia, a ellos, de manera individual y a su grupo. Independientemente de las necesidades de sus electores y de lo que es necesario para promover el desarrollo en las circunscripciones territoriales ó en el País que les ha tocado gobernar.
La situación descrita ha convertido, entonces, en sentido común aquello de “Haz Obras, Genera Trabajo y no importa que lleves agua para tu molino ó dinero para tu bolsillo, a partir de la función pública, que se ejerce.
Todo esto, ha llevado a que, a Febrero del 2,010, según el Barómetro de la Universidad de Lima, sólo el 36% de la población, apruebe la gestión del gobierno de turno; Mientras que sólo el 14% apruebe la gestión del Parlamento. Como podemos ver, entonces, el nivel de aprobación es tan bajo que, no hay duda, que atravesamos por una crisis de representación. Pero, ¿Qué está a la bases de esta crisis?; ¿Qué la genera?. Y ¿Cómo podemos y debemos salir de ella?
Qué está a la base de la crisis de representación:
A mi modo de ver hay, entre otros, tres factores, que explica no sólo el magro nivel de aprobación a la gestión política sino la total desconexión entre la clase política y la ciudadanía:
¿Están los partidos y movimientos políticos, actuales, a la altura de los tiempos?
Quiere decir, promueven e implementan, hoy, un rol de: información, formación política, elección interna de representantes, y de elaboración de programas y propuestas desde abajo ó, por el contrario, éstas tareas, qué duda cabe, importantes para la construcción de instituciones políticas fuertes y representativas; se implementan y fortalecen sólo a una minoría de sus militantes, mientras el conjunto de decisiones, cargos y postulaciones, las toman grupos de poder, al interior que funcionan casi como castas, incluso, “heredando” lugares.
¿Los Representantes (Congresistas) ó los Partidos Políticos, representados en el congreso, establecen procesos de: información, recojo de opinión y discusión de sus propuestas, de manera democrática, con los ciudadanos ó, por lo menos, con sus electores?.
No lo hacen y nunca lo han hecho, los partidos y movimientos políticos en vez de fomentar la participación, contribuyen a que ciudadanas y ciudadanos tengan una actitud pasiva, en relación al proceso y a las decisiones políticas. A pesar que, existen, desde hace mucho tiempo, movimientos sociales - de obreros, microempresarios, campesinos, organizaciones vecinales, organizaciones de mujeres y jóvenes - que reclaman su derecho a la participación y elaboración de propuestas.
Estas acciones, se generalizaron, desde hace 8 años, a partir de la puesta en vigencia de la Elaboración de Planes de Desarrollo Concertado y de los Presupuestos Participativos. Han venido ocurriendo en el País procesos de concertación en los que ciudadanas y ciudadanos han expresado sus necesidades, intereses y elaborado propuestas de desarrollo en los municipios distritales y provinciales. Sin embargo, en los últimos tiempos, estos procesos en vez de ser alentados, promovidos y apoyados por los Gobiernos Locales, han sido, en muchos casos, paralizados ó manipulados.
A mi modo de ver la clase política estaría - si sigue a espaldas de este proceso - perdiendo una oportunidad valiosa para poder conocer y actuar desde las necesidades y oportunidades que existen en los territorios. La Ciudadanía, tiene saberes y experiencia acumulada, a partir de que por cuenta propia han tenido que resolver el aprovisionamiento de: Alimentos: Los Comedores Populares y los Comités del Vaso de Leche, son un ejemplo de ello; Infraestructura Social Básica; Comités Vecinales en Pro de: Agua Potable, Alcantarillado, Pistas y Veredas, son parte de la historia viviente de muchas comunidades y hasta la Generación de Ingresos y Empleo, donde las Mujeres y Hombres que conducen Emprendimientos Económicos, Micro y Pequeñas Empresas, son los mayores generadores de puestos de trabajo, a pesar del magro apoyo que reciben de los distintos gobiernos de turno.
Dar un cambio de timón, a la manera de concebir, construir y ejecutar la gestión local, es necesario e impostergable. Quienes nos representan en los Municipios y Gobiernos Regionales, tienen la necesidad y obligación de concertar con las Organizaciones y Líderes Sociales. Recobrar la importancia de elaborar Planes de Desarrollo Local, con la participación del Pueblo es el camino correcto y nos llevará a poner en valor las capacidades y experiencia de la gente. Así como, a vigilar la ejecución del gasto público, actividad que, por lo demás, es un derecho.
¿El Gobierno de Turno y los representantes en el Parlamento promueven leyes y Programas que tienen como centro y fin la construcción del bien común ó por el contrario siguen manteniendo como denominador común niveles de pobreza y exclusión injustificables?. No Obstante, la “bonanza” económica que se vive en el Perú.
La Clase Política pareciera haber olvidado, su principal función, construir el bien común. El fin propio de la política es el buen gobierno. Por eso, el político debe estar bien preparado, tener buenos programas de gobierno, saber administrar los recursos públicos - que pertenecen a todos - saber dialogar, buscar consensos y dar cuenta de su gestión a la población.
Esto último, es ó debe ser una suerte de barómetro, que nos permita medir la eficiencia y eficacia con la que se desempeña, hoy, la clase política, en el Perú, y, de seguro, nos permitiría tener proyectos e indicadores de medición más concretos, no sólo para ver cómo manejamos la economía ó más concretamente las variables macroeconómicas, sino, además, como el buen desempeño económico se traduce, también, en una mejora de las condiciones en las que vive la población. Lo que significa poner metas concretas para mitigar la pobreza, la exclusión y la concentración de la riqueza. A cuya generación - vale la pena recordarlo - todos contribuimos. Aunque, no todos nos beneficiamos, ya que los costos y los beneficios están repartidos de manera desigual.
Mantener terca y obstinadamente esta manera de construir instituciones políticas y de gobernar no sólo va a contribuir al total descrédito del gobierno de turno sino que puede poner en jaque el sistema democrático y abrir la puerta, por lo tanto, a la instauración de propuestas autocráticas ó totalitarias que nadie quiere hoy en el País.
¿Qué debe cambiar?
En el corto Plazo,
Como podemos ver es urgente, un cambio de orientación. Es necesario que todos los ciudadanos en el Perú podamos participar en la toma decisiones del Estado y gozar de la bonanza de la economía.
La naturaleza y el sentido de los cambios caen por su propio peso. En primer lugar, es necesario, que el Estado promueva la existencia de Instituciones Políticas: Partidos ó Movimientos Políticos fuertes que desarrollen procesos de formación, elecciones internas y elaboren propuestas y programas que partan de las necesidades y recojan los legítimos intereses y aspiraciones de ciudadanas y ciudadanos.
Complementariamente, es necesario que se modifique el reglamento del congreso para establecer que el Parlamentario no es dueño de su puesto sino que está allí en representación de sus electores, quienes deben poder comunicarse con él, pedirle cuentas de su desempeño y cambiarlo por el siguiente - en la lista del Partido al que pertenece - si obra mal.
Es necesario, también, eliminar el voto preferencial y establecer circunscripciones territoriales más acotadas, para poder conocer por quién hemos votado ó quién nos representa.
Estos cambios pueden, en mi opinión, iniciar el largo camino por recorrer para cambiar la imagen y acción tan distorsionada de nuestros representantes.
Para el Mediano Plazo:
Todo lo señalado hasta aquí nos pone de manifiesto la necesidad de: “Fortalecer el Estado y Hacer más democrática y participativa la toma de decisiones”
Los “éxitos” logrados, hasta hoy están, a mi modo de ver, impregnados por un crecimiento económico de corte individualista, utilitario y economicista. Esto no se puede seguir sosteniendo, en la medida que lo que está en juego es la estabilidad y el futuro de la Nación. Ha quedado demostrado, que el mercado no es “el mejor distribuidor de recursos”, como lo propugnan sus agoreros, los llamados neo liberales.
Hay que decir, en voz alta, que en el desarrollo de la humanidad, ha quedado demostrado que: No hay realización de un “yo” sin un “nosotros” y de que no puede haber sociedades locales, nacionales o internacionales sin un sentido de bien común, compartido y defendido por sus integrantes; sin un sentido y apego por el fortalecimiento de la dignidad de todos los humanos, sin ninguna distinción y que Sociedad y Estado son los guardianes legítimos del bien tanto de uno como de los otros. Recuperar el valor, proteger y generar oportunidades para el otro, nuestro prójimo, es el espíritu que debe marcar una suerte de refundación del Papel de Estado. Lo que necesita de un marco institucional distinto que surja de leyes vinculantes u obligantes, en relación a la resolución de temas en la agenda pública, que no pueden, seguirse postergando. Pobreza y Exclusión; Mejora de Ingresos y Empleo decente para todas y todos; Educación, Salud y Vivienda de calidad, Oportunidades de realización personal para todos para todas y todos; son aspectos de la agenda pendiente. Con la que debemos enfrentar el Mediano Plazo.
Cumplir esta Agenda, para el corto y mediano plazo permitirá, entre otras cosas, acercar a los ciudadanos a la política y, lo que es más importante, a la participación y a la toma de decisiones, asuntos que, sin duda, nos pueden llevar a descubrir una nueva manera de hacer política, gobernar y construir Estado y Nación en el Perú de Hoy.
viernes, 5 de marzo de 2010
PERU HOY: TOMANDO EL PULSO A LA ECONOMIA
Hemos empezado el tercer mes del 2,010 y seguimos, por dónde miremos, envueltos en una paradoja que parece de nunca acabar: Hoy en el Perú – ese hoy ya tiene casi 20 años - hemos aprendido a respetar, las reglas de juego, el “necesario” equilibrio de lo que se conoce como la macroeconomía. Reconocemos la existencia, indiscutible, de una autoridad sobre el sistema monetario, con lo que se controla la inflación y se privilegian políticas que tienen como fin, no aumentar el déficit fiscal. Vemos así, posibilidades de un crecimiento económico expectante. Aunque, esté cada día más claro que, lo “expectante” de ése crecimiento, no llegue a todas y todos, los que intervienen en generarlo.
Lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio los aciertos y desaciertos, transcurren al tiempo que nuestra clase política está preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de cómo es su responsabilidad estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo que el país, con todo derecho, reclama.
Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Esta situación se complica aún más si hacemos un alto y analizamos las cifras del empleo – que está, todavía, muy lejos de ser decente. A pesar de muchos años de crecimiento económico - y de los ingresos de la población y, además, si hacemos un juicio crítico de los indicadores de salud, nutrición, vivienda y servicios básicos, que se encuentran muy lejos, tanto en cobertura como en calidad comparados con otros países del Mundo y de América Latina con los mismos niveles de ingreso per cápita. Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Veamos por qué:
La Agenda Económica del 2,010:
Cuál es el Panorama:
Se pronostica que la economía mundial puede crecer 3% en el 2,010. Pero hay todavía mucha incertidumbre. La situación de Grecia, Portugal y España. Así como, la marcha y contramarcha de la Economía de los Estados Unidos, así nos lo dicen. En el mejor de los casos, el panorama se aclarará en el segundo semestre del año.
Para el caso de Perú, se vaticina un crecimiento cercano al 5%, como señaló, a finales del mes de febrero del presente año, el viceministro de Economía y Finanzas, Carlos Casas. La Pregunta es ¿cuán reales son éstos pronósticos? Sí, como sabemos, en ámbitos internacionales se manifiesta que: los precios de las materias primas, están sobrevaluados como resultado de una “burbuja especulativa”. Con lo que, si los precios de las materias primas, toman su nivel, esta expectativa de crecimiento se verá disminuida.
¿Qué se Hará?:
1) Pareciera que no hay riesgo inflacionario en el horizonte cercano, en todo caso la subida de precios más menos se anclará en 2%. Al no haber riesgo por inflación (según lo ha establecido el Banco Central de Reserva), el peligro mayor es, el de un despilfarro fiscal.
2) Déficit público mayor, excesivo ó no, va a existir, tanto por razones electorales, como por la baja de inversión privada, que suele ocurrir en tiempos de elecciones, por la “inestabilidad” que producen éstos procesos a quienes invierten .
3) Promover, inversiones mineras, a como dé lugar. Quiere decir, sin tomar debida cuenta para que las empresas respeten: el medioambiente, los derechos de los trabajadores ni promuevan el desarrollo territorial, en los ámbitos en los que desarrollan su actividad. En suma, ingentes ganancias para el que invierte y migajas para quienes trabajan y lo que es peor, mendrugos, para las comunidades y pueblos, donde se ubican los yacimientos mineros.
4) Insistir en los Tratados de Libre Comercio (T.L.C.): Como hemos sido testigos, en las últimas semanas ha cobrado vigencia el TLC con China y ha ocurrido el cierre de negociaciones del TLC con la Unión Europea. Los mencionados tratados, han sido aprobados sin un adecuado debate por parte de la ciudadanía, ni de los productores agrícolas e industriales y menos por nuestros representantes. Esto, por decir lo menos, es deplorable. Baste decir, que la experiencia, propia y ajena, nos ha demostrado que éstos T.L.C. tienen medidas que afectan, negativamente, a amplios sectores económicos y a la sociedad, ya que insisten en dar facilidades para la extracción de minerales y materias primas ó en la liberalización del comercio de ida (del país desarrollado al país en vías en desarrollo), por las ingentes ganancias que hoy representan, y, si bien apoyan el crecimiento, contribuyen poco en el camino y derecho al desarrollo de nuestras naciones.
5) Continuar apoyando el auge de la construcción: Este sector se ha convertido en uno de los generadores de crecimiento económico y empleo, aunque no de calidad, el déficit de viviendas y el crecimiento sostenido de centros comerciales, será lo que, principalmente le siga dando empuje al sector.
¿Qué no se Hará?:
1) Siguen en el tintero, durmiendo el sueño de los justos, aún cuando, son los responsables del mantenimiento de la profunda desigualdad e inequidad en la distribución del ingreso lo siguiente:
a. Políticas Claras y definidas, en relación a redistribuir el ingreso. Quiere decir a propiciar y hacer verdad una más adecuada distribución de los ingresos, beneficios, y los costos del crecimiento. Este aspecto, no se ha tocado, hasta hoy. Pareciera que los costos los seguiremos pagando todas y todos los ciudadanos y los beneficios tanto hoy como ayer, seguirán del lado de unos pocos, los que pueden invertir.
b. Reforma Tributaria: Es y debe constituirse en un aspecto crucial para la redistribución. Sin embargo, no se ha hecho nada hasta hoy, en el Perú seguirán pagando más impuestos, proporcionalmente, los que menos ingresos tienen y no al contrario. Baste decir, que, por ejemplo el financiamiento del Presupuesto de la República del Perú para el 2,010, sigue manteniendo una brecha al alza, en relación de que la fuente más importante de Ingresos siguen siendo los impuestos indirectos (I.G.V.; Impuesto selectivo al consumo, etc.). Quiere decir lo que pagamos todos y lo que aporta el impuesto a la renta. Quiere decir, aquellos empresarios que se benefician de los éxitos del crecimiento económico es marginal.
c. Fin a las exoneraciones tributarias: Queda sin discusión siquiera.
2) No hay medidas, ni se vislumbran en el horizonte cercano medidas para fortalecer el mercado interno (Doméstico). A pesar de que la crisis internacional no se ha superado y que es necesario, mejorar los ingresos y capacidad de consumo de todas y todos. Reactivar el ingreso vía el mejoramiento de sueldos y salarios podría ser una medida interesante, es más sería muy necesario para subir de mejor manera la cuesta. Ojalá, pronto se entienda.
3) El déficit fiscal se aumentará. Sin embargo, este mayor gasto, a cualquier costo, busca beneficiar a la maquinaria partidaria del gobernante de turno, vía la ejecución de obras, que sabe dios quien priorizará o decidirá. Es, más de lo mismo, poner recursos fiscales, que, en esencia, son de todas y todos los ciudadanos, en manos de quienes quieren reelegirse. Allí en los Municipios y Regiones.
4) Fortalecer nuestra capacidad exportadora y nuestra productividad: Queremos ser claros nos parece fundamental, muy importante promover nuestras exportaciones, tradicionales y no tradicionales, agrícolas e industriales. Pero queremos decirlo en voz alta. Los Tratados, así llamados, de Libre Comercio. NO son la mejor manera de hacerlo. Si queremos exportar más productos con valor agregado, nos debemos preocupar por: Hacer más rentables las exportaciones, incrementar el Tipo de cambio, es un camino; Preparar a nuestra misiones comerciales en el exterior para que sean eficientes y eficaces; Promover la constitución de asociaciones conglomerados, donde participen la pequeña y micro empresa y agricultores; Apoyar la innovación y el desarrollo de nuevos productos basados tanto en nuestra biodiversidad como en las posibilidades que nos da el tener una importante porción de la población del País como jóvenes. Sin embargo, eso no se hará sostenible si se deja de invertir en educación, salud y nutrición, elementos fundamentales para mejorar el capital humano. Lo que a su vez es un requisito indispensable para el aumento de la productividad.
Es necesario iniciar un debate, que permita fortalecer, las capacidades propositivas de la ciudadanía, la comunidad académica y los partidos políticos de la oposición deben debatir el sentido y el acento que le ponemos a los temas económicos.
Esto, hoy por hoy, es fundamental e impostergable, en la medida que nos afecta y concierne a todos no sólo por lo inaceptable que resulta la pobreza y exclusión sino por que todos, sin distinción alguna, tenemos derecho a: forjar y tener vida y vida en abundancia. Digamos, de manera clara que: “otra manera de mirar, entender y organizar la economía es posible”
Lo que pasa en la economía, más allá de que podemos discutir y debemos poner en tela de juicio los aciertos y desaciertos, transcurren al tiempo que nuestra clase política está preocupada en preparar sus maquinarias y estructuras partidarias para enfrentar las elecciones municipales, regionales y nacionales – del próximo período-, en vez de cómo es su responsabilidad estar construyendo el camino y el andamiaje institucional necesario para enfrentar y sortear con calidad, equidad y justicia el mediano y largo plazo que el país, con todo derecho, reclama.
Pareciera, entonces, que, nuevamente, los intereses individuales, particulares y la hipoteca y las prebendas vuelven asaltar a nuestros líderes políticos. Quienes, a mi juicio, desaprobarían, el examen más elemental del Sentido de Hacer política. Ya que han olvidado aquello de “Construir el Bien Común”.
Esta situación se complica aún más si hacemos un alto y analizamos las cifras del empleo – que está, todavía, muy lejos de ser decente. A pesar de muchos años de crecimiento económico - y de los ingresos de la población y, además, si hacemos un juicio crítico de los indicadores de salud, nutrición, vivienda y servicios básicos, que se encuentran muy lejos, tanto en cobertura como en calidad comparados con otros países del Mundo y de América Latina con los mismos niveles de ingreso per cápita. Quiere decir que, la bonanza, como siempre, es para unos pocos. A dueños de Empresas Transnacionales, de capital privado, que invierten en sectores estratégicos (Minería, Agricultura de exportación, Empresas Financieras, Construcción de vivienda y Comercio Moderno) les fue muy bien. A los trabajadores, y a los pequeños productores les va de mal en peor. Veamos por qué:
La Agenda Económica del 2,010:
Cuál es el Panorama:
Se pronostica que la economía mundial puede crecer 3% en el 2,010. Pero hay todavía mucha incertidumbre. La situación de Grecia, Portugal y España. Así como, la marcha y contramarcha de la Economía de los Estados Unidos, así nos lo dicen. En el mejor de los casos, el panorama se aclarará en el segundo semestre del año.
Para el caso de Perú, se vaticina un crecimiento cercano al 5%, como señaló, a finales del mes de febrero del presente año, el viceministro de Economía y Finanzas, Carlos Casas. La Pregunta es ¿cuán reales son éstos pronósticos? Sí, como sabemos, en ámbitos internacionales se manifiesta que: los precios de las materias primas, están sobrevaluados como resultado de una “burbuja especulativa”. Con lo que, si los precios de las materias primas, toman su nivel, esta expectativa de crecimiento se verá disminuida.
¿Qué se Hará?:
1) Pareciera que no hay riesgo inflacionario en el horizonte cercano, en todo caso la subida de precios más menos se anclará en 2%. Al no haber riesgo por inflación (según lo ha establecido el Banco Central de Reserva), el peligro mayor es, el de un despilfarro fiscal.
2) Déficit público mayor, excesivo ó no, va a existir, tanto por razones electorales, como por la baja de inversión privada, que suele ocurrir en tiempos de elecciones, por la “inestabilidad” que producen éstos procesos a quienes invierten .
3) Promover, inversiones mineras, a como dé lugar. Quiere decir, sin tomar debida cuenta para que las empresas respeten: el medioambiente, los derechos de los trabajadores ni promuevan el desarrollo territorial, en los ámbitos en los que desarrollan su actividad. En suma, ingentes ganancias para el que invierte y migajas para quienes trabajan y lo que es peor, mendrugos, para las comunidades y pueblos, donde se ubican los yacimientos mineros.
4) Insistir en los Tratados de Libre Comercio (T.L.C.): Como hemos sido testigos, en las últimas semanas ha cobrado vigencia el TLC con China y ha ocurrido el cierre de negociaciones del TLC con la Unión Europea. Los mencionados tratados, han sido aprobados sin un adecuado debate por parte de la ciudadanía, ni de los productores agrícolas e industriales y menos por nuestros representantes. Esto, por decir lo menos, es deplorable. Baste decir, que la experiencia, propia y ajena, nos ha demostrado que éstos T.L.C. tienen medidas que afectan, negativamente, a amplios sectores económicos y a la sociedad, ya que insisten en dar facilidades para la extracción de minerales y materias primas ó en la liberalización del comercio de ida (del país desarrollado al país en vías en desarrollo), por las ingentes ganancias que hoy representan, y, si bien apoyan el crecimiento, contribuyen poco en el camino y derecho al desarrollo de nuestras naciones.
5) Continuar apoyando el auge de la construcción: Este sector se ha convertido en uno de los generadores de crecimiento económico y empleo, aunque no de calidad, el déficit de viviendas y el crecimiento sostenido de centros comerciales, será lo que, principalmente le siga dando empuje al sector.
¿Qué no se Hará?:
1) Siguen en el tintero, durmiendo el sueño de los justos, aún cuando, son los responsables del mantenimiento de la profunda desigualdad e inequidad en la distribución del ingreso lo siguiente:
a. Políticas Claras y definidas, en relación a redistribuir el ingreso. Quiere decir a propiciar y hacer verdad una más adecuada distribución de los ingresos, beneficios, y los costos del crecimiento. Este aspecto, no se ha tocado, hasta hoy. Pareciera que los costos los seguiremos pagando todas y todos los ciudadanos y los beneficios tanto hoy como ayer, seguirán del lado de unos pocos, los que pueden invertir.
b. Reforma Tributaria: Es y debe constituirse en un aspecto crucial para la redistribución. Sin embargo, no se ha hecho nada hasta hoy, en el Perú seguirán pagando más impuestos, proporcionalmente, los que menos ingresos tienen y no al contrario. Baste decir, que, por ejemplo el financiamiento del Presupuesto de la República del Perú para el 2,010, sigue manteniendo una brecha al alza, en relación de que la fuente más importante de Ingresos siguen siendo los impuestos indirectos (I.G.V.; Impuesto selectivo al consumo, etc.). Quiere decir lo que pagamos todos y lo que aporta el impuesto a la renta. Quiere decir, aquellos empresarios que se benefician de los éxitos del crecimiento económico es marginal.
c. Fin a las exoneraciones tributarias: Queda sin discusión siquiera.
2) No hay medidas, ni se vislumbran en el horizonte cercano medidas para fortalecer el mercado interno (Doméstico). A pesar de que la crisis internacional no se ha superado y que es necesario, mejorar los ingresos y capacidad de consumo de todas y todos. Reactivar el ingreso vía el mejoramiento de sueldos y salarios podría ser una medida interesante, es más sería muy necesario para subir de mejor manera la cuesta. Ojalá, pronto se entienda.
3) El déficit fiscal se aumentará. Sin embargo, este mayor gasto, a cualquier costo, busca beneficiar a la maquinaria partidaria del gobernante de turno, vía la ejecución de obras, que sabe dios quien priorizará o decidirá. Es, más de lo mismo, poner recursos fiscales, que, en esencia, son de todas y todos los ciudadanos, en manos de quienes quieren reelegirse. Allí en los Municipios y Regiones.
4) Fortalecer nuestra capacidad exportadora y nuestra productividad: Queremos ser claros nos parece fundamental, muy importante promover nuestras exportaciones, tradicionales y no tradicionales, agrícolas e industriales. Pero queremos decirlo en voz alta. Los Tratados, así llamados, de Libre Comercio. NO son la mejor manera de hacerlo. Si queremos exportar más productos con valor agregado, nos debemos preocupar por: Hacer más rentables las exportaciones, incrementar el Tipo de cambio, es un camino; Preparar a nuestra misiones comerciales en el exterior para que sean eficientes y eficaces; Promover la constitución de asociaciones conglomerados, donde participen la pequeña y micro empresa y agricultores; Apoyar la innovación y el desarrollo de nuevos productos basados tanto en nuestra biodiversidad como en las posibilidades que nos da el tener una importante porción de la población del País como jóvenes. Sin embargo, eso no se hará sostenible si se deja de invertir en educación, salud y nutrición, elementos fundamentales para mejorar el capital humano. Lo que a su vez es un requisito indispensable para el aumento de la productividad.
Es necesario iniciar un debate, que permita fortalecer, las capacidades propositivas de la ciudadanía, la comunidad académica y los partidos políticos de la oposición deben debatir el sentido y el acento que le ponemos a los temas económicos.
Esto, hoy por hoy, es fundamental e impostergable, en la medida que nos afecta y concierne a todos no sólo por lo inaceptable que resulta la pobreza y exclusión sino por que todos, sin distinción alguna, tenemos derecho a: forjar y tener vida y vida en abundancia. Digamos, de manera clara que: “otra manera de mirar, entender y organizar la economía es posible”
jueves, 18 de febrero de 2010
HACIA LA CONSTRUCCION DE UN MODELO DE DESARROLLO INTEGRADO:
Introducción:
Elaborar los, primeros, lineamientos que, a mi juicio, debe tener una propuesta de desarrollo integrado, es una tarea que, sin duda, encierra un reto enorme, para quienes como nosotros queremos aportar en la construcción de un modelo de desarrollo inclusivo y, por lo tanto, un mundo distinto.
En los próximos párrafos, haré el esfuerzo de presentar éstos lineamientos. En primer lugar, abordaré las razones que, a mi modo de ver, exigen e interpelan, nuestras conciencias y capacidades, para la construcción de un modelo de desarrollo alternativo. Qué se debe expresar en el logro de un mundo justo y equitativo para todos y todas. A partir de la respuesta a la pregunta ¿Por qué es necesario construir un modelo de desarrollo alternativo? En segundo término, propondré, lo que considero deben ser, los ejes de una propuesta de desarrollo alternativo; y, en Tercer lugar, presentaré los desafíos que como comunidad académica y sociedad tenemos para arribar a esa construcción.
¿Por qué es necesario construir un modelo de desarrollo alternativo?:
1) Al ingresar al siglo XXI vivimos permanentemente interpelados por una situación económica y social, por decir lo menos, totalmente paradójica. Tanto a nivel del Mundo como en particular en América Latina. Por la que se entiende que las personas estamos al servicio de: las empresas; del modelo de desarrollo imperante; de la tecnología y, como si fuera poco, hasta de los postulados, queramos ó no, de los movimientos políticos que detentan el Poder. Esta manera de entender el rol de las personas absolutamente contrario a lo que debe ser que, en todo caso, debiera expresarse en la mejora progresiva y permanente de la calidad de vida, participación y toma de decisiones por parte de hombres y mujeres. Ya es suficiente razón para construir un modelo alternativo de desarrollo. Veamos porque:
- Así como las monedas, la producción y los beneficios que ella genera tienen dos caras. De una de ellas podemos referir que, en el mundo, contamos con incontables fuerzas productivas, tecnología, comunicaciones y hasta robótica, que - como nos hace ver Bernardo Kiksberg en su documento “Capital social y Cultura: claves Olvidadas del desarrollo – han llevado a la producción mundial, en términos monetarios, a significar, no menos de 25 trillones de dólares, cifra nunca antes siquiera imaginada. De otro lado, sabemos que los beneficios de esto, a lo que contribuimos todos y fundamentalmente los trabajadores, principales creadores de riqueza, se concentran en mayor proporción en las 358 personas que poseen una riqueza acumulada superior al 45% de la población mundial. Esto genera las enormes inequidades, en las que vivimos. Por lo tanto, constituye la primera razón para cambiar.
2) América Latina, es una muestra más de esa paradoja. Veamos por qué: Todos, en medios académicos, empresariales y políticos, reconocen que cuenta con uno de los territorios más ricos en recursos naturales: agua, minerales, gas natural, posibilidades de generar energía eléctrica, agricultura, petróleo, bio-diversidad, etc. No obstante esta situación, es, hoy y desde hace dos décadas, el continente con la distribución menos equitativa del mundo.
Situación que se ha mantenido y al parecer continuará así aún cuando a partir de la segunda mitad de la década del Ochenta, en toda América latina, quiere decir en no menos del 80% de los países que lo conforman, aplicaron las recetas económicas más ortodoxas, en el contexto del modelo de desarrollo neo-liberal imperante. Habiendo tenido como resultado que la pobreza disminuye – aunque no de manera suficiente – pero la exclusión aumenta. Razón suficiente, para que el modelo de desarrollo imperante sea cambiado.
- El que el centro del modelo de desarrollo sea ocupado por aspectos que sólo se interesan por el crecimiento económico - en desmedro de la calidad de vida y la generación de capacidades y oportunidades para el conjunto de la población - como se viene dando hoy. Es una manera de organizar la economía, la producción y la sociedad, a todas luces, insostenible. No sólo porque no es posible que seamos vistos y, lo que es peor, sólo importemos como individuos y por nuestra capacidad de consumo; sino que debemos ser y sentirnos ciudadanos con derechos y responsabilidades. Sí eso no se da debemos cambiar, porque el desarrollo debe tener como centro y fin a las personas, la generación de oportunidades para todas y todos y la satisfacción de las necesidades.
Por último, debemos cambiar el modelo de desarrollo imperante, de corte neo-liberal, porque es necesario que recuperemos el equilibrio entre la razón y la libertad para organizar tanto la economía como la política y las relaciones sociales. No es posible mantener un ordenamiento mundial donde la distribución de los costos y los beneficios del desarrollo no sean equitativos y menos aún que sigamos tolerando que la factura de las ineficiencias sean pagadas sólo, o en la mayor porción, por los que menos tienen.
3) La crisis económica mundial desatada a partir de la poca eficiencia del sistema financiero de los Estados Unidos de Norteamérica y de la especulación desmedida en el sector de bienes raíces, que sólo sirvió para que en algunos - pocos – años unos cuantos acumularan ingentes ganancias, para que después todos seamos testigos de una debacle sin parangón en el mundo, no se puede seguir sosteniendo es necesario, entonces, que revisemos como la política y con ella la economía y la sociedad encuentran un nuevo derrotero marcado ahora sí por aspectos sustantivos como: la búsqueda de Libertad e Igualdad para todos y todas esto es hoy un imperativo. Avanzar o construir un Modelo de Desarrollo Integral y Humano es lo único que hará sostenible la vida e incluso – aunque parezca contradictorio – las posibilidades de seguir generando empresas y, por lo tanto, las condiciones para acumular, riqueza y conocimientos. Sabiendo que hoy las sociedades reclaman una distribución cada vez más equitativa de los costos y beneficios de las propuestas y modelos de desarrollo que se impulsen, en el buen sentido del término, reclaman tener voz y capacidad de decisión. Podemos decir, incluso, que ésta es una nueva manera de reclamar el Poder.
¿Cuáles, entonces, deben ser los Ejes del Desarrollo Alternativo?
A
ntes de Plantear los Ejes señalaré que la concepción del modelo de desarrollo alternativo, que propugno, es aquella que convierta a los Hombres y Mujeres del mundo en: “Ciudadanos y Ciudadanas, libres, con capacidades y oportunidades, que intervienen en la toma de decisiones y definen el sentido de su vida, la vida de sus comunidades y del país en el que habitan, independientemente de la condición económica, cultural y social en la que se encuentren” .
Para alcanzar esta visión, la propuesta de desarrollo alternativo, tomará en consideración las siguientes dimensiones:
La Dimensión Ética: Que partiendo del reconocimiento de la igualdad de los seres humanos. Re – inserte la importancia y el “valor del otro” – nuestro prójimo – en el entendido que todos y en todos los campos en los que transcurre nuestra vida necesitamos del otro. La comunicación, el trabajo, el aprendizaje, la generación de riqueza, el deporte y hasta el ocio, al que pocos hoy tienen derecho; Todo esto lo hacemos en relaciones de colaboración con otros.
Por lo tanto, no podemos estar tranquilos cuando la mayor parte de la población es pobre, una porción, no menos importante, es indigente. La ética, entonces, no es (y nunca ha debido ser entendida como) una disciplina para el estudio ó para propugnar las buenas costumbres – no robar, no ser holgazán, no mentir – valores que, sin duda, son importantes - no sólo de entender sino de practicar- sino que, fundamentalmente, nos debe servir para convertirla en el barómetro de medición de cualquier propuesta de desarrollo, – independientemente de la ideología ó propuesta política que tenga detrás –. Por lo que reaccionemos y encontremos formas para mitigar, y por qué no, desaparecer la pobreza, exclusión y, también, la corrupción y favoritismos, lamentablemente, hoy presentes en el mundo.
Tener la Ética como el barómetro más importante del nivel de desarrollo alcanzado por cualquier nación garantizará que los planes de desarrollo de las naciones sean medidos, prioritariamente, por: el nivel de satisfacción de necesidades y mejora de la calidad de vida de toda la población. La justicia con la que se cobran los impuestos, la equidad en la distribución del ingreso, las capacidades logradas y las oportunidades generadas, la responsabilidad social de las empresas, el equilibrio en las relaciones de género, etc. Cómo, podemos ver, otra forma de conceptuar, planificar, medir y alcanzar el desarrollo para todos y todas es posible y la ética nos ayuda, qué duda cabe, muchísimo en esa dirección.
La Dimensión Política: Teniendo como norte, la construcción del “bien común”. Entendido éste, como el que integra todas las condiciones de la vida individual y social, por medio de lo cual hombres y mujeres pueden lograr un desarrollo integral - en la perspectiva más amplia y completa – que mejore las relaciones y la calidad de vida de todos y todas.
Esta orientación nos remite a la necesidad de reconocer que en éste tiempo, las personas, las comunidades y los países tienen la posibilidad – o como mínimo debieran tenerla – de definir su propia identidad y los proyectos de vida que quieren lograr. Por lo que, el “bien común” ha dejado de ser aquello que es definido e implementado por los partidos políticos y sus programas – aunque son muy importantes – convirtiéndose en: “el bien que la gente sostiene en conjunto y en estrecha relación con los demás” .
Bajo esta mirada, la dimensión política, en una propuesta de desarrollo alternativo al hoy imperante, debe tener en cuenta y darle la importancia necesaria a la participación social. No para remplazar el, necesario, rol de los movimientos y partidos políticos, sino para integrar tanto en las propuestas como en el manejo de lo público, las necesidades e intereses de ciudadanos y ciudadanas. Los avances, logrados en los Planes de Desarrollo Concertado y en los Presupuestos Participativos, en buena parte de los países latino americanos - entre los que destacan la experiencia de Porto Alegre, en Brasil y Villa el Salvador y San Juan de Lurigancho, entre otros, en el caso del Perú – pueden ser muy decidoras y aleccionadoras en la ruta a seguir. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que estas experiencias, importantísimas, sin duda, son desarrolladas en ámbitos locales. El reto sería integrarlas a los Planes de Desarrollo Nacional y a la definición y establecimiento de prioridades para la asignación de recursos en los Presupuestos Generales de la República.
Creo que la concertación, la descentralización y sobre todo el entendimiento que la política y la definición de lo público en función del Bien Común, deben recuperar su centralidad en una propuesta alternativa de desarrollo.
La Dimensión Económico - Social: Entendida y abordada como los instrumentos para generar y redistribuir riqueza con justicia y equidad para todos y todas, posibilitando proyectos de vida buena.
Sugiero, como parte de la propuesta de desarrollo alternativo, ligar, conectar, el tratamiento de lo económico con lo social. La razón fundamental de ésta impostergable conexión radica en que el abordaje particular y sesgado que hoy impera entre lo económico y lo social – que pone, irresponsablemente, el acento en apuntalar, prioritariamente, el crecimiento económico, en desmedro de lo social - que, por lo demás, sólo ha generado y acrecentado la desigualdad, la misma que tiene, como lo señala Kiksberg , impactos regresivos de todo orden. Entre ellos: Reduce los mercados internos, dificulta la formación del mercado nacional y mina la gobernabilidad democrática.
Por supuesto que hay un sin número de razones, complementarias, con las que se puede argumentar esta relación. Conseguir, abordar lo económico y social como parte de un solo paquete de políticas que al tiempo que miden el crecimiento económico, el déficit fiscal, la inflación y las exportaciones se preocupen por medir - estableciendo metas e indicadores claros – como se redistribuyen ingresos, mejora la educación, el acceso a sistemas de protección de la salud y seguridad social, vivienda y se alcanza la responsabilidad social empresarial es clave e impostergable, en este tiempo.
La Dimensión Jurídico - Institucional: Que tenga como orientación primordial la construcción de institucionalidad, el buen gobierno y el desempeño Ético – Legal de quienes administran justicia.
Hoy no es posible pensar en el desarrollo si no contamos en nuestras comunidades y países con un sistema institucional que promueva y garantice el ejercicio de derechos y una adecuada administración de justicia para todos los ciudadanos y ciudadanas. Las Instituciones Públicas como la Defensoría del Pueblo como las Instituciones Privadas como las Empresas y Las Organizaciones sociales deben ser vigilantes del buen desempeño del Estado y contribuir con él para mejorar su acción.
La Dimensión Ecológico - Cultural: Que tenga como intencionalidad re - fundar la manera como los hombres y mujeres nos relacionamos entre nosotros y todos con la naturaleza.
Es imperativo, e impostergable, que una propuesta de desarrollo alternativo nos lleve a generar y re cobrar en nuestra conciencia y, también, en nuestras acciones la necesidad de preservar, respetar y conservar nuestra vio - diversidad. Así como, nuestra diversidad étnica, racial y cultural. Iniciando el camino para desterrar la discriminación de toda índole al tiempo que vamos convenciéndonos y actuando en relación a cómo debemos re – fundar nuestra relación con la naturaleza abandonando nuestra vocación depredadora de los recursos para transformarnos, todos y cada uno, en el espacio en el que vivamos, en conservadores y promotores de vida y vida en abundancia, para todos.
Los Desafíos:
El Estado y la sociedad, organizada ó no, tiene importantes desafíos que afrontar que, sin duda, marcarán la posibilidad que los puntos planteados para la propuesta de desarrollo alternativo se cumplan, plantearemos algunos:
1) Es fundamental que se organicen comités de control ciudadano que puedan vigilar y hacer seguimiento al cumplimiento del Plan de Gobierno de los Partidos y Movimientos Políticos que nos representen tanto en los distintos niveles de gobierno, que conforman lo que conocemos como el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo (Congreso).
2) Para lo cual, debemos realizar Planes de Desarrollo Concertado y los Presupuestos Participativos, tanto en el ámbito nacional cuanto en el local. Esto nos permitiría no sólo realizar propuestas y participar en la planificación de lo público (a nivel macro), lo que ya es importante, sino que, además, nos haría avanzar en el ejercicio y construcción de un Presupuesto General del República, también, participativo y el de cada uno de los Estados y Gobiernos Locales. Lo que es un deber de la clase política, que nos representa, y nuestro derecho.
3) Avanzar en la información, educación y, sobre todo, en el ejercicio de derechos por parte de la población es clave. Y constituye el principal aporte de la comunidad académica al proceso. Para ello, establecer alianzas entre Organizaciones Sociales, Universidades, Instituciones Públicas y Privadas, no sólo, es necesario. Sino que, además, sería una ocasión para hacer llegar nuestra voz y nuestras propuestas de manera directa. Es hora que las instituciones públicas dialoguen más directamente con los ciudadanos y los movimientos sociales que han conformado.
4) Es necesario mostrar nuestro compromiso con los problemas sociales y económicos del País, y el cómo lo hemos venido haciendo, a partir de hacer cada vez más eficiente la labor de los pequeños productores del campo, las mujeres y la acción de los y las micro-empresas, quienes hoy son las generadoras, casi solitarias, de posibilidades para la obtención de ingresos y empleo por parte de la población, especialmente de la que se encuentra en situación de pobreza.
Dialogar con los organismos públicos para que se puedan replicar y masificar, con las adaptaciones necesarias, los proyectos exitosos, que contribuyen a la mejora de los servicios sociales (educación y salud), los ingresos y el empleo, la productividad, la conciencia de los derechos y la calidad de vida de la población. Un importante número de organizaciones sociales, de productores y económicas y ONGs vienen realizando a lo largo y ancho del continente latino americano esta tarea. Es una ruta para conseguir el tránsito de Clientes a Ciudadanos. Tarea, por lo demás, necesaria e impostergable que necesita el concurso de los diversos sectores, entre ellos: políticos, líderes y organizaciones sociales, empresarios, académicos, obreros y técnicos en una perspectiva de concertación, pluralidad y por la eliminación de las desigualdades.
Delinear, hoy por hoy, el Que Hacer es tarea y responsabilidad de todos. El Estado, debe ser inclusivo, Los Partidos Políticos, cada vez más democráticos e incluyentes; Los funcionarios Públicos, signados por una vocación de servicio; Los Académicos, propositivos y dialogantes y los ciudadanos y ciudadanas altamente participativos y con capacidad para tomar decisiones. Este nuevo escenario es, a mi juicio, lo que debemos construir.
Elaborar los, primeros, lineamientos que, a mi juicio, debe tener una propuesta de desarrollo integrado, es una tarea que, sin duda, encierra un reto enorme, para quienes como nosotros queremos aportar en la construcción de un modelo de desarrollo inclusivo y, por lo tanto, un mundo distinto.
En los próximos párrafos, haré el esfuerzo de presentar éstos lineamientos. En primer lugar, abordaré las razones que, a mi modo de ver, exigen e interpelan, nuestras conciencias y capacidades, para la construcción de un modelo de desarrollo alternativo. Qué se debe expresar en el logro de un mundo justo y equitativo para todos y todas. A partir de la respuesta a la pregunta ¿Por qué es necesario construir un modelo de desarrollo alternativo? En segundo término, propondré, lo que considero deben ser, los ejes de una propuesta de desarrollo alternativo; y, en Tercer lugar, presentaré los desafíos que como comunidad académica y sociedad tenemos para arribar a esa construcción.
¿Por qué es necesario construir un modelo de desarrollo alternativo?:
1) Al ingresar al siglo XXI vivimos permanentemente interpelados por una situación económica y social, por decir lo menos, totalmente paradójica. Tanto a nivel del Mundo como en particular en América Latina. Por la que se entiende que las personas estamos al servicio de: las empresas; del modelo de desarrollo imperante; de la tecnología y, como si fuera poco, hasta de los postulados, queramos ó no, de los movimientos políticos que detentan el Poder. Esta manera de entender el rol de las personas absolutamente contrario a lo que debe ser que, en todo caso, debiera expresarse en la mejora progresiva y permanente de la calidad de vida, participación y toma de decisiones por parte de hombres y mujeres. Ya es suficiente razón para construir un modelo alternativo de desarrollo. Veamos porque:
- Así como las monedas, la producción y los beneficios que ella genera tienen dos caras. De una de ellas podemos referir que, en el mundo, contamos con incontables fuerzas productivas, tecnología, comunicaciones y hasta robótica, que - como nos hace ver Bernardo Kiksberg en su documento “Capital social y Cultura: claves Olvidadas del desarrollo – han llevado a la producción mundial, en términos monetarios, a significar, no menos de 25 trillones de dólares, cifra nunca antes siquiera imaginada. De otro lado, sabemos que los beneficios de esto, a lo que contribuimos todos y fundamentalmente los trabajadores, principales creadores de riqueza, se concentran en mayor proporción en las 358 personas que poseen una riqueza acumulada superior al 45% de la población mundial. Esto genera las enormes inequidades, en las que vivimos. Por lo tanto, constituye la primera razón para cambiar.
2) América Latina, es una muestra más de esa paradoja. Veamos por qué: Todos, en medios académicos, empresariales y políticos, reconocen que cuenta con uno de los territorios más ricos en recursos naturales: agua, minerales, gas natural, posibilidades de generar energía eléctrica, agricultura, petróleo, bio-diversidad, etc. No obstante esta situación, es, hoy y desde hace dos décadas, el continente con la distribución menos equitativa del mundo.
Situación que se ha mantenido y al parecer continuará así aún cuando a partir de la segunda mitad de la década del Ochenta, en toda América latina, quiere decir en no menos del 80% de los países que lo conforman, aplicaron las recetas económicas más ortodoxas, en el contexto del modelo de desarrollo neo-liberal imperante. Habiendo tenido como resultado que la pobreza disminuye – aunque no de manera suficiente – pero la exclusión aumenta. Razón suficiente, para que el modelo de desarrollo imperante sea cambiado.
- El que el centro del modelo de desarrollo sea ocupado por aspectos que sólo se interesan por el crecimiento económico - en desmedro de la calidad de vida y la generación de capacidades y oportunidades para el conjunto de la población - como se viene dando hoy. Es una manera de organizar la economía, la producción y la sociedad, a todas luces, insostenible. No sólo porque no es posible que seamos vistos y, lo que es peor, sólo importemos como individuos y por nuestra capacidad de consumo; sino que debemos ser y sentirnos ciudadanos con derechos y responsabilidades. Sí eso no se da debemos cambiar, porque el desarrollo debe tener como centro y fin a las personas, la generación de oportunidades para todas y todos y la satisfacción de las necesidades.
Por último, debemos cambiar el modelo de desarrollo imperante, de corte neo-liberal, porque es necesario que recuperemos el equilibrio entre la razón y la libertad para organizar tanto la economía como la política y las relaciones sociales. No es posible mantener un ordenamiento mundial donde la distribución de los costos y los beneficios del desarrollo no sean equitativos y menos aún que sigamos tolerando que la factura de las ineficiencias sean pagadas sólo, o en la mayor porción, por los que menos tienen.
3) La crisis económica mundial desatada a partir de la poca eficiencia del sistema financiero de los Estados Unidos de Norteamérica y de la especulación desmedida en el sector de bienes raíces, que sólo sirvió para que en algunos - pocos – años unos cuantos acumularan ingentes ganancias, para que después todos seamos testigos de una debacle sin parangón en el mundo, no se puede seguir sosteniendo es necesario, entonces, que revisemos como la política y con ella la economía y la sociedad encuentran un nuevo derrotero marcado ahora sí por aspectos sustantivos como: la búsqueda de Libertad e Igualdad para todos y todas esto es hoy un imperativo. Avanzar o construir un Modelo de Desarrollo Integral y Humano es lo único que hará sostenible la vida e incluso – aunque parezca contradictorio – las posibilidades de seguir generando empresas y, por lo tanto, las condiciones para acumular, riqueza y conocimientos. Sabiendo que hoy las sociedades reclaman una distribución cada vez más equitativa de los costos y beneficios de las propuestas y modelos de desarrollo que se impulsen, en el buen sentido del término, reclaman tener voz y capacidad de decisión. Podemos decir, incluso, que ésta es una nueva manera de reclamar el Poder.
¿Cuáles, entonces, deben ser los Ejes del Desarrollo Alternativo?
A
ntes de Plantear los Ejes señalaré que la concepción del modelo de desarrollo alternativo, que propugno, es aquella que convierta a los Hombres y Mujeres del mundo en: “Ciudadanos y Ciudadanas, libres, con capacidades y oportunidades, que intervienen en la toma de decisiones y definen el sentido de su vida, la vida de sus comunidades y del país en el que habitan, independientemente de la condición económica, cultural y social en la que se encuentren” .
Para alcanzar esta visión, la propuesta de desarrollo alternativo, tomará en consideración las siguientes dimensiones:
La Dimensión Ética: Que partiendo del reconocimiento de la igualdad de los seres humanos. Re – inserte la importancia y el “valor del otro” – nuestro prójimo – en el entendido que todos y en todos los campos en los que transcurre nuestra vida necesitamos del otro. La comunicación, el trabajo, el aprendizaje, la generación de riqueza, el deporte y hasta el ocio, al que pocos hoy tienen derecho; Todo esto lo hacemos en relaciones de colaboración con otros.
Por lo tanto, no podemos estar tranquilos cuando la mayor parte de la población es pobre, una porción, no menos importante, es indigente. La ética, entonces, no es (y nunca ha debido ser entendida como) una disciplina para el estudio ó para propugnar las buenas costumbres – no robar, no ser holgazán, no mentir – valores que, sin duda, son importantes - no sólo de entender sino de practicar- sino que, fundamentalmente, nos debe servir para convertirla en el barómetro de medición de cualquier propuesta de desarrollo, – independientemente de la ideología ó propuesta política que tenga detrás –. Por lo que reaccionemos y encontremos formas para mitigar, y por qué no, desaparecer la pobreza, exclusión y, también, la corrupción y favoritismos, lamentablemente, hoy presentes en el mundo.
Tener la Ética como el barómetro más importante del nivel de desarrollo alcanzado por cualquier nación garantizará que los planes de desarrollo de las naciones sean medidos, prioritariamente, por: el nivel de satisfacción de necesidades y mejora de la calidad de vida de toda la población. La justicia con la que se cobran los impuestos, la equidad en la distribución del ingreso, las capacidades logradas y las oportunidades generadas, la responsabilidad social de las empresas, el equilibrio en las relaciones de género, etc. Cómo, podemos ver, otra forma de conceptuar, planificar, medir y alcanzar el desarrollo para todos y todas es posible y la ética nos ayuda, qué duda cabe, muchísimo en esa dirección.
La Dimensión Política: Teniendo como norte, la construcción del “bien común”. Entendido éste, como el que integra todas las condiciones de la vida individual y social, por medio de lo cual hombres y mujeres pueden lograr un desarrollo integral - en la perspectiva más amplia y completa – que mejore las relaciones y la calidad de vida de todos y todas.
Esta orientación nos remite a la necesidad de reconocer que en éste tiempo, las personas, las comunidades y los países tienen la posibilidad – o como mínimo debieran tenerla – de definir su propia identidad y los proyectos de vida que quieren lograr. Por lo que, el “bien común” ha dejado de ser aquello que es definido e implementado por los partidos políticos y sus programas – aunque son muy importantes – convirtiéndose en: “el bien que la gente sostiene en conjunto y en estrecha relación con los demás” .
Bajo esta mirada, la dimensión política, en una propuesta de desarrollo alternativo al hoy imperante, debe tener en cuenta y darle la importancia necesaria a la participación social. No para remplazar el, necesario, rol de los movimientos y partidos políticos, sino para integrar tanto en las propuestas como en el manejo de lo público, las necesidades e intereses de ciudadanos y ciudadanas. Los avances, logrados en los Planes de Desarrollo Concertado y en los Presupuestos Participativos, en buena parte de los países latino americanos - entre los que destacan la experiencia de Porto Alegre, en Brasil y Villa el Salvador y San Juan de Lurigancho, entre otros, en el caso del Perú – pueden ser muy decidoras y aleccionadoras en la ruta a seguir. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que estas experiencias, importantísimas, sin duda, son desarrolladas en ámbitos locales. El reto sería integrarlas a los Planes de Desarrollo Nacional y a la definición y establecimiento de prioridades para la asignación de recursos en los Presupuestos Generales de la República.
Creo que la concertación, la descentralización y sobre todo el entendimiento que la política y la definición de lo público en función del Bien Común, deben recuperar su centralidad en una propuesta alternativa de desarrollo.
La Dimensión Económico - Social: Entendida y abordada como los instrumentos para generar y redistribuir riqueza con justicia y equidad para todos y todas, posibilitando proyectos de vida buena.
Sugiero, como parte de la propuesta de desarrollo alternativo, ligar, conectar, el tratamiento de lo económico con lo social. La razón fundamental de ésta impostergable conexión radica en que el abordaje particular y sesgado que hoy impera entre lo económico y lo social – que pone, irresponsablemente, el acento en apuntalar, prioritariamente, el crecimiento económico, en desmedro de lo social - que, por lo demás, sólo ha generado y acrecentado la desigualdad, la misma que tiene, como lo señala Kiksberg , impactos regresivos de todo orden. Entre ellos: Reduce los mercados internos, dificulta la formación del mercado nacional y mina la gobernabilidad democrática.
Por supuesto que hay un sin número de razones, complementarias, con las que se puede argumentar esta relación. Conseguir, abordar lo económico y social como parte de un solo paquete de políticas que al tiempo que miden el crecimiento económico, el déficit fiscal, la inflación y las exportaciones se preocupen por medir - estableciendo metas e indicadores claros – como se redistribuyen ingresos, mejora la educación, el acceso a sistemas de protección de la salud y seguridad social, vivienda y se alcanza la responsabilidad social empresarial es clave e impostergable, en este tiempo.
La Dimensión Jurídico - Institucional: Que tenga como orientación primordial la construcción de institucionalidad, el buen gobierno y el desempeño Ético – Legal de quienes administran justicia.
Hoy no es posible pensar en el desarrollo si no contamos en nuestras comunidades y países con un sistema institucional que promueva y garantice el ejercicio de derechos y una adecuada administración de justicia para todos los ciudadanos y ciudadanas. Las Instituciones Públicas como la Defensoría del Pueblo como las Instituciones Privadas como las Empresas y Las Organizaciones sociales deben ser vigilantes del buen desempeño del Estado y contribuir con él para mejorar su acción.
La Dimensión Ecológico - Cultural: Que tenga como intencionalidad re - fundar la manera como los hombres y mujeres nos relacionamos entre nosotros y todos con la naturaleza.
Es imperativo, e impostergable, que una propuesta de desarrollo alternativo nos lleve a generar y re cobrar en nuestra conciencia y, también, en nuestras acciones la necesidad de preservar, respetar y conservar nuestra vio - diversidad. Así como, nuestra diversidad étnica, racial y cultural. Iniciando el camino para desterrar la discriminación de toda índole al tiempo que vamos convenciéndonos y actuando en relación a cómo debemos re – fundar nuestra relación con la naturaleza abandonando nuestra vocación depredadora de los recursos para transformarnos, todos y cada uno, en el espacio en el que vivamos, en conservadores y promotores de vida y vida en abundancia, para todos.
Los Desafíos:
El Estado y la sociedad, organizada ó no, tiene importantes desafíos que afrontar que, sin duda, marcarán la posibilidad que los puntos planteados para la propuesta de desarrollo alternativo se cumplan, plantearemos algunos:
1) Es fundamental que se organicen comités de control ciudadano que puedan vigilar y hacer seguimiento al cumplimiento del Plan de Gobierno de los Partidos y Movimientos Políticos que nos representen tanto en los distintos niveles de gobierno, que conforman lo que conocemos como el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo (Congreso).
2) Para lo cual, debemos realizar Planes de Desarrollo Concertado y los Presupuestos Participativos, tanto en el ámbito nacional cuanto en el local. Esto nos permitiría no sólo realizar propuestas y participar en la planificación de lo público (a nivel macro), lo que ya es importante, sino que, además, nos haría avanzar en el ejercicio y construcción de un Presupuesto General del República, también, participativo y el de cada uno de los Estados y Gobiernos Locales. Lo que es un deber de la clase política, que nos representa, y nuestro derecho.
3) Avanzar en la información, educación y, sobre todo, en el ejercicio de derechos por parte de la población es clave. Y constituye el principal aporte de la comunidad académica al proceso. Para ello, establecer alianzas entre Organizaciones Sociales, Universidades, Instituciones Públicas y Privadas, no sólo, es necesario. Sino que, además, sería una ocasión para hacer llegar nuestra voz y nuestras propuestas de manera directa. Es hora que las instituciones públicas dialoguen más directamente con los ciudadanos y los movimientos sociales que han conformado.
4) Es necesario mostrar nuestro compromiso con los problemas sociales y económicos del País, y el cómo lo hemos venido haciendo, a partir de hacer cada vez más eficiente la labor de los pequeños productores del campo, las mujeres y la acción de los y las micro-empresas, quienes hoy son las generadoras, casi solitarias, de posibilidades para la obtención de ingresos y empleo por parte de la población, especialmente de la que se encuentra en situación de pobreza.
Dialogar con los organismos públicos para que se puedan replicar y masificar, con las adaptaciones necesarias, los proyectos exitosos, que contribuyen a la mejora de los servicios sociales (educación y salud), los ingresos y el empleo, la productividad, la conciencia de los derechos y la calidad de vida de la población. Un importante número de organizaciones sociales, de productores y económicas y ONGs vienen realizando a lo largo y ancho del continente latino americano esta tarea. Es una ruta para conseguir el tránsito de Clientes a Ciudadanos. Tarea, por lo demás, necesaria e impostergable que necesita el concurso de los diversos sectores, entre ellos: políticos, líderes y organizaciones sociales, empresarios, académicos, obreros y técnicos en una perspectiva de concertación, pluralidad y por la eliminación de las desigualdades.
Delinear, hoy por hoy, el Que Hacer es tarea y responsabilidad de todos. El Estado, debe ser inclusivo, Los Partidos Políticos, cada vez más democráticos e incluyentes; Los funcionarios Públicos, signados por una vocación de servicio; Los Académicos, propositivos y dialogantes y los ciudadanos y ciudadanas altamente participativos y con capacidad para tomar decisiones. Este nuevo escenario es, a mi juicio, lo que debemos construir.
sábado, 23 de enero de 2010
Perú Hoy: Contexto Económico Político y Social
En el Perú enfrentamos una situación, a todas luces, paradójica somos un país potencialmente rico, por los ingentes recursos naturales que poseemos: Bio-diversidad; Gas Natural, Oro, Plata, Zinc; Tierras fértiles (calidad y cantidad de tierras productivas), Productos Agrícolas de Exportación e Industria Textil, para mencionar lo más importante.
Sin embargo, mantenemos una profunda exclusión y desigualdad que se expresa en que: el 10% de la población más rico se apropia del 81% de la riqueza y el 39,3 % de la población, que se encuentra en situación de pobreza[2], sólo se apropia (distribuye) el 19 % de la riqueza. Riqueza que, por lo demás, todos, pobres y ricos, producimos. Lo que nos pone frente a un gran desafío ético, económico, político y social toda vez que es humanamente inaceptable, seguir tolerando ésta situación.
Debemos entender, y lo proponemos así, que el desafío ético consiste en informar y generar conciencia entre toda la población y especialmente entre los pobres respecto de que la condición de pobreza que afecta al 39,3 %2 de los peruanos no es un hecho natural, ni producto de la fatalidad ó del, mal entendido, destino. Sino que, responde, fundamentalmente, a la forma injusta y poco equitativa en que se ha organizado la sociedad, la economía, la representación y la toma de decisiones políticas en el Perú.
Lamentablemente, la Clase Política hasta hoy, sólo ha estado interesada en atender y consolidar las necesidades e intereses de los ricos en desmedro de las legítimas e impostergables necesidades e intereses de los pobres.
Los Elementos del contexto, por lo tanto, ponen de manifiesto que el Perú atraviesa por: Una estabilidad, crecimiento y mejora económica al tiempo que por el debilitamiento de la institucionalidad política y la desesperanza en la situación social, en particular de las familias que viven en situación de pobreza.
I.- La situación Económica:
En el Perú, en Agosto de 1,990, hace ya casi 20 años, se aplicó uno de los programas de ajuste estructural de la economía más drásticos del continente. Programa que, a pesar de todo, contó con el apoyo de la mayor parte de la población, incluso, de quiénes vieron que su calidad de vida se vino a menos. Tengo la impresión que, en el común de los ciudadanos, éste apoyo obedecía a la "esperanza ofrecida" por los “agoreros” del “Mercado” en relación a que era necesario ajustar, por un tiempo, sus bolsillos y expectativas, para conseguir la ansiada estabilización y acto seguido producir el crecimiento económico que, por lo demás, nos beneficiaría a todos y todas. Con lo cual el Mercado y la Privatización eran quienes iban a conseguir y conceder recursos para toda la sociedad.
En este tiempo la CEPAL, y varios estudios, identifican claramente una tendencia a la desnacionalización de las empresas privadas y de los servicios públicos. Hoy la privatización y la internacionalización de las empresas es un hecho innegable y, no solo eso, continúa. Incluso, entre las empresas domésticas que han tenido éxito, las mismas que son compradas por quienes tienen mayor poder financiero. De este proceso ni siquiera se salvan empresas ubicadas en sectores estratégicos como: Energía, hidrocarburos ó comunicación. Con lo que, la desnacionalización no es un mito, es una realidad, y no es buena para el país.
Michael Porter, al referirse al caso del Perú, comentó, como una de sus principales deficiencias la de no tener una estrategia nacional de desarrollo, aún en términos neoliberales.
Por lo que, si examinamos lo ocurrido vamos a ver que, en el Perú - y creo que no es distinto en ningún país de América latina - se cumplió sólo una parte de la "esperanza ofrecida". En verdad durante varios años todos ajustamos nuestra economía y se logró la ansiada estabilidad económica y más.
Hoy, suena música bonita, tenemos, como todos reconocen, no menos de 100 meses de crecimiento económico ininterrumpido, aunque hubo una parálisis en el 2,009 en el que crecimos sólo a 1%, disque como producto de la crisis internacional; somos el país con la menor inflación del continente, aunque hace cuatro meses los precios de los productos que componen la canasta básica – aquella que consumen los pobres- están subiendo; contamos con reservas internacionales netas en un nivel nunca visto - en los últimos 22 años-; hace cuatro años que tenemos superávit fiscal; la inversión extranjera ha crecido. Así como, han crecido, y de manera inusitada, los beneficios – ganancias - de quiénes invierten. Incluso, hemos recibido la calificación de País con "Grado de inversión", por parte de Fitch Ratings y MOODY´s. Lo que pone a las claras que no sólo hemos sido alumnos aplicados, de las recetas del FMI y del Banco Mundial, sino que se nos empieza a ver, de alguna manera, como un ejemplo a seguir. Esto, qué duda cabe, es bueno y hay que mantenerlo y en lo posible superarlo. No obstante, no es lo único que hay que hacer, en la perspectiva de mitigar la desigualdad tanto en el ingreso como en las oportunidades para alcanzar bienestar para todas y todos.
Lo lamentable es que, aquí acaba de sonar la música bonita, la otra parte de la "esperanza ofrecida" no se cumple y nos pone muy en claro que el 39,3 %[4] de la población, que sigue en situación de pobreza - y que, además, es la que más ajustó su economía y sus expectativas - sigue trabajando de sol a sol recibiendo como compensación deficientes servicios de educación, salud, trabajos mal remunerados e inexistentes servicios de previsión social.
Esta situación refleja, otra de nuestra más importantes paradojas: Mientras que los empresarios afiliados a la CONFIEP - uno de los gremios empresariales más importantes del Perú - celebran en un cocktail la calificación de "Grado de Inversión” recibida por el Perú, celebración por parte de ellos justificada por que han visto crecer de manera no esperada sus beneficios. Los más pobres de Lima Metropolitana - 100,000 familias ó 500,000 personas en promedio - reciben bolsas de alimentos con el fin de paliar su imposibilidad de poder satisfacer una de las necesidades más elementales, la de alimentarse.
El que hagamos conciencia de que el modelo primario exportador basado en mano de obra barata y extirpación de recursos no renovables no sirve ó sirve muy poco para aumentar la productividad y desarrollar el país, es urgente.
Lo que se requiere, sin duda, es de un nuevo proceso de industrialización, que se sustente en el procesamiento, transformación, de los recursos primarios, expandir el mercado interno vía una mejora de ingresos y mayor inversión en infraestructura productiva y social y con esquemas de financiamiento nuevos que promuevan el desarrollo del mercado de capitales haciendo uso de la moneda local. Más aún, ahora, que el Sol pasa por un proceso de apreciación en relación al dólar.
Hoy, es claro que el crecimiento, la estabilidad económica y todas sus bondades no son condición suficiente para mitigar la pobreza y permiten avanzar muy poco en acortar la brecha entre los que tienen más ingresos respecto de los que tienen menores ingresos. La misma que ha empeorado, baste referir que el GINI para 1,991 era de 0.43 y para el 2,008 fue de 0,479. Como todos sabemos, mientras más alto más desigual .
Creemos que tienen que hacerse cambios para que: a) Estemos en condiciones de enfrentar mejor los shocks externos – aquellos que se generan por crisis naturales del modelo capitalista - y que se dan cíclicamente en los países desarrollados, nuestros principales “socios” comerciales y b) Para que sentemos las bases que nos conduzcan a dejar de ser uno de los países más desiguales en América Latina.
Para ello, se requiere elevar sustantivamente la presión tributaria haciéndola más justa y equitativa, de tal manera que pague más quien más tiene o posee. El gasto público debe ser mayor y orientarse a la mejora del capital humano y de la infraestructura social y productiva. Si Estado e Inversores privados, no entienden eso y refundan sus roles y expectativas, pronto verán menguadas las posibilidades, de un lado, para cumplir con su función y, de otro lado, de seguir generando riqueza.
Que el mercado debe funcionar y que la estabilidad macroeconómica debe ser cuidada, nadie lo pone en tela de juicio. Lo que sí está claro, por lo acontecido - luego de casi 20 años de aplicación de políticas neo liberales - es que no basta con el funcionamiento “libre” de los mercados. Es necesario, además, una intervención consciente del estado para dirigir la economía, promoviendo las actividades que pueden tener mejores efectos sociales, ser sostenibles ambientalmente y promover una mayor dinamización productiva en el largo plazo.
En éste punto, es necesario, a mi modo de ver, hacer mención que cuando me refiero a la intervención estatal, no creo y menos propongo que esta deba ser exclusiva o principalmente mediante empresas públicas, un rol primordial que debe jugar el Estado es el de promover mecanismos de mercado que generan incentivos a la inversión y a la empresa privada. Definiendo impuestos, créditos, regulaciones legales y los subsidios necesarios para que la actividad productiva y económica no se detengan tengan como norte resolver las demandas, necesidades e intereses de todas y todos los ciudadanos.
II.- La situación Política:
Un elemento, a mi juicio, crucial, para graficar el contexto es el mirar como camina la construcción de la democracia: Asistimos, hoy en el Perú, a un proceso que determinará, si es, todavía, posible establecer una nueva manera de hacer política, gobernar y construir Estado y Nación.
Intentar dar respuesta a estos aspectos, a todas luces, centrales para la vigencia del orden democrático nos remite a un conjunto de preguntas y situaciones por resolver y no a afirmaciones ó constatación de avances ó logros alcanzados veamos por qué:
Un primer elemento a dilucidar es: Están los partidos y movimientos políticos a la altura de los tiempos. Quiere decir, promueven e implementan, en la actualidad, un rol de información, formación política, elección interna de representantes, y de elaboración de programas y propuestas desde abajo, ó por el contrario éstas tareas, qué duda cabe, importantes para la construcción de instituciones políticas representativas, se implementan y fortalecen sólo a una minoría de sus militantes que funcionan casi como castas.
Un segundo elemento es: Los Partidos Políticos establecen procesos de: información, recojo de opinión y discusión de sus propuestas, de manera democrática, con los ciudadanos ó, por lo menos, con sus electores.
El Tercero: Los gobiernos democráticos tienen como centro la construcción del bien común ó por el contrario siguen propiciando y manteniendo como denominador común niveles de pobreza y concentración del ingreso injustificables. A pesar, de la aparente bonanza económica que se vive en América Latina y en particular en el Perú.
Lamentablemente, podemos referir que las situaciones planteadas líneas arriba no están hoy por hoy como parte de la preocupación de los partidos y movimientos políticos peruanos ni forman parte, necesariamente, de la agenda pública significando más bien el punto de partida del necesario proceso de transformación de la manera de hacer política y gobernar que hay que propiciar. Siendo éste el panorama podemos ver que el resultado nos lleva a una baja credibilidad de la ciudadanía respecto de la clase política en general y a niveles de desaprobación importantes de la gestión del gobierno actual.
El último sondeo de opinión realizado por el Centro de Investigación de la Universidad de Lima, en diciembre del 2009 nos dice que el 55.60%, de los encuestados, desaprueba el desempeño del Presidente de la República, Alan García Perez; mientras que el 53.50%, de los encuestados, desaprueba la gestión del Premier, Javier Velázquez Quesquén. Mientras que el 57,2%, de los encuestados, desaprueba la gestión del Gobierno en General y por si fuera poco el 78.1% desaprueba la Gestión del Congreso.
En relación a como ven los ciudadanos la situación política actual el 51.8%, de los encuestados la califica de poco estable y el 19,2% manifiesta que es nada estable. Adicionalmente, cuando se les pregunta por: Cómo ven la situación política para dentro de un año la respuesta es, igual para el 43,6 % de los encuestados y un preocupante peor para el 24.7 %. Lo que dice mucho de la debilidad de la clase política en general y de la poca sintonía entre quienes hoy gobiernan y los ciudadanos en particular.
Las razones de esta situación pasan tanto porque, a mi juicio, los partidos políticos no están a la altura de los tiempos y no sólo porque existe una crisis de representación sino fundamentalmente por que los ciudadanos, en particular la clase media – que son muy pocos- y los que se encuentran en situación de pobreza no encuentran una respuesta a sus legítimas demandas, aspiraciones e intereses.
Es necesario que los políticos presten atención a las necesidades y aspiraciones de ciudadanas y ciudadanos y generen propuestas orientadas a mejorar las condiciones para que todas y todos puedan mejorar tanto sus condiciones de vida como alcanzar sus aspiraciones. Si a quienes hoy nos representan sólo les interesa mantener privilegios en unos pocos, habrá que cambiarlos.
El Estado tiene que poner el acento en políticas que puedan mejorar la distribución del ingreso, generar empleos de calidad, brindar educación, salud y justicia para todos. Es cierto que los recursos son limitados pero si se ponen por delante las prioridades, podemos, sin duda avanzar màs.
Uno de los aspectos claves para la gobernabilidad es que, quienes gobiernan en nuestra representación, construyan la agenda pública y definan las tareas propiciando la más amplia información, alimentando el debate y, lo que es más importante, que sean tolerantes con quienes discrepen ó tengan propuestas distintas con el discurso "Oficial" - que no es necesariamente el que goza de la mayor aprobación - y, por ende, resuelvan por medio de leyes, programas, proyectos y lineamientos de política producto del entendimiento y consenso tanto de las fuerzas políticas cuanto de la sociedad civil.
Siendo esto último una clave para fortalecer nuestra, naciente, cultura democrática, viene ocurriendo, con cierta frecuencia, y no sólo en el Perú, que quienes somos críticos ó ponemos el acento en temas y prioridades, en lo económico, social, político y cultural, de naturaleza distinta al discurso oficial, que no son siquiera vistas por quienes gobiernan, somos puestos en la "otra orilla" y no somos escuchados ni tomados en cuenta. Echando por tierra el respeto y tolerancia que debe observarse, en un régimen democrático, por el opositor.
La necesidad de cambiar la manera de gobernar y tomar decisiones es reconocida por cada vez más amplios sectores: Líderes Sociales, académicos, ciudadanas y ciudadanos quienes reclaman cambios. Es necesario, que duda cabe, avanzar en la implementación de acuerdos, al más alto nivel, tanto para el largo plazo - como los elaborados por el Acuerdo Nacional – cuanto para el corto y mediano plazo, donde hay nada o muy poco concertado. Esto, como norte de la próxima etapa de gobierno, marcaría un cambio y aterrizaría más su que hacer. No debemos olvidar que es importante vislumbrar el largo plazo pero que para alcanzarlo es necesario caminar en la dirección correcta en el corto y mediano plazo. Por lo tanto, el cambio de curso que es necesario realizar podemos resumirlo en lo siguiente: Brindar oportunidades para la participación y toma de las decisiones en los asuntos públicos a ciudadanos y ciudadanas y fortalecer y consolidar la institucionalidad democrática.
III.- La situación Social:
El punto de partida para graficar la situación social es: El crecimiento económico al no mejorar la distribución del ingreso ni generar oportunidades para todos ni tampoco mayor inclusión social. Ha aportado poco en la reducción de pobreza y nada, o casi nada, en la ansiada y necesaria reducción de la desigualdad.
Hoy el debate está centrado no sólo en cuanto ha bajado el número de personas que se encuentran en situación de pobreza sino en cómo se generan mecanismos y políticas claras para mitigar la desigualdad.
La población empieza a preguntarse si la democracia promueve la vigencia de los derechos sociales, para todos y todas. Tengo la impresión que para que esto sea una realidad es necesario transitar por una ruta que debe tener como orientación tres aspectos: El primero de ellos, a mi modo de ver, está referido al establecimiento de políticas y metas concretas y medibles para mejorar la distribución del ingreso, bajando la, hasta hoy, abusiva, concentración del mismo. Debería ser materia de denuncia permanente y definido como inaceptable que el 10% de la Población (los más ricos) se apropien del 81 % de la riqueza. Que por lo demás, todos, incluidos los pobres, la generamos.
En segundo lugar, es necesario que entendamos que la política social debe estar encaminada, centralmente, a la generación de pleno empleo ó empleo decente para todos y todas, y
En tercer lugar, propiciar programas de asistencia, a los más pobres, en alimentación, educación y salud con metas concretas y medibles como medidas necesarias para mitigar la desigualdad pero no como lo único que hay que hacer.
En lo que va del gobierno actual, se ha venido insistiendo en el desarrollo de programas de asistencia y en mejorar la eficiencia de los llamados programas sociales, para los más pobres, con medidas como: elaborar un padrón único, evitar la duplicidad de beneficiarios, una mayor coordinación entre las instituciones que ejecutan programas sociales y la llamada focalización. Acciones que van dando frutos. Sin embargo, es necesario desconcentrar recursos y decisiones para aumentar la eficiencia.
Podemos, afirmar, entonces que: La mejora de las condiciones de vida de las grandes mayorías como producto del, sin duda necesario, crecimiento económico no se ha producido hasta hoy. A pesar de siete años de ininterrumpido crecimiento de la economía.
Por lo que el "Chorreo" se ha convertido, una vez más, en "goteo" hacia los más necesitados, que son, dicho sea de paso, los que contribuyen decisivamente a esa bonanza. Situación que queda clara al analizar la opinión de ciudadanas y ciudadanos de Lima Metropolitana, en el sondeo de opinión realizado en el mes de diciembre del 2,009 por la unidad de investigación de la universidad de Lima. En el mencionado sondeo ante la pregunta ¿cómo califica su situación económica?; los entrevistados responden de la siguiente manera: el 63% la califica de manera regular, mientras que el 22%, la siente como mala ó muy mala.
Hay que ver, entonces, en que clave y con qué notas hacemos música para todos y cuáles son los límites que no podemos ni debemos seguir soportando. Mitigar la pobreza y la exclusión no puede esperar. Más allá de ser liberales ó no.
Es necesario prestar especial atención a la urgente necesidad de distribuir mejor los costos y los beneficios, del crecimiento económico. Es hora de que el crecimiento beneficie a todos los ciudadanos y ciudadanas del Perú. Y, sobre todo, que el que más tiene pague más impuestos.
La Política y la Economía deben ser caras de una misma moneda, es necesario empezar un camino sin retorno para que los derechos sociales, políticos y económicos puedan ser gozados por todos y todas. Esa, que duda cabe, es una condición necesaria para el fortalecimiento y vigencia de la democracia.
Sin embargo, mantenemos una profunda exclusión y desigualdad que se expresa en que: el 10% de la población más rico se apropia del 81% de la riqueza y el 39,3 % de la población, que se encuentra en situación de pobreza[2], sólo se apropia (distribuye) el 19 % de la riqueza. Riqueza que, por lo demás, todos, pobres y ricos, producimos. Lo que nos pone frente a un gran desafío ético, económico, político y social toda vez que es humanamente inaceptable, seguir tolerando ésta situación.
Debemos entender, y lo proponemos así, que el desafío ético consiste en informar y generar conciencia entre toda la población y especialmente entre los pobres respecto de que la condición de pobreza que afecta al 39,3 %2 de los peruanos no es un hecho natural, ni producto de la fatalidad ó del, mal entendido, destino. Sino que, responde, fundamentalmente, a la forma injusta y poco equitativa en que se ha organizado la sociedad, la economía, la representación y la toma de decisiones políticas en el Perú.
Lamentablemente, la Clase Política hasta hoy, sólo ha estado interesada en atender y consolidar las necesidades e intereses de los ricos en desmedro de las legítimas e impostergables necesidades e intereses de los pobres.
Los Elementos del contexto, por lo tanto, ponen de manifiesto que el Perú atraviesa por: Una estabilidad, crecimiento y mejora económica al tiempo que por el debilitamiento de la institucionalidad política y la desesperanza en la situación social, en particular de las familias que viven en situación de pobreza.
I.- La situación Económica:
En el Perú, en Agosto de 1,990, hace ya casi 20 años, se aplicó uno de los programas de ajuste estructural de la economía más drásticos del continente. Programa que, a pesar de todo, contó con el apoyo de la mayor parte de la población, incluso, de quiénes vieron que su calidad de vida se vino a menos. Tengo la impresión que, en el común de los ciudadanos, éste apoyo obedecía a la "esperanza ofrecida" por los “agoreros” del “Mercado” en relación a que era necesario ajustar, por un tiempo, sus bolsillos y expectativas, para conseguir la ansiada estabilización y acto seguido producir el crecimiento económico que, por lo demás, nos beneficiaría a todos y todas. Con lo cual el Mercado y la Privatización eran quienes iban a conseguir y conceder recursos para toda la sociedad.
En este tiempo la CEPAL, y varios estudios, identifican claramente una tendencia a la desnacionalización de las empresas privadas y de los servicios públicos. Hoy la privatización y la internacionalización de las empresas es un hecho innegable y, no solo eso, continúa. Incluso, entre las empresas domésticas que han tenido éxito, las mismas que son compradas por quienes tienen mayor poder financiero. De este proceso ni siquiera se salvan empresas ubicadas en sectores estratégicos como: Energía, hidrocarburos ó comunicación. Con lo que, la desnacionalización no es un mito, es una realidad, y no es buena para el país.
Michael Porter, al referirse al caso del Perú, comentó, como una de sus principales deficiencias la de no tener una estrategia nacional de desarrollo, aún en términos neoliberales.
Por lo que, si examinamos lo ocurrido vamos a ver que, en el Perú - y creo que no es distinto en ningún país de América latina - se cumplió sólo una parte de la "esperanza ofrecida". En verdad durante varios años todos ajustamos nuestra economía y se logró la ansiada estabilidad económica y más.
Hoy, suena música bonita, tenemos, como todos reconocen, no menos de 100 meses de crecimiento económico ininterrumpido, aunque hubo una parálisis en el 2,009 en el que crecimos sólo a 1%, disque como producto de la crisis internacional; somos el país con la menor inflación del continente, aunque hace cuatro meses los precios de los productos que componen la canasta básica – aquella que consumen los pobres- están subiendo; contamos con reservas internacionales netas en un nivel nunca visto - en los últimos 22 años-; hace cuatro años que tenemos superávit fiscal; la inversión extranjera ha crecido. Así como, han crecido, y de manera inusitada, los beneficios – ganancias - de quiénes invierten. Incluso, hemos recibido la calificación de País con "Grado de inversión", por parte de Fitch Ratings y MOODY´s. Lo que pone a las claras que no sólo hemos sido alumnos aplicados, de las recetas del FMI y del Banco Mundial, sino que se nos empieza a ver, de alguna manera, como un ejemplo a seguir. Esto, qué duda cabe, es bueno y hay que mantenerlo y en lo posible superarlo. No obstante, no es lo único que hay que hacer, en la perspectiva de mitigar la desigualdad tanto en el ingreso como en las oportunidades para alcanzar bienestar para todas y todos.
Lo lamentable es que, aquí acaba de sonar la música bonita, la otra parte de la "esperanza ofrecida" no se cumple y nos pone muy en claro que el 39,3 %[4] de la población, que sigue en situación de pobreza - y que, además, es la que más ajustó su economía y sus expectativas - sigue trabajando de sol a sol recibiendo como compensación deficientes servicios de educación, salud, trabajos mal remunerados e inexistentes servicios de previsión social.
Esta situación refleja, otra de nuestra más importantes paradojas: Mientras que los empresarios afiliados a la CONFIEP - uno de los gremios empresariales más importantes del Perú - celebran en un cocktail la calificación de "Grado de Inversión” recibida por el Perú, celebración por parte de ellos justificada por que han visto crecer de manera no esperada sus beneficios. Los más pobres de Lima Metropolitana - 100,000 familias ó 500,000 personas en promedio - reciben bolsas de alimentos con el fin de paliar su imposibilidad de poder satisfacer una de las necesidades más elementales, la de alimentarse.
El que hagamos conciencia de que el modelo primario exportador basado en mano de obra barata y extirpación de recursos no renovables no sirve ó sirve muy poco para aumentar la productividad y desarrollar el país, es urgente.
Lo que se requiere, sin duda, es de un nuevo proceso de industrialización, que se sustente en el procesamiento, transformación, de los recursos primarios, expandir el mercado interno vía una mejora de ingresos y mayor inversión en infraestructura productiva y social y con esquemas de financiamiento nuevos que promuevan el desarrollo del mercado de capitales haciendo uso de la moneda local. Más aún, ahora, que el Sol pasa por un proceso de apreciación en relación al dólar.
Hoy, es claro que el crecimiento, la estabilidad económica y todas sus bondades no son condición suficiente para mitigar la pobreza y permiten avanzar muy poco en acortar la brecha entre los que tienen más ingresos respecto de los que tienen menores ingresos. La misma que ha empeorado, baste referir que el GINI para 1,991 era de 0.43 y para el 2,008 fue de 0,479. Como todos sabemos, mientras más alto más desigual .
Creemos que tienen que hacerse cambios para que: a) Estemos en condiciones de enfrentar mejor los shocks externos – aquellos que se generan por crisis naturales del modelo capitalista - y que se dan cíclicamente en los países desarrollados, nuestros principales “socios” comerciales y b) Para que sentemos las bases que nos conduzcan a dejar de ser uno de los países más desiguales en América Latina.
Para ello, se requiere elevar sustantivamente la presión tributaria haciéndola más justa y equitativa, de tal manera que pague más quien más tiene o posee. El gasto público debe ser mayor y orientarse a la mejora del capital humano y de la infraestructura social y productiva. Si Estado e Inversores privados, no entienden eso y refundan sus roles y expectativas, pronto verán menguadas las posibilidades, de un lado, para cumplir con su función y, de otro lado, de seguir generando riqueza.
Que el mercado debe funcionar y que la estabilidad macroeconómica debe ser cuidada, nadie lo pone en tela de juicio. Lo que sí está claro, por lo acontecido - luego de casi 20 años de aplicación de políticas neo liberales - es que no basta con el funcionamiento “libre” de los mercados. Es necesario, además, una intervención consciente del estado para dirigir la economía, promoviendo las actividades que pueden tener mejores efectos sociales, ser sostenibles ambientalmente y promover una mayor dinamización productiva en el largo plazo.
En éste punto, es necesario, a mi modo de ver, hacer mención que cuando me refiero a la intervención estatal, no creo y menos propongo que esta deba ser exclusiva o principalmente mediante empresas públicas, un rol primordial que debe jugar el Estado es el de promover mecanismos de mercado que generan incentivos a la inversión y a la empresa privada. Definiendo impuestos, créditos, regulaciones legales y los subsidios necesarios para que la actividad productiva y económica no se detengan tengan como norte resolver las demandas, necesidades e intereses de todas y todos los ciudadanos.
II.- La situación Política:
Un elemento, a mi juicio, crucial, para graficar el contexto es el mirar como camina la construcción de la democracia: Asistimos, hoy en el Perú, a un proceso que determinará, si es, todavía, posible establecer una nueva manera de hacer política, gobernar y construir Estado y Nación.
Intentar dar respuesta a estos aspectos, a todas luces, centrales para la vigencia del orden democrático nos remite a un conjunto de preguntas y situaciones por resolver y no a afirmaciones ó constatación de avances ó logros alcanzados veamos por qué:
Un primer elemento a dilucidar es: Están los partidos y movimientos políticos a la altura de los tiempos. Quiere decir, promueven e implementan, en la actualidad, un rol de información, formación política, elección interna de representantes, y de elaboración de programas y propuestas desde abajo, ó por el contrario éstas tareas, qué duda cabe, importantes para la construcción de instituciones políticas representativas, se implementan y fortalecen sólo a una minoría de sus militantes que funcionan casi como castas.
Un segundo elemento es: Los Partidos Políticos establecen procesos de: información, recojo de opinión y discusión de sus propuestas, de manera democrática, con los ciudadanos ó, por lo menos, con sus electores.
El Tercero: Los gobiernos democráticos tienen como centro la construcción del bien común ó por el contrario siguen propiciando y manteniendo como denominador común niveles de pobreza y concentración del ingreso injustificables. A pesar, de la aparente bonanza económica que se vive en América Latina y en particular en el Perú.
Lamentablemente, podemos referir que las situaciones planteadas líneas arriba no están hoy por hoy como parte de la preocupación de los partidos y movimientos políticos peruanos ni forman parte, necesariamente, de la agenda pública significando más bien el punto de partida del necesario proceso de transformación de la manera de hacer política y gobernar que hay que propiciar. Siendo éste el panorama podemos ver que el resultado nos lleva a una baja credibilidad de la ciudadanía respecto de la clase política en general y a niveles de desaprobación importantes de la gestión del gobierno actual.
El último sondeo de opinión realizado por el Centro de Investigación de la Universidad de Lima, en diciembre del 2009 nos dice que el 55.60%, de los encuestados, desaprueba el desempeño del Presidente de la República, Alan García Perez; mientras que el 53.50%, de los encuestados, desaprueba la gestión del Premier, Javier Velázquez Quesquén. Mientras que el 57,2%, de los encuestados, desaprueba la gestión del Gobierno en General y por si fuera poco el 78.1% desaprueba la Gestión del Congreso.
En relación a como ven los ciudadanos la situación política actual el 51.8%, de los encuestados la califica de poco estable y el 19,2% manifiesta que es nada estable. Adicionalmente, cuando se les pregunta por: Cómo ven la situación política para dentro de un año la respuesta es, igual para el 43,6 % de los encuestados y un preocupante peor para el 24.7 %. Lo que dice mucho de la debilidad de la clase política en general y de la poca sintonía entre quienes hoy gobiernan y los ciudadanos en particular.
Las razones de esta situación pasan tanto porque, a mi juicio, los partidos políticos no están a la altura de los tiempos y no sólo porque existe una crisis de representación sino fundamentalmente por que los ciudadanos, en particular la clase media – que son muy pocos- y los que se encuentran en situación de pobreza no encuentran una respuesta a sus legítimas demandas, aspiraciones e intereses.
Es necesario que los políticos presten atención a las necesidades y aspiraciones de ciudadanas y ciudadanos y generen propuestas orientadas a mejorar las condiciones para que todas y todos puedan mejorar tanto sus condiciones de vida como alcanzar sus aspiraciones. Si a quienes hoy nos representan sólo les interesa mantener privilegios en unos pocos, habrá que cambiarlos.
El Estado tiene que poner el acento en políticas que puedan mejorar la distribución del ingreso, generar empleos de calidad, brindar educación, salud y justicia para todos. Es cierto que los recursos son limitados pero si se ponen por delante las prioridades, podemos, sin duda avanzar màs.
Uno de los aspectos claves para la gobernabilidad es que, quienes gobiernan en nuestra representación, construyan la agenda pública y definan las tareas propiciando la más amplia información, alimentando el debate y, lo que es más importante, que sean tolerantes con quienes discrepen ó tengan propuestas distintas con el discurso "Oficial" - que no es necesariamente el que goza de la mayor aprobación - y, por ende, resuelvan por medio de leyes, programas, proyectos y lineamientos de política producto del entendimiento y consenso tanto de las fuerzas políticas cuanto de la sociedad civil.
Siendo esto último una clave para fortalecer nuestra, naciente, cultura democrática, viene ocurriendo, con cierta frecuencia, y no sólo en el Perú, que quienes somos críticos ó ponemos el acento en temas y prioridades, en lo económico, social, político y cultural, de naturaleza distinta al discurso oficial, que no son siquiera vistas por quienes gobiernan, somos puestos en la "otra orilla" y no somos escuchados ni tomados en cuenta. Echando por tierra el respeto y tolerancia que debe observarse, en un régimen democrático, por el opositor.
La necesidad de cambiar la manera de gobernar y tomar decisiones es reconocida por cada vez más amplios sectores: Líderes Sociales, académicos, ciudadanas y ciudadanos quienes reclaman cambios. Es necesario, que duda cabe, avanzar en la implementación de acuerdos, al más alto nivel, tanto para el largo plazo - como los elaborados por el Acuerdo Nacional – cuanto para el corto y mediano plazo, donde hay nada o muy poco concertado. Esto, como norte de la próxima etapa de gobierno, marcaría un cambio y aterrizaría más su que hacer. No debemos olvidar que es importante vislumbrar el largo plazo pero que para alcanzarlo es necesario caminar en la dirección correcta en el corto y mediano plazo. Por lo tanto, el cambio de curso que es necesario realizar podemos resumirlo en lo siguiente: Brindar oportunidades para la participación y toma de las decisiones en los asuntos públicos a ciudadanos y ciudadanas y fortalecer y consolidar la institucionalidad democrática.
III.- La situación Social:
El punto de partida para graficar la situación social es: El crecimiento económico al no mejorar la distribución del ingreso ni generar oportunidades para todos ni tampoco mayor inclusión social. Ha aportado poco en la reducción de pobreza y nada, o casi nada, en la ansiada y necesaria reducción de la desigualdad.
Hoy el debate está centrado no sólo en cuanto ha bajado el número de personas que se encuentran en situación de pobreza sino en cómo se generan mecanismos y políticas claras para mitigar la desigualdad.
La población empieza a preguntarse si la democracia promueve la vigencia de los derechos sociales, para todos y todas. Tengo la impresión que para que esto sea una realidad es necesario transitar por una ruta que debe tener como orientación tres aspectos: El primero de ellos, a mi modo de ver, está referido al establecimiento de políticas y metas concretas y medibles para mejorar la distribución del ingreso, bajando la, hasta hoy, abusiva, concentración del mismo. Debería ser materia de denuncia permanente y definido como inaceptable que el 10% de la Población (los más ricos) se apropien del 81 % de la riqueza. Que por lo demás, todos, incluidos los pobres, la generamos.
En segundo lugar, es necesario que entendamos que la política social debe estar encaminada, centralmente, a la generación de pleno empleo ó empleo decente para todos y todas, y
En tercer lugar, propiciar programas de asistencia, a los más pobres, en alimentación, educación y salud con metas concretas y medibles como medidas necesarias para mitigar la desigualdad pero no como lo único que hay que hacer.
En lo que va del gobierno actual, se ha venido insistiendo en el desarrollo de programas de asistencia y en mejorar la eficiencia de los llamados programas sociales, para los más pobres, con medidas como: elaborar un padrón único, evitar la duplicidad de beneficiarios, una mayor coordinación entre las instituciones que ejecutan programas sociales y la llamada focalización. Acciones que van dando frutos. Sin embargo, es necesario desconcentrar recursos y decisiones para aumentar la eficiencia.
Podemos, afirmar, entonces que: La mejora de las condiciones de vida de las grandes mayorías como producto del, sin duda necesario, crecimiento económico no se ha producido hasta hoy. A pesar de siete años de ininterrumpido crecimiento de la economía.
Por lo que el "Chorreo" se ha convertido, una vez más, en "goteo" hacia los más necesitados, que son, dicho sea de paso, los que contribuyen decisivamente a esa bonanza. Situación que queda clara al analizar la opinión de ciudadanas y ciudadanos de Lima Metropolitana, en el sondeo de opinión realizado en el mes de diciembre del 2,009 por la unidad de investigación de la universidad de Lima. En el mencionado sondeo ante la pregunta ¿cómo califica su situación económica?; los entrevistados responden de la siguiente manera: el 63% la califica de manera regular, mientras que el 22%, la siente como mala ó muy mala.
Hay que ver, entonces, en que clave y con qué notas hacemos música para todos y cuáles son los límites que no podemos ni debemos seguir soportando. Mitigar la pobreza y la exclusión no puede esperar. Más allá de ser liberales ó no.
Es necesario prestar especial atención a la urgente necesidad de distribuir mejor los costos y los beneficios, del crecimiento económico. Es hora de que el crecimiento beneficie a todos los ciudadanos y ciudadanas del Perú. Y, sobre todo, que el que más tiene pague más impuestos.
La Política y la Economía deben ser caras de una misma moneda, es necesario empezar un camino sin retorno para que los derechos sociales, políticos y económicos puedan ser gozados por todos y todas. Esa, que duda cabe, es una condición necesaria para el fortalecimiento y vigencia de la democracia.
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