Pareciera
que la recuperación económica se ha
iniciado en Julio, aunque aún de manera
endeble. EL P.B.I. creció en 1.2 %, recuperándose del magro desempeño del
mes anterior. Sin embargo, es necesario señalar que esta cifra es producto del promedio global de P.B.I., quiere
decir que incluye a actividades primarias (ligadas a la extracción de recursos,
donde la minería es la principal) como a actividades no primarias (las no
ligadas a la extracción de recursos).
Cuando
analizamos el desempeño de las actividades no primarias, encontramos que la
economía doméstica aún sigue contraída. Baste referir que la construcción y la
manufactura se contraen alrededor del 6% para poder entender lo que pasa; no
sólo con el poco avance productivo en este sector sino por lo que impacta en la
poca generación de empleo.
En
relación al mercado interno, el comercio y los servicios se siguen expandiendo
aún, en índices que bordean el 4 %. esta expansión es menor que en meses y períodos
anteriores y creemos que en la medida que la calidad del empleo no mejore y los
sueldos y salarios no se recuperen, el dinamismo del comercio y servicios será
cada vez menor. No olvidemos que una fuente importante para el dinamismo del
comercio y servicios se sustenta en la elasticidad y crecimiento del crédito. Fundamentalmente tarjetas de crédito y crédito de consumo,
variables que empiezan a llegar a su tope.
Bajo
este panorama la proyección del crecimiento económico para el presente año se
ha ajustado, nuevamente, a la baja. Se habla que podría llegarse al 4% como
máximo.
En
medio de este cuadro estamos estrenando como ministro de economía a Alonso Segura,
quien ha manifestado: “Lo peor para la economía peruana ya pasó y ahora hay que
mirar para adelante". Afirma que la desaceleración económica
fue moderada, y que el gran reto será re-enganchar con mayor optimismo las
expectativas de los agentes económicos, personas y empresas.
Este
llamado re-enganche con las expectativas es el que nos parece no será fácil de
lograr, no sólo porque a pesar del cambio de conductor, la economía seguirá en
el mismo curso de acción, sino también porque la percepción de los ciudadanos y
la realidad caminan en sentido contrario del libreto Macro Económico.
Ollanta
Humala afirmó que: “la política económica del Perú es una sola y con el ingreso
de Alonso Segura
al MEF lo que se hará será: fortalecer su marco macroeconómico”. Lo
que camina, de alguna manera, a contracorriente de lo que percibe la población.
Al revisar la
ENCUESTA GFK respecto de las
Percepciones de la situación económica nos encontramos con lo siguiente:
Grafico N° 01
¿En qué aspectos cree Ud. que se percibe, que hay
crisis económica?
Es claro que para las ciudadanas y
ciudadanos, la falta de trabajo, el incremento de los precios y los cada vez
más bajos sueldos y salarios, constituyen, elementos, que a ellos les dicen,
que la crisis económica continúa y acaso, nunca cesó.
Si este es el panorama, entonces, el
reenganche del que habla Alonso Segura, flamante Ministro de Economía, no sólo
se debe enfocar a fortalecer el Marco Macro Económico, sino que, de una vez por
todas, debe centrarse en generar políticas y acciones que muestren, de manera
clara, a mujeres y hombres en el Perú que aspectos como incremento de empleos y
oportunidades, mejores sueldos y salarios y baja de la inflación, son posibles
y empiezan a ser parte de la realidad.
De lo contrario, una vez más se pondrá el
acento en mejorar las condiciones para que se sigan concentrando los beneficios
y los ingresos en unos pocos, como hasta hoy.
Política con claro-oscuros,
permanentes:
La baja aprobación del desempeño presidencial
es una constante, llegando sólo a 26%, en agosto del 2014[1]. Esta
baja aprobación se presenta, también, para quien ocupa el Premierato y su
consejo de Ministros, como para el Congreso, quienes tienen un 29% y 21% de
aprobación respectivamente; lo que muestra un panorama claro- oscuro para la
política y los políticos. Oficialismo y oposición tienen una realmente baja
calificación a su desempeño. Con lo cual quedan claras varias aristas, creo que
la principal es el constatar cómo la clase política (oficialismo y oposición)
ha podido hacer -hasta ahora- poco, muy poco, por ejemplo, para sacar del
ámbito de decisión de tecnócratas y académicos ortodoxos el manejo de la
economía o las necesarias prioridades presupuestales respecto de aspectos
claves como la educación y la salud, que impactan directamente sobre la calidad
de vida de la población en su conjunto.
Si bien es cierto que el presupuesto
asignado a la educación y la salud se incrementó en términos relativos a lo que
se destinaba en años anteriores, esto no impactó en la mejora de su calidad. Al
revisar la evaluación que ciudadanas y ciudadanos hacen de la educación hoy en
el Perú nos encontramos con lo siguiente:
Grafico N° 02
Con esta evaluación queda claro que se
perciben avances importantes en aspectos como capacitación docente y en
creación y refacción de escuelas, pero, no es claro ni se percibe aún una
mejora de la calidad educativa en general.
En relación a la Salud el balance es peor
aún, en la medida que para el 39 % de la población las personas no son bien
atendidas en ninguno de los hospitales o servicios de salud disponibles,
mientras que el 66 % de los encuestados manifiesta que los medicamentos son caros,
lo que revela que la población siente que es inadecuadamente atendida y que no
puede acceder con facilidad a los medicamentos para aliviar sus afecciones.
Esta situación claro-oscura en la
política se incrementa en la medida que asistimos a una nueva campaña
electoral, para cambiar autoridades en Regiones y Municipios, con un alto nivel
de escepticismo por parte de la población respecto de las posibilidades de cambiar
el estilo y la gestión de estos gobiernos que impactan las condiciones micro y
meso de desarrollo.
La mayoría de la población manifiesta que
al votar lo que busca es no pagar una multa, situación que revela un descrédito
de la clase política.
Esta situación claro-oscura nos dice que
hoy tanto el oficialismo y la oposición están virtualmente desaprobados o
muestran un desempeño que no conecta con los intereses y necesidades de la
población.
En el Perú, Hoy. La economía se recupera
lentamente pero a la política le va de mal en peor, veremos si este proceso
electoral, contribuye a aclarar propuestas y quien es quien, para que el necesario
proceso de decanta miento de la clase política ocurra y volvamos a pensar en
cuánto nos comprometemos con la otra, el otro y con la construcción del bien
común, que es, en esencia, el sentido y orientación que debe tener la política
y los políticos.
De momento, líderes y lideresas sociales,
ciudadanas y ciudadanos, académicos y medios de comunicación debemos seguir
vigilantes de las acciones o inacciones de quienes nos gobiernan o quieren
gobernar, porque es necesario que entiendan quienes son los mandantes y por lo
tanto en función de que y de quién deben gobernar espacios locales, regionales
o nacionales. Para que lo claro oscuro en el actuar político termine y la
equidad y las oportunidades, para todas y todos florezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario