El resultado de la
revocatoria, consolida en el Gobierno de la Ciudad de Lima a Susana Villarán. Nos
dice, de un lado, que la mentira, los intereses subalternos y las argucias
legales han sido recusados por ciudadanas y ciudadanos de esta urbe, y, de otro
lado, que el espíritu democrático y la apuesta por tener estabilidad y
transparencia en la conducción de la ciudad, salieron a flote. Lo que está muy
bien. Sin embargo, nos pone, tanto a ciudadanas y ciudadanos como a Fuerza
Social y a los militantes de la Izquierda Democrática, frente a nuevos retos:
El primero, a mi modo de
ver, es poder hacer un gobierno de concertación que permita darle viabilidad al
gobierno de la comuna limeña. Esta concertación, acuerdo político, sería en
primer lugar con el PPC sin descontar posibles acuerdos con otros sectores; en
la medida que es necesario cumplir aquello de gobernar con todos y para todos.
Sin descuidar el concertar y fomentar la participación y toma de decisiones de
las Organizaciones Sociales de Base en aspectos que sean de su interés.
Sigue en la lista la
necesidad de poner a tono a quiénes cubran los puestos de los regidores
revocados y, sobre todo, encargarles aspectos para los que tengan manejo y
experiencia suficiente, de modo que más que retrocesos hayan avances concretos.
El punto central, es
¿cómo lograr reconectar? tanto a la alcaldesa como a los movimientos y partidos
de Izquierda con el sentir, las expectativas y legítimos intereses de los
sectores llamados “C”, “D”, “E”, conocidos por nosotros como sectores
populares, donde se ha experimentado un franco retroceso. Una manera podría ser
impulsar, promover programas y políticas sociales que den cuenta, a los menos
favorecidos de la ciudad, quiénes son la mayoría, que el gobierno municipal
tiene en ellos y para ellos una opción preferencial.
De la manera como se
resuelvan estos retos - entre otros – dependerá de que la gestión de la Alcaldesa
de Lima demuestre a quiénes confiaron y confían en ella que optar por el NO fue
lo mejor. Al tiempo que marcará la pauta para poder recomponer y trabajar por
la unidad de los movimientos y partidos de la izquierda democrática.
En la medida que ya es
hora que la izquierda democrática peruana recupere el rol central y gravitante
que debe tener en la política peruana, creo que Susana y Fuerza Social pueden
contribuir decisivamente en eso, pero deben convencerse; y este último proceso
nos da muchas luces de que no pueden gobernar solos, ni son los únicos.
Ampliar la concertación,
consulta y el apoyo técnico a otras personas, profesionales, líderes sociales, fuerzas
y sectores de la izquierda democrática, junto a todas las fuerzas, vengan de
izquierda o derecha, que quieran trabajar por Lima es el imperativo hoy.
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