La
campaña por la “revocatoria”, nos vuelve a mostrar una Lima dividida, atrapada,
en lo subjetivo, por una manera de expresar las cosas que tiene poco que ver con la realidad, esta, no
es una disputa entre “cholos” y “blancos” y, menos, entre “pobres” y “pitucos”. Todo eso es, discriminación, venga
de donde venga, salga de dónde salga. Lo
que está en juego no es otra cosa que una manera distinta de conducir, gobernar
Lima.
La
disputa, ciertamente, está dada entre: Unos,
que promueven el SI, pero, no tienen claro, qué hacer con Lima, ni les interesa,
realmente, cómo marcha; ni tienen capacidad ni autoridad moral para conducirla,
ni representan a nadie y, más bien, han capitalizado el sentimiento de “que se vayan todos “, que existe,
lamentablemente, en, gran parte, de las ciudadanas y ciudadanos, que han visto
en éstos últimos 22 años, el que sus demandas y legítimos reclamos se
posterguen y, sean siempre, unos pocos, los más beneficiados. Otros, que luchan por que gane el
NO y, con ello, asegurar la continuidad
de una conducción, básicamente, ética de la ciudad, lo que tienen como
principal virtud. Además, de, ser conducidos por una mujer política y
éticamente intachable – baste decir que hoy están abiertos procesos de
investigación a dos regidores de su lista, en una comisión que preside la
oposición - pero que, además, está
tocando intereses particulares teniendo como bandera ordenar el transporte, el
comercio de alimentos, etc.
Tengo
la impresión que lo primero que debe aparecer en nuestras conciencias el día de
la votación es: “a quién, quiénes, se
les hace el juego”; “Que conducción para Lima estoy priorizando” al optar por
el SI o por el NO.
No
es, a mi modo de ver las cosas, lo
subjetivo, lo que debe primar, veamos lo objetivo, lo sustantivo del proceso,
creo que el optar por el NO, si bien
garantiza la continuidad de una gestión limpia, significa que, entre otras
cosas, se respeta la voluntad popular, que dijo, en su momento, queremos que
Lima sea conducida por una mujer honesta y
con capacidades para gestionar la ciudad y ponerla al alcance de todas y
todos; ciertamente, el optar por el NO, tiene relación, también, con que el
equipo que hoy, legítimamente, gobierna la ciudad, haga cambios, los
necesarios, para que la ciudadanía participe, decida y esté mejor informada de
lo que se hace.
Lima
y quienes viven en ella no pueden poner por delante, la inestabilidad, la
incapacidad, la mentira y el desgobierno, que podría ocurrir, si triunfa el SI.
Susana,
y hay que decirlo abiertamente, es, hoy por hoy, la persona, que legítimamente,
debe seguir conduciendo la Gestión de Lima. Ciudad que merece:
v Ser conducida por una mujer que ha
demostrado a lo largo de toda su vida estar en contra de todo tipo de
discriminación, especialmente la racial o la de género.
v Ser Gobernada por una mujer capaz y que, legítimamente, fue elegida para gobernar
la ciudad.
v Qué el transporte público, la
distribución y comercialización de alimentos, el arte, la cultura, la creación
de espacios públicos, para todas y todos y los programas sociales, sean
abiertos, transparentes, se realicen de manera adecuada y sigan beneficiando, a
todos, especialmente a los que menos tienen.
Por
lo tanto, los resultados de las encuestas, publicados, en éstos días: Ipsos
Perú: Sí 55% y No 45%; Datum: Sí 53% y No 47%; CPI: Sí 54.7% y No 45.3%; y GFK:
Sí 50% y No 40%. No deben ser más que un indicador, en la medida que no
sabemos, qué intereses podrían representar.
Los
Claro Oscuros de este proceso son importantes, no sólo por qué, asistimos a un
acto que jurídicamente, en estricto, es improcedente, sino por qué hay
intereses, entre quienes propugnan el SÍ, que no podemos avalar.
Que
los claro oscuros del proceso de “revocatoria” terminen, depende, felizmente,
de ciudadanas y ciudadanos que no dependen de intereses particulares y
subalternos sino, más bien, del dictado de sus conciencias y de su vocación
democrática.
Votar,
Optar por el NO, nos devolverá, la
capacidad - desde lo consciente, lo objetivo - por mantener el espíritu
democrático y de fortalecimiento de las instituciones, camino por el que
debemos transitar al tiempo que nos dará la posibilidad de decirles a los
desestabilizadores que Lima, sus ciudadanas y sus ciudadanos pedimos cambios
pero no estamos dispuestos a validar acciones incorrectas y poco constructivas.
Tenemos,
la posibilidad de transformar la noche, en día, hagamos del próximo domingo uno
en el que la primavera democrática, se evidencie, asome, como asoma la mañana,
la luz, el resplandor.
Digamos,
NO, porque confiamos en Susana y ella confía en nosotros y hará, lo necesario,
para que Lima sea de todas y todos y porque los claro oscuros que hoy la
amenazan se disipen.
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