A manera de Resumen:
La
Política entre “la imposición” y el “dejar hacer y dejar pasar”, la Economía,
entre avances y retrocesos y lo social con omisiones importantes, y entre la
focalización y la universalización de servicios, pero sin rumbo claro.
La Política
Los
datos del último sondeo de opinión realizado por GFK en enero del 2015 nos
dicen que el panorama político va de gris a oscuro. Baste señalar que la aprobación
de la gestión del Presidente de la República está en 26%. Pareciera que este
resultado tiene que ver con la manera como se ha gobernado en el período actual. Las acciones
han pasado hasta hoy por dos raseros:
El
primero, el dejar hacer, dejar pasar en temas que podrían resquebrajar los
postulados del modelo económico neo liberal y, con ellos, menguar las ingentes
ganancias de los grupos de poder domésticos (nacionales) y extranjeros, para
quienes o en favor de quienes, sin duda alguna, se ha venido gobernando.
El
segundo, el imponer puntos de vista, maneras de hacer las cosas, objetivos, metas
y políticas, que se deciden e implementan por imposición de intereses
particulares en desmedro del interés general.
Visto
así, la deslegitimación del gobernante de turno, sus ministros y la acción de
las instituciones está, por decir lo menos, menoscabada.
Es,
a nuestro modo de ver, importante que se pueda alinear a sectores democráticos
y progresistas para escuchar, debatir, negociar y buscar que existan o emerjan consensos para que los políticos y la agenda
pública exprese y canalice los intereses y demandas de los ciudadanos, en un
contrapeso explícito al poder que hoy detentan los dueños del Poder Económico
en el Perú.
Es
verdad, pareciera que la suerte está echada y que el gobierno actual se seguirá
quedando con la imposición y el dejar hacer y dejar pasar como la manera de gestionar
lo público. El diálogo y la concertación propuestas serían asuntos que
permitirían dar voz a los que no la tienen, que son la mayoría; y decirle, en
voz alta, a quien hoy detenta el poder político que en el Perú el dejar hacer,
dejar pasar y la imposición, no tienen espacio.
Aglutinar
a los líderes y lideresas de sectores democráticos y progresistas es clave, en
la perspectiva de construir la plataforma y el liderazgo que permita al pueblo
una representación adecuada para el próximo período electoral.
La Economía:
Para
el 2015 los analistas coinciden en que retomaremos la senda del crecimiento y
que el PBI crecerá entre 4 y 5%. Lo que no está nada mal, sobre todo si tenemos
en cuenta que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo crecerá
en 3,8%, los EE.UU. en 3,1, Alemania 1,5% y nuestra región, América Latina y el
Caribe, en 2,2%, Chile 1,8% y Brasil 1,3.[1]
Si
bien el Producto Bruto Interno (PBI) en el mes de enero del 2015 ha tenido
mejor desempeño que en el último mes del año anterior, no debemos perder de
vista que la mejora sostenida de este indicador, más que por cuestiones
coyunturales (como el incremento del consumo de energía eléctrica o la mejora
del índice de contratación) se dará por cambios en el timón. Es decir, cambios
en la intención, prioridades y sectores a los que destinemos los recursos, en
la medida que es necesario enfrentar y superar lo que podemos llamar nuestra
“vulnerabilidad externa”.
Cómo
lo hemos venido sosteniendo en anteriores artículos de análisis respecto del
contexto económico en el Perú Hoy, lo que es necesario cambiar es:
a)
Que
la riqueza que se genera, no se quede sólo en grupos económicos y empresarios.
Por el contrario, debe servir como medio para que, vía una política de empleo y
remuneraciones adecuadas, se haga más equitativo el ingreso de peruanas y
peruanos.
b)
Lograr
la diversificación productiva y, por ende, diversificar el crecimiento de la
economía doméstica (interna), aprovechando ventajas competitivas como las que
tenemos en: Agricultura, Ganadería, Turismo – Gastronomía, por mencionar los
principales.
c)
Encausar
los Planes de Desarrollo Concertado y los Presupuestos Participativos a la
mejora de oportunidades y al desarrollo de potencialidades productivas y de
comercio en espacios locales.
d)
Hacer
una reforma tributaria que suponga que paguen más impuestos los que mayores
ingresos tienen y viceversa.
Es
verdad que esta agenda, para su concreción, necesita articular el corto con el
mediano plazo; al mismo tiempo que dejar de gobernar o tomar decisiones para
enfrentar sólo problemas coyunturales; pasando, de una vez por todas, a poner
el acento en que la economía y la política económica deben estar al servicio de
ciudadanas y ciudadanos, de sus intereses y del desarrollo de sus capacidades y
no al revés.
Cambiar,
por lo tanto, el timón, el timonel, el sentido y el rumbo de la manera como
hemos venido organizando la economía, desde 1990 hasta hoy, es imperativo y no
debe tener vuelta atrás. La exclusión y postergación de quienes menos tienen es
ética y humanamente inaceptable.
LO SOCIAL
En
lo que respecta al escenario social, el gobierno ha seguido construyendo
programas más que políticas sociales, queriendo con paliativos dar respuesta a
temas y problemas de larga data; como, por ejemplo, el retroceso de lo poco
logrado en materia ambiental en años anteriores. Con ello pone no solo en
riesgo la sustentabilidad en la explotación de los recursos, sino, lo que es
peor, pone en tela de juicio la vida, salud y la prevalencia del ecosistema de
importantes porciones del territorio; y con él la cultura, historia y hábitat construidos
por mujeres y hombres propios de las comunidades, para muchas de las cuales la
“riqueza” podría ser más bien una fatalidad.
Por
otro lado, los organismos e instituciones rectoras de la Política Social siguen
en el juego, que parece de nunca acabar, entre la focalización y la
universalización de servicios, sobre todo en SALUD Y EDUCACIÓN, pero sin rumbo
claro. Con lo que el panorama para 2015, es sólo más de lo mismo.
Hoy
por hoy en el Perú necesitamos articular una propuesta política que refuerce
las acciones desarrolladas por los jóvenes quienes - a partir de haber
conseguido la derogatoria de la Ley más conocida como “pulpín” - han demostrado
ser la real oposición al gobierno de turno. El concurso de fuerzas democráticas
y progresistas y la participación de todas y todos, desde dónde nos encontremos,
van a constituirse en las únicas vías para poder escribir la historia desde
otro pincel. Necesitamos otra manera de organizar la economía, ejercer la política
y desarrollar lo social. No hacerlo podría ser tan irresponsable como poner en
tela de juicio la propia viabilidad del País.
[1]
Arroyo Rizo Patrón Pilar. Análisis de Coyuntura del Instituto Bartolomé de las
Casas. Enero 2015.