lunes, 25 de julio de 2011

Perú Hoy: Que esperamos Peruanas y Peruanos; Ciudadanas y Ciudadanos del Discurso Inicial del nuevo Gobierno. “Articular, Corto y Mediano Plazo”.

Es poco frecuente, oír, percibir, en un discurso que inaugura al nuevo gobierno de turno coherencia entre lo que plantea entre las medidas de corto y mediano plazo. Generalmente, éste tipo de discursos se quedan en cosas efectistas. Quiere decir abordan, lo que ha devenido en lo que comúnmente se aceptado que es: ¿qué haremos en los primeros 100 días? ó por el contrario, se van al otro extremo. Qué es: Plantear las “líneas maestras” de lo que se pretende hacer en los próximos 5 años, planteando metas, que por el curso de los acontecimientos, económicos, sociales y políticos, por mencionar los más importantes, es difícil de saber si al final, del período, existirán las condiciones para conseguirlo.
Un primer elemento, que debe decirse y, de alguna manera, exigirse es que no se quiere, un discurso teñido de pragmatismo, extremo ó no, que nos sacaría de la realidad, ni de un discurso que nos señale imaginarios ó metas, que no podemos, hoy, asegurar.
Pareciera que lo sensato es recurrir a una articulación entre el corto y el mediano plazo, entendidos como el derrotero que marcará lo que haremos, en el primer año y como eso garantizar los cambios sustantivos que son necesarios, en el segundo y tercer año.
Esto, a mi modo de ver las cosas, será parte de la garantía que necesitamos, ciudadanas y ciudadanos, en particular los pobres y los, hasta hoy, excluidos de los beneficios del crecimiento económico, alcanzado en los últimos 20 años. Para quiénes a llegado la hora, por eso votaron.
Una manera de hacer productiva y sostenida esa articulación es poner en claro, que el país se debe gobernar en concertación.



Los empresarios, pedirán y deben tener respuestas certeras, tanto para el manejo adecuado de la política macroeconómica cuanto para el compromiso que deben mostrar con hombres y mujeres, peruanas y peruanos, que reclaman y merecen que las cosas cambien.
Quiere decir, que sepan que no hay marcha atrás en el orden y transparencia con los que se deben manejar los asuntos públicos y la economía en particular. Sin embargo, deben tener claro que, tampoco habrán retrocesos en relación a: Hacer que los que más tienen sean los que más aporten y que, paulatinamente, la carga impositiva irá equilibrándose, poniendo los impuestos directos - impuesto a la renta, por ejemplo - en el nivel que debe estar y los impuestos indirectos a la baja – I.G.V. por ejemplo - Porqué no podemos seguir sosteniendo cargas impositivas tan desiguales.
Los partidos, que no ganaron, querrán, aunque no lo digan, seguir tirando piedras y buscarán, desestabilizar, por medio de campañas mediáticas ó pánicos financieros provocados, que no tienen mayor sustento. Hoy vemos que, empresarios y partidos de oposición, en concreto, los que no ganaron, quisieran no solo tener voz sino imponer la agenda, quiénes deben ser los ministros y hasta el que hacer. Eso no es concertar, es querer imponer desde trincheras donde la amenaza, la diatriba y las verdades a medias son el pan de cada día.
Creemos que el Ciudadano, elegido, por el voto popular, y, hoy, virtual presidente de la república, tiene todo el derecho de tomar decisiones, para eso ha sido elegido y que sus electores y el resto de fuerzas políticas y gremios empresariales tienen la responsabilidad de dar tregua y dejar que se operen las propuestas, siendo vigilantes, es verdad, pero prudentes a la vez. La elección ya pasó y no hay marcha atrás, el mandante, en un régimen democrático, es el pueblo, los ciudadanos, quienes en las urnas decidieron y el mandatario, por los próximos cinco años está definido y debe gobernar. Es hora de sumar ó, por lo menos, de no dividir y menos restar sin base ni fundamento.
Un elemento que es importante, en esa dirección, es que el mandatario pueda expresar no solo la hoja de ruta, sino, además, las conexiones y articulaciones necesarias para poder llevar a cabo su propuesta máxima, que es, en suma, la Inclusión social.
Debemos, estar y ser vigilantes respecto de la necesidad de transformar los programas sociales, que hemos tenido en los últimos 20 años, en políticas sociales, para lo que es necesario una articulación entre la macro economía y la micro economía, seguir poniendo el acento en tener una política monetaria estable, fomentar crecimiento económico y equilibrar la caja fiscal al tiempo que hacer esfuerzos por que los ingresos de las mayorías del país mejoren y con ello la generación de capacidades y puestos de trabajo dignos, para todas y todas es un imperativo, además de una promesa que debe cumplirse.
Es verdad que éste cambio es un resultado a mediano y largo plazo, inclusive, pero importa mucho lo que se proponga y se haga en el corto plazo para asegurar lo que avanzaremos en esa dirección. Una articulación necesaria es que junto a poner metas para el desempeño económico, lo hagamos, también, para aspectos que garanticen la inclusión social, en concreto para: las mejoras de sueldos y salarios, la redistribución de la riqueza, el cambio de las cargas impositivas, las metas en cobertura y, también, en calidad de los servicios de educación y salud; la mejora de las condiciones en que se vienen implementando los programas de vivienda, son elementos, obligados de la agenda y del discurso inaugural.
El corto Plazo, desde esa perspectiva es no solo importante sino que marca, pone el sello a la orientación central del gobierno y de lo que alcanzaremos en el mediano plazo. Creemos y peruanas y peruanos, así lo exigen, que éste, debe ser el quinquenio de la inclusión social y que, además, esta es una tarea del Estado, del gobierno de turno, de los empresarios, y de las organizaciones sociales de base, a quienes les toca ser vigilantes y elaborar propuestas que les permita participar y proponer cual debe ser la naturaleza y el sentido de los cambios necesarios, comprometernos con eso, hoy, en el Perú. Significan no sólo exigencias, también, algunas renuncias.
Los empresarios, por ejemplo, deberían decirle al País, cuánto empleo digno, generarán en los próximos años. Quiere decir cuánto, de la bonanza a la que todos contribuimos pero fue apropiada, en mayor parte, por ellos, la van a convertir hoy en más puestos de trabajo, más capacitación, mejora de sueldos, salarios y condiciones de trabajo. Los Partidos Políticos, que no ganaron deben responder, cuánto apoyarán a que la Inclusión social, sea realidad en el Perú. Las Organizaciones Sociales de base y los ciudadanos debemos prepararnos para participar y proponer al tiempo que para ser vigilantes y protestar si lo que nos muestra el nuevo gobierno es que no hay ni habrá articulación entre el hoy y el mañana.
Los temas del Hoy, tendrán que ver, a lo mejor, como dar respuesta a algunas propuestas que mejoran, rebajan, el costo de insumos, básicos, para la vida diaria de las familias como por ejemplo, lo que pagamos por el balón de gas, ó desde cuando se implementará el programa que supone otorgar una subvención a los adultos mayores de 65 años que no tienen pensión ni ninguna cobertura previsional. Eso, que duda cabe, se debe responder con la mesura y certeza necesaria, definiendo montos y plazos, que se puedan cumplir.
Creemos que construir otra manera de gobernar, organizar la economía y la sociedad es posible, justo y necesario. El discurso debe dar muestras y pistas claras de eso, en la medida que el voto ciudadano, expresó una apuesta por: vincular el corto con el mediano plazo, el crecimiento económico con la inclusión social en suma la mejora de las condiciones y calidad de vida en el Perú, para todas y todos, algo, a lo que además, tenemos derecho.